Cómo alcalinizar tu cuerpo para tener un buen estado de salud

¿Te gustaría estar sano y sentirte bien la mayoría del tiempo? Si es así, presta atención a lo que vamos a comentarte a continuación. Te proponemos cambios dietéticos favorables.
Cómo alcalinizar tu cuerpo para tener un buen estado de salud

Última actualización: 25 mayo, 2023

El cuerpo se puede desequilibrar por el mantenimiento de malos hábitos de vida como el sedentarismo o una dieta conformada principalmente por alimentos ácidos. Cuando eso ocurre, la salud se puede resentir y por ello es que se hace necesario realizar algunas correcciones en los hábitos y, al mismo tiempo, alcalinizar el organismo. Todo ello con el objetivo de recuperar la salud y promover el bienestar.

Para conseguirlo, es esencial saber un poco más acerca de lo que supone alcalinizar el cuerpo. Veamos más detalles a continuación.

¿Por qué es tan importante alcalinizar el cuerpo y regular el pH?

Como veníamos comentando, cuando se produce un aumento de la acidez en la sangre, es decir si el pH está bajo, estamos ante una acidosis. Esta puede ser de dos tipos:

  • Respiratoria: cuando hay un exceso de dióxido de carbono en el cuerpo porque los pulmones son incapaces de deshacerse de él.
  • Metabólica: aparece cuando los riñones no pueden eliminar suficiente ácido del organismo.

Tratarlas de manera precoz es esencial, ya que pueden desencadenar problemas como cálculos renales, problemas de riñón crónicos o enfermedades óseas.

También puede ocurrir lo contrario, es decir, que el pH esté por encima de los niveles aconsejables. Es la alcalosis, que se puede manifestar con náuseas, nerviosismo o espasmos. También es importante tratarla cuanto antes.

Como ves, es importante controlar los niveles de pH. Si está descompensado pueden aparecer problemas como debilitamiento óseo, sobrepeso o problemas de sueño. De todos modos, existe bastante controversia a nivel científico acerca de si es posible controlar este parámetro mediante la dieta.

¿Cómo saber cuál es tu pH?

Se considera que lo ideal es mantener un pH entre 7,35 y 7,45, para que el cuerpo pueda realizar correctamente funciones vitales, como son una adecuada desintoxicación y una correcta absorción de nutrientes.

Para conocer exactamente el pH , deberás utilizar tiras reactivas de orina. Una vez las tengas, deberás hacer la medición en dos momentos concretos: a primera hora de la mañana y a última hora del día. Para ello deberás seguir los siguientes pasos:

  • Recoge la orina en un recipiente. Tiene que ser orina a la mitad del flujo para que la recogida de la muestra sea precisa. Es así porque tanto el comienzo como al final del flujo de orina se encuentran diferentes niveles de partículas.
  • Toma una tira reactiva y sumérgela en la orina durante al menos unos cinco segundos, y compáralo con el color que aparece impreso en el rollo de papel.
  • La meta es conseguir unos niveles de entre 7,3 y 7,4.

Recomendaciones para alcalinizar el cuerpo y equilibrar el pH

Si el resultado de la prueba te muestra unos elevados niveles de acidez, no te preocupes. Puedes ajustar el pH y alcalinizar tu cuerpo mediante el consumo de ciertos alimentos que podrían ayudar a disminuir la acidez y evitar problemas de salud asociados.

Ahora bien, es importante aclarar que estos alimentos siempre deben consumirse dentro de lo que sería una dieta equilibrada y nunca como única forma de alimentación, ya que de hacerlo así se podría poner en riesgo la salud en lugar de mejorarla. Es fundamental priorizar siempre la ingesta de frutas y de verduras, según un estudio publicado en International Journal of Epidemiology.

Zumo de zanahoria y tomate para alcalinizar el cuerpo
  • Empieza el día con un vaso de zumo de frutas natural (sin añadirle azúcar ni edulcorantes). Dicho zumo puede ser de zanahorias, apio, col rizada, manzanas y jengibre, ya que las frutas y verduras son los alimentos más alcalinizantes.
  • Incorpora a tu dieta alimentos con alto contenido en antioxidantes. Los arándanos, las zanahorias, los tomates, y otros alimentos de origen vegetal son opciones muy recomendables. Estos han demostrado ser capaces de ayudar en la prevención de patologías complejas.
  • En lugar de consumir snacks y ultraprocesados, consume entre 2 y 3 piezas de fruta natural al día. Puedes hacerlo en las meriendas o bien junto con tus comidas principales a modo de postre.
  • Come verduras de hoja verde y vegetales en el almuerzo. Pueden ser coles de Bruselas al vapor, espinacas, col rizada y brócoli. También puedes comer frijoles u otra legumbre, o arroz integral.
  • Si acostumbras comer mucha carne roja, lo mejor será que reduzcas un poco su consumo y en su lugar optes por las carnes blancas y el pescado; y si sigues una dieta vegetariana o vegana, puedes optar por las fuentes de proteínas vegetales, como la soja, los frutos secos, las semillas y las legumbres.
  • Es importante evitar las carnes procesadas. Según un estudio publicado en International Journal of Cancer, podrían incrementar el riesgo de cáncer.
  • Otro consejo es que bebas suficiente cantidad de agua durante el día, para eliminar el exceso de ácidos en el cuerpo.
  • Reduce el consumo de café y bebidas industriales (refrescos, tés, aguas saborizadas y afines).

Nota sobre los alimentos que generan ácido

La carne, los productos lácteos y la mayoría de los alimentos hechos con harinas refinadas son generadores de ácido. Por ello debes mantener un consumo moderado si quieres alcalinizar el cuerpo y evitar desequilibrios.

No tienes que renunciar a estos alimentos por completo, sino simplemente procurar mantener el equilibrio en tus comidas y meriendas día a día, aún cuando sea fiesta. Recuerda que mientras más coherente seas a diario, más beneficios podrás obtener tanto a corto como a largo plazo en términos de salud y bienestar.

Come saludable para mantener el organismo equilibrado

Los estudios científicos no apoyan, en su gran mayoría, que la ingesta de ciertos alimentos consiga influir en el equilibrio ácido base. Sin embargo, sí que evidencian que mejoran el estado de salud, por ello ha de fomentarse su consumo de forma regular. Eso si, siempre en el contexto de una dieta equilibrada.


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