Cómo cuidar de tus riñones

Cuidar la salud de los riñones es fundamental para proteger al organismo y evitar la aparición de enfermedades. ¡Aquí te contamos cómo hacerlo!
Cómo cuidar de tus riñones
Leonardo Biolatto

Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 07 julio, 2023

Los riñones son esenciales para el funcionamiento del cuerpo humano. Estos forman parte del sistema genitourinario, facilitando la formación de la orina y la excreción de los productos de desecho del organismo. En este sentido, es fundamental aprender cómo cuidar los riñones para tener una mejor calidad de vida.

Cuando hablamos de los riñones, nos referimos a un par de órganos con forma de frijol que se ubican en la región lumbar, justo por debajo de la caja torácica. Su función principal es filtrar la sangre para eliminar toxinas y sustancias dañinas para el cuerpo. Según los expertos, estos filtran media taza de sangre por minuto, de ahí su relevancia.

Por si fuera poco, el aparato renal también regula la concentración de electrolitos, como el sodio y el potasio, en sangre. Además, interviene en el control de la presión arterial, la eliminación de ácidos y la producción de glóbulos rojos. Por todo esto y más, es necesario mantener una buena salud renal.

Problemas comunes de los riñones

Al igual que el resto de nuestros órganos, los riñones están expuestos a presentar diversas enfermedades que comprometen su estructura y funcionamiento. Algunas de las más comunes son las siguientes:

  • Lesión renal aguda.
  • Enfermedad renal crónica.
  • Cálculos renales.
  • Pielonefritis.
  • Glomerulonefritis.
  • Nefropatía hipertensiva o diabética.
  • Cáncer. 
  • Enfermedad renal poliquística.
  • Hidronefrosis.

En algunos casos, los problemas renales no producen síntomas evidentes, por lo que es crucial la valoración médica periódica. El médico especialista en nefrología es el responsable de evaluar y cuidar la salud de tus riñones.



11 consejos para cuidar los riñones

Los hábitos saludables son determinantes para mantener en buen estado los riñones. A continuación, te compartimos algunas pautas que puedes incluir en tu rutina, siempre y cuando, tu médico lo autorice.

1. Bebe suficiente agua

El agua ofrece múltiples beneficios para la salud del cuerpo humano. Por tal motivo, se debe asegurar un adecuado consumo de forma periódica. La cantidad de agua que debemos beber a diario depende de factores, como: el sexo, la edad, el estilo de vida y el estado de salud.

Un estudio de la revista Perinatología y Reproducción Humana, sugiere que la recomendación de ingesta de agua para adultos, incluyendo adultos mayores, es de 2 litros de agua al día para las mujeres y 2,5 litros al día para los hombres. Esta cantidad puede aumentar en climas cálidos y en aquellas personas que realizan actividad física.

Además, es importante velar por la calidad del líquido ingerido a partir de las bebidas complementarias. Si consumimos café, bebidas industriales y alcohol en exceso, estaremos perjudicando nuestra salud.

2. Comer equilibrado

La alimentación balanceada es otro de los pilares esenciales para cuidar los riñones y el resto de nuestros órganos. En general, es aconsejable mantener el equilibrio en el consumo de carbohidratos, grasas y proteínas. Recuerda que todos los excesos son malos para el cuerpo.

El consumo de ultraprocesados, comida chatarra o rápida, comestibles industriales, productos refinados y ricos en azúcares, sodio y grasas saturadas, sobrecarga los riñones y afecta su funcionamiento. Por ello, es necesario minimizar su consumo o mejor aún, evitarlo.

Por otro lado, las dietas ricas en frutas y vegetales frescos aportan una gran cantidad de nutrientes y vitaminas que mejoran la integridad del organismo. Los espárragos, las espinacas, el apio, la remolacha y las judías blancas, son algunas de las verduras recomendadas para cuidar la salud de tus riñones.

3. Hacer ejercicio de forma periódica

Mantener un peso saludable es determinante para tener unos riñones sanos. El ejercicio físico diario es la forma más eficaz de quemar grasa, mantener un buen tránsito intestinal y bajar de peso. De acuerdo con una publicación de Stat Pearls, la recomendación de ejercicios en adultos es de 150 a 300 minutos semanales de actividad aeróbica de intensidad moderada o 75 a 150 minutos de alta intensidad. Los ejercicios aeróbicos incluyen caminar, trotar, montar bicicleta y practicar natación, entre otros.

Además, los adultos deben realizar actividades de fortalecimiento muscular, de al menos 2 a 3 veces por semana, como el levantamiento de pesas, las mancuernas y abdominales. En cualquier caso, consulta con un profesional para obtener un plan de entrenamiento que se ajuste a tus necesidades.

4. Controlar los niveles de colesterol

Las personas que tienen niveles altos de colesterol en sangre presentan un mayor riesgo de sufrir daños o problemas renales. De hecho, una investigación de la revista Advances in Experimental Medicine and Biology, describe que la acumulación celular de colesterol puede provocar lipotoxicidad y, en última instancia, disfunción e insuficiencia renal.

En este sentido, reducir los niveles plasmáticos de colesterol es crucial para cuidar la salud de nuestros riñones. Además, este consejo ayuda a prevenir otras afecciones, como la aterosclerosis y la hipertensión arterial. La mejor forma de controlar el colesterol es a través de la dieta balanceada y el ejercicio regular. 



5. Evitar medicamentos sin prescripción y drogas

Abusar de los medicamentos de venta libre puede ser perjudicial para los riñones a mediano y largo plazo. Esto se debe a que los riñones son los encargados de eliminar estas moléculas de la sangre, lo que representa una mayor demanda de trabajo.

Además, algunos fármacos tienen un efecto tóxico directo sobre el sistema renal. Una publicación de Stat Pearls, describe que la toxicidad inducida por fármacos representa el 20 % de las causas primarias de lesión renal. 

El consumo de antiinflamatorios no esteroideos (AINES) y analgésicos en exceso, como el diclofenaco y el ibuprofeno, causa daño renal y otros problemas de salud que pueden llegar a ser irreversibles. Por esta razón, hay que consumirlos solo cuando el médico lo indique.

Las drogas ilícitas en general también afectan los riñones y el resto de los órganos vitales del cuerpo. Por ello, lo más recomendable es abstenerse por completo de consumirlas.

6. No fumar

En la actualidad, las personas que fuman son conscientes de que están intoxicando su cuerpo y poniéndolo en alto riesgo de sufrir enfermedades tan graves, como el cáncer. Si bien es cierto que los pulmones son los órganos más afectados por este mal hábito, no son los únicos.

Un estudio de la revista Critical Reviews in Oncology and Hematology, encontró una asociación significativa entre fumar y padecer cáncer de riñón. Esta investigación concluye que incluso fumar pocos cigarrillos al día aumenta en gran medida el riesgo de cáncer. Dejar de fumar reduce el riesgo, cuanto antes mejor.

7. Disminuir el consumo de sal

La sal es un ingrediente que está presente en la mayoría de cocinas del mundo, por no decir en todas. Este condimento, que se utiliza en millones de recetas, es el causante de muchos problemas de salud, incluyendo la insuficiencia renal.
En general, las personas consumen al día más del doble de la dosis recomendada y las consecuencias se vuelven evidentes a mediano y largo plazo. Una investigación de la International Journal of Molecular Sciences, señala que el desajuste entre la ingesta y la eliminación de sodio conduce a una sobrecarga de líquidos, hipertensión e hipertrofia del corazón, lo que empeora el estado de los riñones.

En este sentido, resulta importante reducir el consumo de sal y evitar aquellos alimentos que la contienen en grandes cantidades para cuidar los riñones. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda ingerir menos de 5 gramos de sal al día, un poco menos que una cuchara de té. En lugar de esto, se pueden utilizar otras especias saludables como el orégano o la pimienta.

8. Limitar la ingesta de alcohol

El consumo excesivo de alcohol es dañino para el cuerpo humano. El hígado, los riñones y el corazón son los órganos más sensibles a este hábito. Además, la ingesta de alcohol se asocia con un mayor riesgo de hipertensión arterial y obesidad, condiciones que de forma indirecta causan problemas renales.

El National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases recomienda limitar la ingesta de alcohol a una bebida diaria en las mujeres y dos bebidas diarias en los hombres. En general, una bebida es equivalente a 12 onzas de cerveza, 1,5 onzas de licor y 5 onzas de vino.

9. Reducir los niveles de estrés

El estrés excesivo y sostenido es un factor desencadenante de numerosos problemas de salud. Un estudio de la revista Kidney International Reports, demostró una asociación lineal entre la presencia de trastornos por estrés y el riesgo de desarrollar lesión renal aguda y enfermedad renal crónica.

En este sentido, aprender a manejar el estrés es una medida útil para cuidar la salud de los riñones. Para ello, se recomienda practicar actividades que ayuden a reducir los niveles diarios de tensión. Un ejemplo de ello, son la meditación y el yoga.

10. Controlar la presión arterial

La hipertensión arterial puede conducir al deterioro del funcionamiento renal, según un estudio de la British Journal of Hospital Medicine. A su vez, la enfermedad renal crónica puede empeorar los niveles de presión arterial.

Por consiguiente, es de vital importancia mantener las cifras tensionales cerca de su rango de normalidad. En general, hablamos de presión arterial normal cuando la sistólica es menor de 120 mmHg y la diastólica menor de 80 mmHg. No obstante, esta meta puede variar según el estado de salud de cada persona.

La dieta saludable y la actividad física son determinantes en el control de la presión arterial. De igual forma, es indispensable estar al día con los chequeos médicos y no olvidar consumir los medicamentos antihipertensivos. 

11. Regular los niveles de azúcar en sangre

La diabetes mellitus es la causa más frecuente de problemas renales, de acuerdo con una investigación de Journal of Renal Injury Prevention. En estos pacientes, los niveles elevados de azúcar en sangre, o hiperglucemia, provocan daños en el mecanismo de filtración renal, así como alteraciones en el tejido del riñón y otras enfermedades del tracto urinario.

Lo recomendable es cumplir con el tratamiento médico a detalle y seguir una dieta equilibrada. Además, puedes estar al tanto de los niveles de azúcar en sangre realizando mediciones 1 a 2 veces al día con un glucómetro.

¿Cuándo consultar al médico?

En general, es recomendable acudir 1 a 2 veces al año para un chequeo médico completo. De igual forma, es fundamental acudir con un profesional de salud en caso de notar las siguientes molestias:

La constancia es la clave

Como ves, existen diferentes recomendaciones para cuidar la salud de los riñones. Estas representan cambios en los hábitos diarios que requieren constancia y regularidad para ofrecer efectos beneficiosos para el organismo. Pon en práctica estos consejos y mejora tu calidad de vida. Ante cualquier duda, consulta con tu médico de confianza.


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Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.