Cómo hacer un jabón casero de lavanda

Un jabón de lavanda puede ser idóneo para tomar duchas relajantes en los momentos de estrés y ansiedad. Incluso, contribuye al cuidado de la piel. ¿Te animas a prepararlo en casa? ¡Apunta!
Cómo hacer un jabón casero de lavanda
Karla Henríquez

Revisado y aprobado por la médica Karla Henríquez.

Última actualización: 09 julio, 2023

El jabón casero de lavanda es un producto natural que puedes emplear para la limpieza, el cuidado de la piel y la relajación. Hecho con una base de aceite esencial de lavanda, además de trozos de sus flores, es una buena opción para reemplazar los jabones perfumados que pueden ser irritantes.

De acuerdo con un artículo publicado en Evidence-Based Complementary and Alternative Medicine, la lavanda actúa sobre el sistema nervioso y, de este modo, favorece el alivio de los episodios de estrés y ansiedad. ¿Te animas a probar sus propiedades terapéuticas mediante este jabón? ¡Apunta!

Jabón de lavanda: un producto para relajarte

No hay estudios científicos sobre los efectos del jabón de lavanda. Aún así, varias investigaciones respaldan las propiedades relajantes que tiene la planta. Por ejemplo, un estudio divulgado en Journal of Alternative and Complementary Medicine determinó que la fragancia de la lavanda ayuda a promover la calma y el bienestar.

Debido a estos efectos, su uso en aromaterapia ha dado resultados positivos en el alivio de dolores como los calambres menstruales. Entre tanto, un artículo publicado en Mental Health Clinician sugiere que la lavanda tiene actividad ansiolítica potente. Es decir, contribuye al tratamiento de los trastornos de ansiedad.

Otros estudios relevan que también tiene efectos positivos contra los trastornos del sueño. En particular, induce al descanso y ayuda a tener un sueño profundo y reparador, sobre todo ante episodios de insomnio.

Datos anecdóticos sugieren que el jabón de lavanda también tiene los siguientes beneficios:

  • Hidratación y limpieza de la piel.
  • Alivio de la inflamación.
  • Regulación del pH cutáneo.
  • Disminución del acné.

Es importante destacar que el jabón y otros productos derivados de la lavanda son solo complementos para relajarse. En caso de tener enfermedades como los trastornos de ansiedad o el insomnio, es necesario buscar atención profesional.

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La lavanda es popular por sus propiedades relajantes. En particular, ayuda a reducir el estrés y la ansiedad.

¿Cómo hacer un jabón casero de lavanda?

Elaborar en casa un jabón de lavanda no es difícil. Sin embargo, sí requiere de algunos cuidados previos, sobre todo a la hora de manipular la sosa cáustica. Dicho ingrediente produce una reacción exotérmica que puede causar agresiones sin una debida protección.

Por lo tanto, es necesario recurrir a elementos como gafas, guantes y tapabocas para disminuir el riesgo de accidentes. Una exposición directa a esta sustancia química puede causar irritación de la piel, los ojos y las vías respiratorias. Así pues, es primordial tener precaución.

Ingredientes

  • 210 ml de aceite de oliva o de girasol.
  • 30 g de sosa cáustica.
  • 65 ml de agua destilada.
  • Aceite esencial de lavanda.
  • Flores de lavanda frescas o secas.

Utensilios

  • Un molde de la forma deseada.
  • Gafas, guantes y tapabocas de protección para manipular la sosa cáustica.
  • Batidora de mano.
  • Cazuela.
  • Recipiente de cristal.
  • Cuchara de madera para remover.

Elaboración

  • Primero, prepara el molde y pon unas cuantas flores de lavanda.
  • A continuación, ponte todos los elementos de protección e incorpora la sosa cáustica en un recipiente con agua. Debes echar primero el agua, ya que de lo contrario puede generarse mucha reactividad.
  • Déjalo reposar unos minutos en un lugar ventilado.
  • Mientras tanto, pon en un cazo el aceite, a fuego lento, y déjalo varios minutos.
  • Posteriormente, introduce el aceite en el recipiente de la sosa cáustica y bátelo usando una batidora de mano.
  • Cuando la mezcla adquiera la consistencia deseada, añade unas 20 o 30 gotas de aceite esencial de lavanda y más flores.
  • Incorpora la mezcla en el molde y cúbrela con una toalla para que conserve el calor y se lleve a cabo la soponización. Déjalo reposar hasta que se enfríe y desmolda.
¿Cómo hacer un jabón casero de lavanda?
Al preparar este jabón, es necesario considerar varias medidas de seguridad.

Una receta alternativa

Para evitar todo el proceso mencionado anteriormente, hay una receta más sencilla que también se puede preparar en casa. ¡Toma nota!

  • Compra una pastilla de jabón de glicerina de color transparente o claro.
  • Ponla al baño maría hasta que se derrita. Luego, añade unas gotas de aceite esencial de lavanda y unas flores de lavanda.
  • Todavía caliente, introdúcelo en un molde con la forma que desees y déjalo enfriar.

Recuerda que este jabón natural es solo un complemento para tu rutina de belleza o para relajarte. No es un tratamiento de primera elección para problemas de la piel o para combatir el estrés. Por tanto, si tienes algún trastorno relevante, consulta al profesional correspondiente.


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