Cómo manejar los celos entre hermanos

Aunque los celos pueden aparecer en momentos puntuales, un niño criado con el amor, el respeto y el contacto que necesita de sus padres estará mejor preparado para la llegada de un hermano.
Cómo manejar los celos entre hermanos
Bernardo Peña

Revisado y aprobado por el psicólogo Bernardo Peña.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 06 julio, 2023

Los celos entre hermanos son comunes y normales. Para un niño que ha sido hijo único durante unos años, la llegada de un bebé que acapara toda la atención de sus padres y demás adultos de la familia lo puede tomar por sorpresa.

Mientras, los padres se preguntan si amarán tanto al segundo bebé como lo hacen con el primer hijo, pero para los niños la preocupación es la inversa: “¿Dejarán de quererme mis padres?”. La duda quizá sea mayor en niños pequeños, pero tampoco dejará de existir entre niños de más edad o incluso adolescentes.

El hecho de que sean naturales los celos entre hermanos no significa que tengamos que dejar sufrir a los hijos por ellos. Tampoco podemos desatender al bebé que ha llegado a la familia. Hay que equilibrar la atención y compartir el amor que tenemos para que todos los niños estén bien y felices.

Preparar a los hijos para la llegada de un hermano

El trabajo de manejar los celos entre hermanos comienza incluso antes de la gestación del segundo o del tercer bebé, tal y como evidencia este estudio publicado en la Revista electrónica de información para padres de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria. Es decir, comienza con el primer bebé.

En la medida en que hayamos criado a ese primer hijo con todo el amor, el tiempo, el contacto y el respeto que necesita, estará más preparado para compartir a sus padres con un nuevo integrante de la familia.

Una vez que le damos la noticia de que mamá está embarazada, el niño tiene que empezar a ser parte del proceso. El amor entre hermanos no surge porque sí, ni se hereda, ni viene adosado al parentesco. Les corresponde a los padres sembrar esa semilla para que germine en el marco de la convivencia diaria.

El amor hacia su hermano se cultiva desde la gestación. Quizá sería bueno que asista a alguno de los controles médicos en el que hagan una ecografía del bebé y pueda ver a su hermano.

También puede participar en los ejercicios de estimulación prenatal o en la elección del nombre del bebé. Acercar a los hijos hacia el hermano que viene en camino es responsabilidad de los padres.

Cuando crecen los celos entre hermanos

Los niños deben saber que los bebés llegan para quedarse. Si bien en los primeros meses acaparan la atención de los padres, a medida que crecen, poco a poco, se convertirán en compañeros de juegos.

Incluso si entre los hermanos hay mucha diferencia de edad, pueden surgir espacios para compartir y relacionarse. Para lograr esos espacios, los progenitores son piezas claves.

Los celos entre hermanos surgen porque los niños se preguntan cuál es su lugar en la familia y en el corazón de los padres. Por eso, el hermano mayor cela al menor, pero también ocurre a la inversa.

Les corresponde a los padres brindar seguridad y confianza a todos los hijos. Todos son amados y sus necesidades y particularidades son atendidas. El fin es que se puedan minimizar las posibilidades de que surjan los celos.

Estrategias para manejar los celos

Peleas a causa de los celos entre hermanos

Los celos entre hermanos se manifiestan de muchas formas: rabietas o mal comportamiento, regresiones a etapas ya superadas, discusiones y peleas. No obstante, los padres pueden minimizar las posibilidades de que surjan los celos.

Teniendo como referencia este estudio llevado a cabo por el Departamento de Educación y Cultura del Gobierno de Navarra, mencionamos algunas estrategias:

  • Cada niño necesita ser atendido y amado según su personalidad y sus características individuales.
  • Los padres deben crear espacios de encuentro y compartir entre los hermanos.
  • Deben existir límites y reglas entre los hermanos. Por muy enfadados que estén, no pueden dejar de hablarse ni irse a dormir o despertarse sin saludarse. Tampoco pueden insultarse o faltarse al respeto, ni recurrir a la violencia física para resolver sus diferencias.
  • Hay que procurar momentos en que los padres atiendan personalmente las necesidades de cada hijo.
  • Hay que explicarles a los niños que no se ama más a un hijo que a otro. No obstante, decirlo no es suficiente: se tiene que evidenciar en el día a día.
  • Los padres tienen que evitar los tratos de preferencia hacia uno u otro hijo.
  • Las comparaciones entre los hijos están absolutamente prohibidas.
  • Si los hijos pelean, los padres tienen que evitar que recurran a la violencia. Hay que darles las herramientas para que puedan resolver sus diferencias.

Cuando los celos entre hermanos se transforman en una rivalidad abierta o incluso en enfrentamientos físicos, se debe buscar el apoyo de un terapeuta o un psicólogo. Además, hay que buscar ayuda si uno de los hijos se encasilla en una actitud regresiva, depresiva o agresiva.

Respecto a los celos entre hermanos…

Amor entre hermanos

El respeto a la individualidad de cada hijo es fundamental para evitar los celos entre hermanos. Asimismo, los padres son los que cultivan el amor y el respeto entre los hijos. Un niño que ha recibido amor y respeto de sus padres, que ha compartido tiempo, juegos y dedicación, es básicamente un niño feliz. Ha aprendido a relacionarse con sus padres y seguramente aprenderá a hacerlo con sus hermanos.

A su vez, a los padres les corresponde dedicar la misma calidad de tiempo, amor y respeto a sus siguientes hijos. Eso no garantiza que no habrá momentos de discusiones o incluso de peleas con los hermanos. Pero serán capaces de dirimir sus diferencias, seguros de que tienen su lugar en el corazón de sus padres.


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