Cómo nos ayuda la inteligencia emocional en el deporte

La inteligencia emocional nos enseña a disfrutar del deporte por el mero hecho de practicarlo y sin buscar superar a los demás, sino solo a nosotros mismos. Te contamos sobre su gran relevancia en este ámbito.
Cómo nos ayuda la inteligencia emocional en el deporte
Carlos Fabián Avila

Revisado y aprobado por el médico Carlos Fabián Avila.

Última actualización: 25 mayo, 2023

El éxito y la superación en el deporte no solo dependen de las condiciones físicas. En realidad, tener un cuerpo muy preparado y en plena forma no es garantía de lograr una meta. Existen factores mentales y emocionales que pueden influir en el resultado de una competición. En este sentido, la inteligencia emocional en el deporte tiene un papel central.

La inteligencia emocional es, sin duda, una capacidad que nos ayudará a sobrepasar los umbrales más insospechados. Un aporte extra de energía emocional en un momento crítico puede modificar el final de un partido, una carrera o cualquier otra competición. Aprende a potenciar tus cualidades.

¿Qué es la inteligencia emocional?

En 1995, el psicólogo estadounidense Daniel Goleman publicó un libro con el título Emotional Intelligence (‘Inteligencia emocional’). En esta obra se define por primera vez la inteligencia emocional como la “capacidad de sentir, entender, controlar y modificar los sentimientos propios y ajenos”.

Si aplicamos esta cualidad del ser humano en el ámbito deportivo, podemos maximizar el rendimiento. Al comprender los estados de ánimo y cómo estos influyen en los resultados, tendremos una visión más amplia del deporte.

La inteligencia emocional en el deporte

A continuación, describiremos cinco conductas que hacen a la inteligencia emocional en el deporte, una herramienta más que necesaria para la consecución de los objetivos.

1. Aprender a controlar la frustración

El deporte es una actividad de la que podemos extraer grandes aprendizajes para otros aspectos de la vida. En este sentido, el manejo de la frustración es una característica que debemos desarrollar y controlar.

Esto implica superar el abatimiento tras una derrota, una lesión en el momento menos oportuno o una meta que se resiste. Cualquier frustración deportiva será una experiencia enriquecedora.

Debemos afrontar y entender como un reto el fracaso deportivo, conseguir no quedar abatidos ni decepcionados. La fuerza mental y la capacidad de superación son la clave del éxito en esta lucha.

Los sentimientos de ira, violencia, venganza o resentimiento no aportan valores deportivos ni sanos en la vida. Así pues, procura no alimentar sentimientos negativos y expresa tus emociones con deportividad. Según un estudio publicado por Australian Psychologist, las emociones positivas se vinculan con una mayor concentración y mejor rendimiento.

La inteligencia emocional en el deporte nos ayuda a lidiar con la frustración.

2. Aumentar la motivación

En el camino del progreso personal o colectivo, es necesaria la motivación. Tener un objetivo ayuda a permanecer atentos, a luchar por conseguir una meta. Las emociones positivas en el esfuerzo por cumplir un objetivo nos invitan a la superación, a la mejora como personas.

En el deporte, es aconsejable anotar y llevar un pequeño archivo de nuestros progresos y establecer comparativas. Por ejemplo, el método SMART de George Doran se basa en trazar metas medibles, factibles, específicas, relevantes y definidas en el tiempo.

Tener una imagen esquemática de las alzas y bajas nos sitúa en la realidad y hace que tomemos conciencia de la situación. El deportista debe conocer sus marcas y tener siempre una actitud de sacrificio. De este modo, se amplia el umbral del dolor que es capaz de resistir ante el cansancio físico y mental.

3. Mantener la perseverancia

También es necesaria la inteligencia emocional en el deporte a la hora de ser constante. La perseverancia nos dota de un carácter de tenacidad para cualquier actividad en la vida.

Para ser perseverantes, debemos desarrollar la paciencia, ya que los logros suelen ser graduales. Todo se consigue si hay un propósito firme. Según un estudio publicado por el Journal of Personality and Social Psychology, esta es una cualidad que está muy ligada a la consecución de los objetivos.

No debemos hundirnos. Aunque el viento sople en contra y las circunstancias se pongan adversas, hay que combatir hasta más allá del límite de nuestras fuerzas. Gracias al deporte, se adquieren valores como el espíritu de sacrificio. Hay muy pocas sensaciones más placenteras que la de cumplir un objetivo difícil.

4. Saber perder

Otro gran reto es aceptar la derrota. Comprender que la finalidad del deporte no es la meta, sino el deporte en sí mismo. No se trata de la llegada, sino del propio camino.

Saber perder, después de tanto esfuerzo, nos hace también más tolerantes, más humildes. Con una dosis de derrota caen los engreimientos, la autoimportancia y la vanidad.

El mundo del deporte está lleno de personas que jamás pasarán a la historia; no conseguirán una medalla, pero igualmente serán dichosos por haberlo intentado. De hecho, es posible que la superación personal sea el mejor premio. La inteligencia emocional en el deporte es, por tanto, impulsora de la superación y nos ayuda a levantarnos.

5. No olvidar la empatía y la deportividad

La empatía nos hace mejores personas. Como detalla una investigación publicada por International Journal of Caring Sciences que explica su relación con la inteligencia emocional, este es un valor humano que nos invita a ponernos en la piel del otro y comprender mejor su situación.

De este modo, aprendemos a controlar este tipo de emociones positivas y valoramos más el trabajo en equipo de un deporte, además de comprender mejor los estados de ánimo de los otros participantes. Para entender la relevancia de este punto, debemos considerar que algunos deportistas se han hecho más famosos por su manera de ser y su liderazgo que por sus resultados.

La inteligencia emocional en el deporte y en la vida misma

Los valores humanos no pasan de moda. Por este motivo, es conveniente desarrollar la inteligencia emocional en el deporte y en la vida.

Todas las conductas descritas con anterioridad llevan al crecimiento de una persona, y además le permiten disfrutar de todas sus actividades desde otra perspectiva. Sin dudas, este es un camino que merece la pena explorar.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.



Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.