¿Cómo tratar las enfermedades autoinmunes?

Es muy importante que prestemos atención a los posibles cambios que se puedan dar en el cuerpo y que, ante la menor duda, consultemos con un especialista.
¿Cómo tratar las enfermedades autoinmunes?
Diego Pereira

Revisado y aprobado por el médico Diego Pereira.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 12 julio, 2023

Estas patologías se presentan cuando el sistema inmunitario, que es el que defiende el cuerpo y todos sus órganos de las enfermedades y las infecciones, se “revela” y ataca al organismo, creando unas sustancias conocidas como autoanticuerpos. Por ello, es básico saber cómo tratar las enfermedades autoinmunes.

Hay que tener en cuenta que cuando el sistema inmunitario ataca el organismo destruye células y tejidos sanos. Y lo hace sin razón aparente, pero provocando consecuencias que pueden llegar a ser realmente graves. Según una publicación del Hospital Clínic de Barcelona, se estima que el 10 % de la población padece alguna de estas condiciones.

Pero, ¿por qué ocurre? De una manera muy simple, porque el sistema inmunitario “olvida” las funciones que tiene que desempeñar. Así, en lugar de atacar las células enfermas y defender las células sanas, lo que hace es todo lo contrario. Acaba atacando a las células sanas, poniendo en grave riesgo la salud.

¿Qué síntomas producen las enfermedades autoinmunes?

Cuando se padece cualquier enfermedad autoinmune, esta deberá tratarse durante toda la vida, puesto que se convierte en una enfermedad crónica.

Aún no se ha descubierto por qué se producen. Sí se ha llegado a la conclusión de que en muchos casos son hereditarias y que afectan más a mujeres de mediana edad. Además, resulta muy difícil prevenirlas.

Estas enfermedades autoinmunes pueden destruir uno o varios tejidos del cuerpo. O pueden afectar a varios órganos, logrando que reduzcan en gran medida su función. De esta forma pueden afectar gravemente los siguientes órganos, tejidos o células:

  • Vasos sanguíneos.
  • Tejidos conectivos.
  • Glándulas endocrinas, como la pituitaria.
  • Glóbulos rojos.
  • Piel.

Síntomas de alerta

Los síntomas de este tipo de enfermedades pueden variar, puesto que son muchas. Por supuesto, los síntomas no son iguales para todas, es evidente que cada una se manifiesta de forma diferente.

Sin embargo, hay señales comunes que se pueden experimentar ante estas enfermedades. Síntomas, por otra parte, que se pueden confundir con los de otros padecimientos:

  • Dolores musculares.
  • Fatiga.
  • Fiebre.
  • Malestar general.
  • Hinchazón y enrojecimiento.
  • Hormigueo o entumecimiento en las extremidades.
  • Dificultad para concentrarse.
  • Pérdida de cabello.
  • Erupciones cutáneas.

¿Qué enfermedades autoinmunes hay?

Para tratar las enfermedades autoinmunes hay que conocerlas
La diabetes tipo 1 es una de las enfermedades autoinmunitarias más conocidas. Aquí, el tejido encargado de producir insulina se destruye progresivamente.

Las enfermedades autoinmunes pueden ser varias y muy diferentes. Las más conocidas son, entre otras, las siguientes:

  • Artritis reumatoide.
  • Lupus.
  • Diabetes tipo 1.
  • Esclerosis múltiple.
  • Tiroiditis autoinmune.
  • Enfermedad celíaca.
  • Psoriasis.
  • Enfermedad inflamatoria intestinal.
  • Enfermedad de Addison.
  • Síndrome de Sjogren.
  • Miastenia gravis.
  • Enfermedad de Graves.
  • Vasculitis autoinmune.
  • Anemia perniciosa.

Algunas de estas enfermedades pueden ser bastante difíciles de diagnosticar. Por ello, es muy importante prestar atención a algunos síntomas persistentes que nos avisan de que algo anda mal dentro del cuerpo.

Si tenemos alguna sospecha, es importante acudir de inmediato a nuestro médico de confianza. Solo un especialista puede solicitar las pruebas pertinentes para diagnosticar y tratar las enfermedades autoinmunes.



Factores de riesgo

Cualquier persona es capaz de sufrir una enfermedad autoinmune, ya que las mismas no hacen distinción de ningún tipo. No obstante, múltiples datos epidemiológicos han establecido diversos factores de riesgo. En este sentido, las siguientes condiciones aumentan la probabilidad de padecer alguna enfermedad autoinmune:

  • Ser mujer. Un estudio explica que esta predisposición se debe a que el cromosoma X (recordando que las mujeres tienen dos de ellos, a diferencia de los hombres que solo tienen uno) tiene una mayor cantidad de genes relacionados con el control del sistema inmunitario. Por ello, hay más probabilidades de sufrir daños (mutaciones) que afecten este control.
  • Edades avanzadas. Según una investigación, para que se desarrolle una de estas enfermedades es necesario que el organismo “falle” varios “puntos regulatorios” en el desarrollo de las células del sistema inmunitario. Con la edad estos mecanismos tienden a ser mucho menos eficientes, lo que explicaría el fenómeno.
  • Ser de raza afroamericana o hispana en el caso del lupus. Los estudios sugieren que esto puede deberse a factores genéticos que favorecen una mayor reactividad de los autoanticuerpos típicos de la enfermedad.
  • Tener algún familiar directo con una enfermedad autoinmune. Por regla general, y según revelan las investigaciones, a mayor número de familiares con una condición de este tipo hay mayor riesgo de desarrollarla. En algunas enfermedades se han identificado ciertas mutaciones genéticas responsables.
  • La exposición a químicos y solventes. Un estudio explica que muchas sustancias (tolueno, metanol, xileno, arsénico, bisfenoles, etc.) son capaces de provocar daños moleculares irreversibles: unirse a receptores específicos, ácidos nucleicos, disminuir cantidad de antioxidantes disponibles e inducir desregulación de las células T, ente otros.
  • Consumir alimentos con alto contenido de grasa, azúcares o muy procesados. Sin embargo, las investigaciones apuntan a que esto es un problema cuando la permeabilidad de las células intestinales a ciertos compuestos “tóxicos” de la dieta es elevada. Es algo común en situaciones de disbiosis intestinal.
  • Exposición a infecciones bacterianas o virales. Es posible que los antígenos de estos microorganismos desencadenen la proliferación de ciertos tipos de linfocitos B y T cruciales para el desarrollo de las enfermedades autoinmunitarias, según estudios.

¿Cómo se realiza el diagnóstico?

Por desgracia, no existe una prueba específica para diagnosticar las enfermedades autoinmunes. El médico deberá realizar un interrogatorio exhaustivo para analizar los síntomas presentados, así como un examen físico en busca de signos patognomónicos (específicos) de una enfermedad.

La prueba de anticuerpos antinucleares es uno de los primeros exámenes que se indican. Esta prueba permite detectar la presencia de anticuerpos específicos contra ciertos tejidos sanos, no obstante, no determinará la enfermedad específica que se tiene. Por su parte, existen pruebas que permiten detectar anticuerpos específicos de ciertas enfermedades.



¿Cómo hay que tratar las enfermedades autoinmunes?

Para tratar las enfermedades autoinmunes hay que usar fármacos
Hay diversos fármacos que pueden consumirse vía oral para controlar las condiciones autoinmunitarias. Los esteroides son los más utilizados.

Estas enfermedades no tienen cura, por lo tanto, se convierten en crónicas. Sin embargo, las investigaciones en este campo son constantes.

Tratar las enfermedades autoinmunes supone un reto. Hoy en día el tratamiento pasa por reducir los síntomas e intentar controlar y regular el sistema inmunitario. Las medidas serán diferentes para cada patología. Por ejemplo, en el caso de la artritis reumatoide, es importante mantener controlados los dolores.

Los medicamentos con los que se pueden tratar las enfermedades autoinmunes incluyen una variedad de compuestos. Destacan los corticoides, que se deben administrar con mucha precaución. No se pueden utilizar por tiempos muy prolongados, ya que tienen efectos secundarios.

Otros de los medicamentos usados en el tratamiento de estas patologías son los antiinflamatorios no esteroideos. La idea de estos fármacos es aliviar el dolor y la inflamación generados por la patología. Los inmunosupresores diferentes a los esteroides también son de utilidad.

Otras alternativas

Algunas personas recomiendan el uso de medidas alternativas para tratar las enfermedades autoinmunes. Sin embargo, los estudios sobre la efectividad de estas terapias son limitados. Además, algunos productos pueden causar repercusiones en la salud, por lo que no se recomienda su uso sin previa autorización médica.

El tratamiento debe ser muy controlado por el especialista. Pero el que verdaderamente es responsable de su efectividad es el mismo paciente, que deberá seguirlo al pie de la letra. Nunca hay que saltarse las recomendaciones del médico ni los tratamientos.

Además, en estas enfermedades, como en tantas otras, es muy importante conocer muy bien el cuerpo. Debemos estar atentos a cualquier cambio que se presente y, si descubrimos algo anormal o fuera de lo común inmediatamente deberemos acudir al especialista.

La actitud de la persona afectada es esencial a la hora de tratar las enfermedades autoinmunes. La detección precoz y el seguimiento escrupuloso de los tratamientos es muy importante para frenar su avance. Además, adoptar un estilo de vida saludable resulta muy beneficioso em el tratamiento.

Unas patologías con un tratamiento delicado

Como puedes ver, tratar las enfermedades autoinmunes es un tema bastante complejo y las medidas terapéuticas dependerán de la enfermedad que se padezca. En términos generales, se emplean corticoides, antiinflamatorios y analgésicos, no obstante, todo debe estar prescrito por un especialista para evitar efectos no deseados.


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