Complicaciones del varicocele: lo que debes saber

El varicocele es la principal causa de infertilidad masculina, con una incidencia de hasta el 40 %. Sin embargo, se trata de una enfermedad que la mayoría de las veces cursa sin síntomas y no origina dificultades o complicaciones.
Complicaciones del varicocele: lo que debes saber
Alejandro Duarte

Revisado y aprobado por el biotecnólogo Alejandro Duarte.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 29 agosto, 2022

El varicocele es una enfermedad que se da tanto en los hombres como en las mujeres, pero su incidencia es mucho mayor en el género masculino. Se trata de la inflamación del vaso espermático, que drena el testículo, o de la vena ovárica en caso de las mujeres.

Esta patología es la principal causa de infertilidad en los varones. Aproximadamente un 40 % de los hombres infértiles lo son a causa del varicocele, según una publicación del Boletín del Colegio Mexicano de Urología.

Según sitios médicos especializados como Manual MSD, esta enfermedad tiene una incidencia importante. De acuerdo con los datos disponibles, se da en un 15 % y un 20 % de los hombres. No hay información estadística consolidada con relación a su prevalencia en las mujeres.

Por lo general, el varicocele se diagnostica entre los 15 y los 25 años de edad; es muy raro que aparezca en varones mayores de 45 años. Tanto la ausencia de tratamiento como este pueden dar lugar a complicaciones.

¿Cómo se manifiesta el varicocele?

Imagen en 3D de vasos sanguíneos varicocele
El variocole es una de las principales causas de infertilidad masculina, principalmente debido a problemas vasculares.

El varicocele es una dilatación de las venas del cordón espermático, las cuales drenan el testículo. En el caso de las mujeres, corresponde a la dilatación de la vena ovárica, lo que da lugar a várices en la zona pélvica y ocasiona el síndrome de congestión pélvica, como detalla un artículo publicado en Medicina Legal de Costa Rica.

Hay varicocele primario y secundario. El primero se origina por una deficiencia anatómica que impide el reflujo de la sangre en el conducto espermático. El secundario obedece a otros factores como tumor retroperitoneal, carcinoma de células renales, cirrosis hepática con hipertensión portal o fibrosis retroperitoneal, entre otros.

Lo más habitual es que el varicocele sea extratesticular; solo un porcentaje bajo de casos corresponden a varicoceles intratesticulares. Asimismo, es más común que afecte al testículo izquierdo, aunque también puede aparecer en el lado derecho o en ambos.

Complicaciones del varicocele no tratado

La mayoría de los casos de varicocele no presentan síntomas. Sin embargo, cuando estos aparecen, pueden ser incómodos y causar dolor leve, sobre todo al estar de pie o al hacer esfuerzos físicos.

Por lo general, solo en ese momento se inicia el tratamiento, que puede ser mediante diversas técnicas terapéuticas o quirúrgicas, según informa una publicación de Mayo Clinic. De acuerdo con la misma fuente, las principales complicaciones de un varicocele no tratado son las siguientes:

  • Atrofia testicular: esto ocasiona una reducción significativa del tamaño de los testículos. El funcionamiento normal de las gónadas se interrumpe y, como consecuencia, se podría generar infertilidad prematura o disfunción eréctil.
  • Infertilidad parcial o total: es posible que el varicocele dé lugar a un aumento de temperatura en el testículo. Esto impide que se produzca el esperma de manera normal y conduce a infertilidad total o dificultad para concebir.

Otra de las complicaciones del varicocele no tratado es el dolor crónico. Este dolor tiene potencial para llegar a limitar e incluso impedir algunos movimientos de la cadera. En general, el dolor responde bien a los analgésicos de uso común.

Complicaciones en el tratamiento

Los implantes mamarios se colocan mediante una cirugía
Si los tratamientos convencionales no controlan correctamente el varicocele, es posible que se requiera una intervención quirúrgica.

En principio, el varicocele se puede tratar mediante un soporte escrotal y medicamentos vasoconstrictores. Sin embargo, si aparece alguna complicación, lo procedente es realizar una ligadura quirúrgica. Asimismo, es posible realizar un procedimiento llamado embolización del testículo.

En ambos casos pueden presentarse complicaciones. A continuación, describimos en qué consisten los dos tratamientos estudiados por profesionales del Centro Hospitalar Universitário de Coimbra:

  • La varicocelectomía o ligadura quirúrgica es una intervención ambulatoria que, en la mayoría de los casos, no trae problemas. El principal riesgo es que se cause un daño a la arteria que suministra la sangre al testículo, aunque rara vez ocurre. También es posible que se presente una infección, un hematoma o algún daño a los tejidos circundantes.
  • La embolización del testículo, por su parte, es un procedimiento mínimamente invasivo y, por lo tanto, más seguro que la varicocelectomía. El riesgo de complicaciones es mucho menor y la recuperación, mucho más rápida.

Tanto la embolización  como la varicocelectomía presentan una tasa de éxito del 90 %. La diferencia estriba en que en la primera no se requiere de una incisión quirúrgica, y esto reduce notablemente los riesgos.

Otros posibles riesgos

Como mencionamos previamente, lo usual es que no haya mayores inconvenientes al realizar estos procedimientos. Sin embargo, una investigación publicada en Translational Andrology and Urology indica que no se pueden descartar estas posibles complicaciones:

  • En un pequeño porcentaje de casos, no hay mejoras en la fertilidad, tras realizar una varicocelectomía o una embolización del testículo.
  • Algunas veces, el procedimiento no reduce el dolor originado por el varicocele, pues persisten las dilataciones varicosas en el escroto.
  • En raras ocasiones hay formación de hidrocele o líquido en el escroto.
  • En contados casos se presenta una hemorragia de intensidad variable, que podría dar origen a una reintervención.

La consulta con el médico es fundamental

Para finalizar, es importante remarcar que si padeces alguno de los síntomas mencionados y crees que puede tratarse de un caso de varicocele, es recomendable que consultes con un especialista. Más allá de que es posible que no requieras tratamiento, nadie mejor que el experto para despejar todo tipo de dudas.


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