Consejos para eliminar la sal de tu dieta y mejorar tu salud

Podemos optar por sustituir la sal por especias y hierbas aromáticas, que le aportarán un sabor diferente a nuestros platos, potenciando su capacidad antioxidante.
Consejos para eliminar la sal de tu dieta y mejorar tu salud

Última actualización: 11 julio, 2023

La sal es un producto que, en exceso, puede resultar perjudicial para la salud. Aunque nuestro organismo la necesita en pequeñas cantidades, lo cierto es que algunos alimentos ya contienen esa dosis diaria necesaria.

En este artículo te explicamos cómo puedes eliminar el exceso de sal de tu dieta y sustituirla por alternativas más saludables. También te daremos algunos tips para potenciar el sabor de tus platos con otros alimentos beneficiosos.

Efectos negativos de la sal

El consumo excesivo de sal común puede provocar los siguientes problemas de salud:

  • Aumenta el riesgo de sufrir hipertensión arterial. Un estudio publicado en la revista ” Advances in Experimental Medicine and Biology” advierte que no se debe de superar el consumo de 5 gramos de sal al día.
  • Provoca retención de líquidos e hinchazón.
  • Aumenta el apetito, lo cual contribuye al sobrepeso. Esto se produce debido a la mejora de las propiedades organolépticas de los platos según la ciencia.
  • Provoca una pérdida de calcio por las vías urinarias y una pérdida de masa ósea progresiva en las mujeres post menopáusicas según varios estudios científicos.
  • A largo plazo provoca un debilitamiento del hígado y los riñones.
Sal

¿Qué cantidad debemos tomar?

Una cucharadita de sal contiene 2 300 mg de sodio, lo cual es más que suficiente en nuestra alimentación diaria. Además, hay que tener en cuenta que los alimentos ya contienen el sodio que necesitamos, por lo que esta cantidad sería la máxima recomendada.

  • También debemos tener en cuenta la sal que contienen los alimentos procesados, como embutidos, quesos, enlatados, comida precocinada, etc.

No todas las sales son iguales

Una de las sales más dañinas para nuestro organismo es la sal común o sal de mesa.

No obstante, podemos encontrar muchos otros tipos de sal que son más saludables, ya que no han sido refinadas y, por lo tanto, contienen una gran cantidad de minerales y oligoelementos que compensan el cloruro de sodio de la sal común.

La sal saludable más habitual es la marina, ya que no ha sido procesada y, por lo tanto, es un alimento mucho más nutritivo si lo consumimos con moderación. Además suele ser rica en yodo, mineral importante en la prevención de problemas de tiroides según los expertos.

También podemos encontrar otras sales, como la del Himalaya, de Guerande, celta, persa, etc. Cada una de ellas tiene diferentes propiedades organolépticas.

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Jugar con las especias

Las especias son una opción excelente para condimentar nuestros platos de manera diferente y original y, de paso, reducir el consumo de sal sin que la comida deje de ser sabrosa.

  • Las especias picantes como la cayena, la pimienta o el jengibre nos ayudan a potenciar el sabor de las recetas a la vez que promueven la secreción de jugos gástricos, lo cual facilita la digestión.
  • Por otro lado, las hierbas como el perejil, la albahaca, el tomillo o el romero contiene una gran cantidad de compuestos fitoquímicos y se pueden incluir en la mayoría de las recetas.
  • Prueba también el curry, la cúrcuma, el pimentón ahumado o el cardamomo y te sorprenderás con los diferentes sabores.

El vinagre y el limón

También podemos potenciar el sabor de las recetas con estos dos alimentos:

El vinagre , en especial el de manzana, es un producto con muchas propiedades para la salud. Podemos tomarlo en cantidades moderadas siempre y cuando no suframos hiperacidez gástrica. Es conveniente no excederse ya que algunas de estas sustancias son ricas en azúcares añadidos.

En cambio, el limón, a pesar de ser un cítrico, lo podemos consumir habitualmente, ya que aporte vitaminas y antioxidantes de calidad. Si conseguimos limones ecológicos podemos rallar su peladura y usarla como condimento, así como congelarla para tenerla siempre a mano.

  • Con limón, vinagre y plantas aromáticas podemos preparar deliciosas vinagretas para potenciar el sabor de cualquier plato.

Sal de apio

Una manera de compensar el sodio de la sal y consumir menos cantidad consiste en preparar una sal de apio casera.

El apio es una excelente fuente de vitamina C, ácido fólico, potasio, vitamina B1, vitamina B6 y fibra. Además contiene cantidades importantes de vitamina B2 y de calcio. Aunque también contiene sodio, el potasio lo compensa y lo equilibra, ayudándonos a reducir la hipertensión arterial.

Ingredientes

  • 200 g de sal marina o del Himalaya.
  • 100 g de apio fresco.

Elaboración

  • Dejaremos secar el apio fresco. Podemos hacer ramilletes y colgarlos bocabajo en un lugar seco y aireado, o bien en el horno. Si lo hacemos al horno pondremos debajo un papel absorbente y lo secaremos a fuego muy bajo.
  • Cuando tengamos el apio seco lo moleremos con la sal y lo conservaremos en un bote de cristal herméticamente cerrado.

¡Para tener en cuenta!

La sal es un producto que permite mejorar las características organolépticas de nuestras preparaciones. No obstante su consumo en grandes cantidades podría ser dañino para la salud a medio y largo plazo.

Por este motivo resulta beneficioso aprender a utilizar las especias como condimentos. De este modo podremos aprovecharnos de su sabor mientras aumentamos el potencial antioxidante de nuestros platos.


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