Cómo controlar los espasmos de la vejiga de forma natural
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Los espasmos vesicales son una contracción repentina del músculo de la vejiga y suelen remitir al mejorar algunos hábitos. Te contamos cuáles son y cómo ponerlos en práctica.
Los espasmos de la vejiga se originan debido a la contracción repentina de los músculos. Esto casi siempre ocurre sin previo aviso, por lo que muchas veces la persona no alcanza a llegar al baño. Esta situación genera goteos involuntarios y, normalmente, viene acompañada de un fuerte dolor que se extiende desde la pelvis hacia la zona abdominal.
Se considera que esta es una de las etapas iniciales de vejiga hiperactiva e incontinencia urinaria, dos trastornos que afectan con regularidad a los adultos mayores. Por fortuna, es un síntoma que se puede combatir de forma natural, gracias a ciertos hábitos y remedios caseros que ayudan a fortalecer los músculos de este órgano. Te contamos cuáles son.
Consejos para controlar los espasmos de la vejiga
Esta condición, en la que se suelen presentar goteos involuntarios, puede hacer que la persona se sienta avergonzada y se aísle para evitar situaciones embarazosas. No obstante, existen ciertas rutinas y remedios naturales que contribuyen a aliviar estos síntomas. A continuación, te mostramos algunos de ellos.
Mejorar los hábitos alimenticios
La alimentación tiene mucho que ver con la salud de la vejiga, en especial, cuando hay riesgo de sufrir espasmos y pérdidas involuntarias de orina. Aunque algunos lo pasan por alto, las sustancias de ciertos alimentos pueden debilitar las paredes musculares del órgano. Por tanto, son posibles desencadenantes de este problema.
Por este motivo, según la Clínica Mayo, es primordial disminuir el consumo o dejar de incluir estos alimentos en la dieta diaria:
El vaciamiento cronometrado es una técnica que permite fortalecer la vejiga para disminuir el número de veces que hay que ir al baño. Consiste, principalmente, en hacer viajes programados al baño, por lo general cada 2 horas, así se irá recuperando poco a poco el control a la hora de orinar.
En un principio, es difícil poner esta rutina en práctica, ya que aguantar puede producir escapes involuntarios de orina. Sin embargo, empezando de manera gradual, es posible extender el tiempo entre las idas al baño.
Adoptar una rutina de ejercicios del suelo pélvico
Los ejercicios enfocados en el fortalecimiento del suelo pélvico ayudan a aumentar la fuerza de las paredes de la vejiga, mejorando su capacidad para retener la orina. Un buen ejemplo son los populares ejercicios de Kegel.
Básicamente, se trata de tensar los músculos de la misma forma en que se trata de detener la salida de orina cuando no hay un baño cerca. De esta manera, se disminuye el riesgo de incontinencia urinaria. Además, se dice que estos ejercicios brindan beneficios en la actividad sexual.
Incrementar el consumo de magnesio
El magnesio es un mineral cuya absorción en el organismo podría contribuir a mantener los músculos en óptimas condiciones. Aunque participa en cientos de funciones del cuerpo, en ocasiones no se obtiene en cantidades suficientes, lo que hace que se produzcan algunos problemas y reacciones inflamatorias en el cuerpo.
Debido a esto, quienes sufren espasmos en la vejiga deberían aumentar su consumo, dado que, de acuerdo a una investigación publicada en el libro Clinical Gynecology, el magnesio puede favorecer al alivio de las contracciones que causan incontinencia. Este mineral se encuentra en los siguientes alimentos:
Salvado de trigo y avena
Semillas de lino y calabaza
Hierbas secas
Cacao en polvo
Frutos secos
Pescado azul
Arroz integral
Evitar el consumo de cigarrillo
No es un secreto que las toxinas que contiene el cigarrillo afectan de forma directa la salud en general. Sin embargo, su incidencia en la vejiga se debe a la tos que produce. Según un artículo de Reviews in Urology, dejar de fumar es necesario para reducir la presión en los músculos del suelo pélvico ejercida por la tos.
Ten en cuenta todas estas recomendaciones para aliviar los espasmos de la vejiga y empieza a mejorar esta condición de forma segura y natural. Si los síntomas persisten o empeoran, lo mejor es consultarlo con el médico para determinar si hay complicaciones y encontrar el tratamiento adecuado.
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