Costillas fracturadas: ejercicios y consejos de recuperación

El manejo del dolor y la fisioterapia respiratoria son los pilares en el tratamiento de las costillas fracturadas. ¿Cómo ayudan estas estrategias a cicatrizar? Lo analizamos.
Costillas fracturadas: ejercicios y consejos de recuperación
Mariel Mendoza

Escrito y verificado por la médica Mariel Mendoza.

Última actualización: 25 mayo, 2023

En las costillas fracturadas hay una ruptura de cualquiera de los huesos que forman parte de la parrilla costal. Puede involucrar a una sola o a varias costillas al mismo tiempo. Además, puede haber una rotura completa o una partición en pedazos muy pequeños.

La causa más habitual de las fracturas costales es por un traumatismo torácico. La mayoría de las veces es un trauma cerrado, es decir, sin que se comuniquen los tejidos internos con el exterior.

Los traumatismos de tórax abiertos responden, en general, a heridas generadas por objetos punzocortantes.

¿Cómo puede ser el traumatismo que cause costillas fracturadas?

Las costillas fracturadas a consecuencia de un traumatismo de tórax pueden aparecer en los siguientes escenarios:

  • Trauma directo: es el caso de los accidentes automovilísticos, las agresiones físicas o las caídas.
  • Repetición: en los deportes de alto impacto o en cuadros de tos crónica. El trauma mínimo a repetición culmina en una fractura por estrés.
  • Trauma indirecto: la rotura en las costillas sobreviene de manera indirecta por un trauma que no impactó en el tórax. Esta transmisión de fuerzas puede suceder también en los accidentes automovilísticos.

Las complicaciones

Las costillas fracturadas en adultos mayores que se caen, tienden a tener como base la osteoporosis. En niños pequeños, son secundarias a la falta de consolidación ósea.

Dependiendo del compromiso de otros órganos, los riesgos y la recuperación pueden ser variables. No obstante, a mayor edad del paciente, mayor es el riesgo de contraer neumonía como complicación.

Síntomas y diagnóstico

Las fracturas de costillas tienden a ser muy dolorosas e incluso interfieren con los patrones de respiración normales. Además, puede evidenciarse lo que se denomina volet torácico. Se produce cuando dos o más costillas sucesivas se fracturan en varios pedazos, lo que crea inestabilidad del tórax.

El resultado es que el pecho se mueve en dirección opuesta al resto de la parrilla costal cuando se hacen inspiraciones profundas. Esto impide la expansión adecuada de los pulmones y se asocia a lesiones pulmonares graves adyacentes.

En el examen físico suele haber dolor a la palpación o al inspirar, toser, estornudar o realizar cualquier maniobra de Valsalva. Las personas suelen verse rígidas al respirar, debido a las molestias.

Se pueden evidenciar hematomas o heridas abiertas sobre el tórax.

Para diagnosticar las costillas fracturadas se hace una radiografía de tórax. No obstante, si la imagen no presenta alteraciones, pero la sospecha es elevada, se debe proseguir con una tomografía computarizada.

Dolor en el pecho por fractura costal.
El dolor torácico intenso de la fractura costal puede confundirse con el de otras enfermedades, como los cuadros cardiacos.

Posibles causas de Dolor de costillas


Consejos para la recuperación de las costillas fracturadas

El tratamiento de las costillas fracturadas incluye control del dolor y ejercicios respiratorios para prevenir complicaciones. La base farmacológica son los antiinflamatorios no esteroideos y la terapia con espirómetro de incentivo.

El proceso de cicatrización suele tardar entre 6 a 8 semanas. Los ejercicios respiratorios se utilizan con la finalidad de mantener la expansión de los pulmones para evitar la acumulación de secreciones, que puede complicarse con la neumonía.



Manejar el dolor es primordial

Las costillas fracturadas pueden ser tan dolorosas, que impidan la adecuada inspiración y la expansión de los pulmones. Es por ello que es necesario el manejo del dolor.

Entre los analgésicos recetados se incluyen los antiinflamatorios no esteroideos (ibuprofeno y diclofenac). Cuando ellos no son suficientes, se agregan opioides, como el tramadol (solo bajo indicación y supervisión médica estricta).

En ocasiones, también se indica gabapentina. De todas maneras, sobre esta opción no hay datos científicos que validen por completo su utilidad. Los relajantes musculares son eficientes para potenciar el efecto de los analgésicos antes mencionados.

En ocasiones, se requieren bloqueos nerviosos o infiltración de anestésicos (lidocaína) para controlar el dolor.

No suele indicarse cirugía, a menos que el desplazamiento de una de las costillas fracturadas perfore el pulmón. En ese caso, se realiza la fijación de las costillas con placas de metal.

Frío local

Se recomienda aplicar compresas frías durante 20 minutos de cada hora, sin interrumpir el sueño, los primeros dos días. Luego se disminuye a 20 minutos, tres veces al día.

Esto contribuye a disminuir el dolor y la inflamación. La compresa fría debe enrollarse en un paño antes de aplicarla, ya que puede causar quemadura de piel.

Reposo activo

Las costillas fracturadas requieren tiempo para cicatrizar. Se recomienda reposo absoluto la primera semana y luego incorporar ejercicios de bajo impacto. Los mismos se suspenden en caso de que aumente el dolor.

No se deben realizar deportes de alto impacto hasta que lo autorice el médico. 

Mantenerse activo tras la primera semana de reposo disminuirá los riesgos de contraer neumonía u otras infecciones respiratorias. Así como disminuye el riesgo de producir émbolos.

Los ejercicios respiratorios son la principal rehabilitación de las fracturas costales

Los ejercicios respiratorios, en conjunto con los analgésicos, son los que realmente ayudarán a cicatrizar las costillas fracturadas. También pueden emplearse los ejercicios de estiramiento de pecho.

Debe ejecutarse de forma lenta y gentil, con un incremento gradual de la dificultad. No obstante, no se debe iniciar ninguna rutina en caso de que el médico indique que no es seguro todavía.

Fisioterapia para las fracturas de costillas.
Un profesional en fisioterapia podrá guiar los ejercicios y recomendar aquellos que se puedan efectuar en la casa.

Uso del espirómetro de incentivo

El espirómetro de incentivo es un dispositivo que ayuda a lograr inspiraciones profundas de manera correcta. Se recomienda cada 1 o 2 horas y realizar de 10 a 15 ciclos de respiraciones.

Durante su utilización se coloca la boquilla del espirómetro de incentivo en la boca, manteniéndola sellada con los labios. El ejercicio consiste en inhalar (inspirar) profundamente. Se debe intentar subir las piezas del espirómetro lo más alto posible. También se puede intentar mantener una de las piezas en el centro.

En pacientes más críticos, una alternativa es la botella de presión positiva. Ha demostrado utilidad cuando hay más de 3 fracturas costales de manera concomitante.

Respiración diafragmática

También conocida como respiración abdominal, permite la expansión completa de los pulmones. El aire inhalado es capaz de ir a lo más extenso del parénquima pulmonar. Esto previene que el aire atrapado cause problemas o complicaciones a futuro.

Respiración en asa de balde

Este tipo de ejercicio respiratorio busca la elevación y la expansión de las costillas. Aumenta el diámetro transversal de la caja torácica, permitiendo inspiraciones más profundas.

Posiciones de yoga

Existen ciertas posiciones de yoga que pueden fortalecer los músculos entre las costillas (músculos intercostales):

  • Cobra o bhujangasana.
  • Gato/vaca o marjaryasana/bitilasana.
  • Perro extendido o adho mukha svanasana.

Deben practicarse con cuidado y bajo la guía de un maestro en la disciplina. El estiramiento excesivo puede empeorar la lesión.

Las costillas fracturadas se recuperan con constancia

Los ejercicios respiratorios y hasta el yoga para las costillas fracturadas necesitan perseverancia. No habrá una cicatrización inmediata. Quizás estas ayudas puedan reducir las molestias, pero es prudente considerar que 6-8 semanas es el tiempo necesario.


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