Criocirugía o crioterapia: ¿qué es y para qué sirve?
En la actualidad, existen diversas opciones de tratamientos para las lesiones malignas y benignas de la piel. La criocirugía o crioterapia es una de ellas, y es de las más recomendadas por sus rápidos resultados.
A la hora de escoger el procedimiento más apropiado se deben tener en cuenta el tamaño, el tipo y la ubicación de la lesión que se quiere tratar. ¿Cuándo se elige la criocirugía? A continuación, lo detallamos.
¿Qué es la criocirugía o crioterapia?
La criocirugía, también llamada crioterapia, es una intervención en la que se destruyen los tejidos a través del uso de nitrógeno líquido a una temperatura acorde para provocar su congelación. Se genera la muerte de la célula por la conversión de su contenido de agua en hielo.
A menudo, se emplean varias técnicas para su aplicación, como pueden ser sprays, aplicadores o por contacto con una punta cerrada. Es un procedimiento poco invasivo que puede eliminar tejido enfermo, incluso si se trata de células cancerosas.
¿Qué se siente durante la intervención?
La persona suele sentir una leve molestia, aunque durante los primeros instantes tras la congelación puede ser un poco más severa. Luego, se genera un edema con la consiguiente consolidación de una ampolla. Su evolución normal es hacia una costra que cicatriza en semanas (según el tipo de lesión será la duración de la cicatrización).
Es un tratamiento bien tolerado en la mayoría de los casos, por lo que solo en casos puntuales se requiere anestesiar las zonas antes de tratarlas. Estudios publicados por la revista American Society for Dermatologic Surgery concluyen que es seguro y efectivo para cánceres de piel no melanóticos, con una alta tasa de curación.
¿En qué casos se puede utilizar?
La criocirugía esta indicada en una gran variedad de patologías dermatológicas, alguna de ellas con más frecuencia que otras. The college of Family Physicians of Canada recomienda su uso en las siguientes:
- Verrugas virales.
- Dermatofibroma.
- Lentigos solares.
- Rinofima.
- Queratosis actínicas.
- Queratosis seborreicas.
- Molusco contagioso.
En síntesis, su uso esta indicado tanto en lesiones benignas como malignas. Suelen requerir 1 o 2 ciclos de congelación y descongelación. Asimismo, se emplea para provocar exfoliaciones superficiales, con propósitos estéticos (criopeeling).
Ventajas de la criocirugía
Una de las principales ventajas de la criocirugía es que se puede aplicar en cualquier persona. Incluso, es apta para los adultos mayores que no pueden someterse a otros tipos de intervenciones quirúrgicas. También es una opción para quienes tienen alteraciones hemorrágicas, marcapasos o que están bajo tratamiento anticoagulante.
Puede realizarse en lesiones que se encuentren sobre zonas cartilaginosas, ya que el cartílago es resistente a la congelación y no se destruye, salvo que se encuentre comprometido por la misma lesión.
Es un procedimiento económico, ambulatorio, operador dependiente, que se puede llevar a cabo en un consultorio sin requerir de un ambiente estéril. Además, una vez terminado, el paciente puede retornar a sus actividades de manera inmediata.
Desventajas de la criocirugía
Es uno de los procedimientos que menos desventajas ofrece, lo que la lleva a ser una de los tratamientos mas realizados en los consultorios de dermatología. Sin embargo, sus pocas desventajas incluyen lo siguiente:
- Sin datos histopatológicos: al destruir la lesión, no permite que se estudie el tejido destruido a través de una biopsia.
- Puede generar discromías: la sensibilidad que poseen los melanocitos al frío genera hipo o hiperpigmentación residual cuando el procedimiento supera los 15 segundos. Asimismo, puede generar cicatrices.
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Cuidados posteriores a la sesión
El médico dará indicaciones de cuidados para realizar en el domicilio luego de la intervención. Es necesario aplicar varias veces por día una crema antiinflamatoria y antiséptica, durante los primeros días posteriores, y una crema humectante durante el primer mes.
No se debe retirar la costra generada, esta deberá desprenderse por sí sola. En caso de haber realizado el procedimiento en un área expuesta al sol, se recomienda el uso de protector solar para evitar la aparición posterior de manchas.
Contraindicaciones de la crioterapia
Hay ciertas áreas en las que no está recomendada la criocirugía, como la zona preorbitaria o periauricular y el surco nasolabial. Estas contraindicaciones se dividen en absolutas y relativas.
Absolutas
La crioterapia está contraindicada de manera absoluta cuando se requiere una histopatología posterior al procedimiento o si hay sensibilidad antes de realizarlo. También se evita cuando los tumores tienen un comportamiento biológico agresivo o si la persona no acepta el riesgo de hiperpigmentaciones residuales.
Según actualizaciones recientes, algunas contraindicaciones absolutas de ciertas patologías son las siguientes:
- Intolerancia al frío.
- Enfermedad de Raynaud.
- Pioderma gangrenoso.
- Crioglobulinemia.
- Deficiencia plaquetaria.
Relativas
Las contraindicaciones relativas engloban las lesiones que no poseen limites definidos, o algunas de las siguientes manifestaciones:
- Carcinomas espinocelulares.
- Neoplasias del cuero cabelludo.
- Tumores localizados en el labio superior, cerca del bermellón.
- Enfermedades autoinmunitarias y del colágeno.
- Lesiones en el borde libre del párpado.
¿Qué hay que recordar sobre la criocirugía?
La criocirugía es un procedimiento poco invasivo que puede facilitar el tratamiento de varios problemas dermatológicos. Para realizarla, es imprescindible contar con un diagnóstico clínico adecuado y determinar qué tipos de lesiones se desean tratar.
En general, se dice que esta intervención está dentro de la regla de las «3 S» (simple, seguro y sencillo). Por supuesto, debe ser aplicada por un profesional para evitar complicaciones.
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