Cromomicosis

Aunque la cromomicosis es originaria de las regiones tropicales y subtropicales, se han encontrado casos en todo el mundo. Esta enfermedad, en todo caso, no es contagiosa
Cromomicosis
José Gerardo Rosciano Paganelli

Revisado y aprobado por el médico José Gerardo Rosciano Paganelli.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 06 julio, 2023

La cromomicosis es una infección micótica crónica de la piel y de los tejidos subcutáneos. Esto quiere decir que es una enfermedad producida por hongos y que tiene una larga duración.

Su principal característica es la formación de unos pigmentos de color negro. Estos aparecen principalmente en los miembros inferiores, especialmente en los pies. A medida que la enfermedad evoluciona, se forman nódulos y placas parecidas a las verrugas. Estas pueden ulcerarse y generar unas masas tumorales en forma de coliflor.

La cromomicosis también se conoce con otros nombres como: enfermedad de Fonseca, enfermedad de Pedroso y Lane, Cromo blastomicosis y dermatitis verrugosa.

Aspectos generales de la cromomicosis

Aspectos generales de la cromomicosis

La primera referencia a la cromomicosis se realizó en 1911. Desde entonces se ha detectado en más de 50 países de todos los continentes. Sin embargo, se han presentado casos aislados en los cinco continentes, por lo que se considera una enfermedad universal.

Esta enfermedad es propia de zonas tropicales y subtropicales, ya que los hongos que la producen crecen usualmente en regiones con una temperatura de 25-28 °C.

Generalmente, la cromomicosis la contraen los habitantes de zonas rurales que no utilizan zapatos. En particular, afecta a quienes realizan crianza de caprinos. Por otra parte, rara vez la padecen los individuos menores de 20 años. De hecho, es más frecuente en varones con edades comprendidas entre los 30 y los 60 años.

Algunas familias tienen mayor predisposición genética a contraer esta infección; aunque cabe destacar que no es una enfermedad contagiosa.

La cromomicosis es una enfermedad poco frecuente, la cual se transmite por contacto con los hongos presentes en las plantas. Por lo general, dicho contacto se produce a través de una lesión, como puede ser un raspón, una punción, cualquier forma de ruptura o abertura en la piel.

Causas y evolución de la cromomicosis

La cromomicosis es transmitida por los hongos dematiáceos, los cuales se caracterizan por producir unas esporas muy resistentes. Tales esporas son diseminadas por el hombre, los animales o por el viento. Así llegan al suelo y se instalan allí, principalmente en la madera y en las plantas.

Una vez contraída, la infección avanza lentamente durante varios años. Esto significa que el hongo requiere un tiempo para adaptarse al huésped. Mientras lo hace, el microorganismo va formando unas estructuras gruesas de color negro. Como consecuencia de ello, aparecen en la piel microabscesos, que eventualmente se convierten en úlceras y luego en pequeños tumores. Si las lesiones cicatrizan, casi siempre dejan el área con deformaciones irreversibles o invalidez parcial.

Los síntomas aparecen en el lugar de la infección, es decir, por donde se adquirieron los hongosEn algunas ocasiones se diseminan por vía linfática a otros lugares del cuerpo. El tiempo de incubación de la enfermedad es muy variable. Se conocen casos que van desde los 2 meses hasta los 40 años.

Aproximadamente, el tiempo promedio entre la aparición de los primeros síntomas y el diagnóstico puede ser hasta de 14 años, con lo cual, este puede no darse siempre en una etapa inicial.

Diagnóstico de la cromomicosis

Diagnóstico de la cromomicosis

El diagnóstico de la cromomicosis se realiza con una prueba de laboratorio. Es necesario tomar una muestra de las costras o las escamas presentes en la piel. Para ello se debe hacer un buen lavado de las lesiones, con agua y jabón. Luego, limpiar con alcohol y entonces proceder a tomar la muestra.
  • Esta se coloca sobre una lámina portaobjetos, junto con una gota de hidróxido de potasio al 30%.
  • Luego se tapa con un cubreobjetos.
  • Se deja en reposo por un lapso de 30 minutos y luego se observa al microscopio. El examen permite determinar si hay presencia de cromomicetos. Si los hay, se diagnostica la cromomicosis.

También es usual que se adelanten cultivos con las muestras de la lesión. En algunas ocasiones, especialmente en pacientes crónicos, se ordenan exámenes de sangre. Estos revelan la presencia de algunos anticuerpos.

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Complicaciones

La principal

Complicaciones

La complicación de la cromomicosis es la sobreinfección bacteriana. Esto es una infección adicional cuyo origen es bacteriano. A partir de la infección, se inflaman los ganglios linfáticos y aparecen unos nódulos muy dolorosos.

Las lesiones de larga duración podrían dar lugar a la aparición de carcinomas espinocelulares. Estos son tumores malignos que aparecen en la piel, particularmente en el estrato espinoso de la misma.

Los carcinomas espinocelulares son peligrosos, ya que fácilmente hacen metástasis hacia otras zonas del organismo. A veces la infección se disemina a través de la sangre. En ese caso hay otras zonas del cuerpo que resultan afectadas; como por ejemplo: los ganglios linfáticos, el sistema nervioso central y los pulmones.


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