
La orina es un líquido que se forma en los riñones después de haber filtrado los desechos orgánicos y el exceso de agua del cuerpo. Desde los riñones sale por los uréteres, uno por cada riñón, hasta la vejiga donde…
Uno de los factores que más determinan la aparición de la artritis reumatoide es el sedentarismo. Para evitarlo, se recomienda practicar ejercicio moderado y llevar un estilo de vida y una dieta saludables.
La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad muy común de tipo progresivo. Muestra algunos signos y síntomas de inflamación, además de destrucción de las articulaciones.
Aunque se tienen evidencias de que esta enfermedad es mucho más común en mujeres, también se ha podido comprobar que hay ciertos hábitos que pueden ser detonantes de este padecimiento.
La artritis reumatoide es una enfermedad inflamatoria que suele afectar a diferentes articulaciones del cuerpo y puede causar daños en cartílagos, huesos, tendones y ligamentos de las articulaciones.
Suele comenzar en la edad adulta y es más común entre las personas mayores.
Es una enfermedad autoinmune, lo que significa que el sistema inmunitario del cuerpo, que normalmente funciona para protegernos de las infecciones, ataca por error a los tejidos.
Las causas subyacentes pueden cambiar, debido a que existen más de cien tipos diferentes de artritis.
Dependiendo del tipo de artritis los síntomas pueden variar. Sin embargo, los pacientes suelen presentar dificultad para mover la articulación, dolor, rigidez e hinchazón.
Es muy importante acudir al médico, ya que el tratamiento precoz puede limitar el daño a las articulaciones afectadas.
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Mario Cardiel Ríos, un reconocido especialista reumatólogo, asegura que pueden existir diferentes factores a nivel ambiental que pueden tener alguna relación (directa o indirecta) con el desarrollo de esta enfermedad.
Los hábitos y las condiciones que se asocian con mayor frecuencia en el desarrollo de la artritis reumatoide son:
De esta manera, quienes deseen prevenir o controlar la enfermedad deben hacer con urgencia un cambio en su dieta.
Lo primero es reducir al máximo el consumo de refrescos, aceites y harinas. Además, es muy importante que las personas sean conscientes de la importancia que tiene el consumo de alimentos ricos en antioxidantes y de omega 3.
También las frutas son alimentos naturales que debemos consumir con más frecuencia. Nos brindan una gran variedad de vitaminas y tienen la capacidad de ayudarnos a limpiar el organismo de toxinas.
Por otro lado, los genes desempeñan un papel crucial en el desarrollo de la enfermedad. Se cree que los genes generan, en algunas personas, una tendencia a incrementar el riesgo de desarrollar AR.
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El tratamiento de la AR se basa fundamentalmente en medicamentos adaptados a las necesidades del paciente. Así, se tiene en cuenta la gravedad de la artritis, si existieran otras afecciones clínicas y su estilo de vida.
Normalmente, estarán indicados para:
Como hemos mencionado, uno de los factores que pueden ayudar a adquirir con mayor frecuencia esta enfermedad es el sedentarismo.
Por lo tanto, la recomendación más importante es incluir en nuestra rutina un buen ejercicio que, además de agradarnos, nos haga sentir bien.
Uno de ellos puede ser la natación y otros ejercicios acuáticos, o simplemente caminar por lo menos media hora todos los días. Con esto lograremos activar las articulaciones, evitando las enfermedades degenerativas.
Hay que tener en cuenta siempre que un estilo de vida saludable es esencial para mantener la buena salud.
Incluir cantidades abundantes de frutas y vegetales en nuestra alimentación diaria y practicar algún tipo de ejercicio físico es realmente importante para mantenernos sanos, activos y flexibles durante más tiempo.
De esta manera, el paso de los años no será tan evidente y gozaremos de una mejor calidad de vida.