¿Cuándo hay que visitar un psicólogo de parejas?

Todavía existe resistencia de algunas personas para visitar un psicólogo de parejas porque creen que es solo para personas con problemas mentales o no reconocen que tienen un verdadero y profundo problema en la relación.
¿Cuándo hay que visitar un psicólogo de parejas?
Bernardo Peña

Revisado y aprobado por el psicólogo Bernardo Peña.

Escrito por Bernardo Peña

Última actualización: 25 mayo, 2023

Visitar un psicólogo de parejas es un acto de amor por uno mismo y por la persona que queremos. Cuando se inicia el compromiso con alguien, lo que menos se imaginan es que alguna vez necesitarán la ayuda de un profesional. Pero la convivencia, las inseguridades, el estrés y cientos de factores pueden ocasionar problemas en las relaciones de pareja.

Comienzan las discusiones, el desinterés por parte de uno o de ambos miembros y volver a casa se torna un martirio. Generalmente, lo primero que hacen las personas es buscar culpables de la discusión de ese momento. Pero la cuestión de fondo no se trata y va ganando terreno. Algunos logran conversar y buscar alternativas para salir adelante.
Ser sinceros con lo que sienten es lo primero que deben hacer. Tomar un tiempo juntos para identificar las verdaderas causas de este mal trance de la pareja. Dejar el orgullo y el egoísmo de lado para que el amor no se vea intoxicado. Suena muy lindo y fácil, pero la mayoría de las veces realmente no sucede.

En la mejor de las situaciones intentan pedir consejos a los seres más cercanos y la mayoría de las parejas termina en divorcio. Los amigos o familiares no tienen la suficiente subjetividad ni las herramientas para guiarlos. Por lo que, si no desean terminar con la relación, visitar un psicólogo de parejas es la opción más sana. Y lo que suceda luego serán con la consciencia y la satisfacción de haberlo intentado.

Cuándo es necesario visitar un psicólogo de parejas

A continuación te ofrecemos las causas más frecuentes por las que se puede visitar a un psicólogo de parejas, así como una explicación sucinta a cada una de ellas.

1. Acuerdo mutuo

Visitar a un terapeuta de parejas
El resultado de la terapia de parejas está condicionado por el compromiso de ambos. Por tanto, es imprescindible que los dos estén de acuerdo en visitarlo y aplicar los cambios.

Ambos están convencidos de buscar ayuda profesional. Tal vez, uno sea el que sugiera, pero los dos tienen que estar convencidos. El objetivo común es salvar la pareja y tienen que estar dispuestos a escuchar al otro. Seguramente, habrá minutos de tensión o de dolor hasta encontrar el verdadero motivo. Pero también saben que están allí para recuperar la antigua relación o, mejor aún, generar una mejor.

Además, el mero hecho de haberse puesto de acuerdo para visitar conjuntamente al psicólogo ya es un paso, que indica madurez y responsabilidad. Por lo tanto, debe valorarse como corresponde.



2. Dificultades en la comunicación

La manera en que se comunican o interpretan los mensajes del otro pueden generar serios problemas. Incluso, llegar a una severa falta de diálogo. Sentir que la otra persona no escucha o no tiene en cuenta los planteamientos termina en una relación silenciosa. Si no hay comunicación, no hay manera de saber lo que sienten o necesitan para ser felices.

3. Estar en soledad viviendo en pareja

A muchas personas les sucede que se sienten en extrema soledad teniendo su pareja al lado. Falta de afecto o de contención son las sensaciones primarias. Pero hay algo allí que no funciona y no permite la felicidad del otro.



4. La llegada de los hijos está generando problemas

Visitar a un consejero de pareja
La consejería de parejas no solo es útil para episodios de infidelidad, como a menudo se piensa. Cualquier evento que trastoque la dinámica de la pareja se puede abordar de la mano de un profesional.

En algunas parejas, cuando llegan los hijos, la relación se modifica por completo. Se ven como dos desconocidos que no logran congeniar en nada. A veces, uno de los integrantes se siente desplazado o desautorizado. Otras, ponen toda su energía en los cuidados del nuevo integrante y olvidan su intimidad.

5. Disminuye el deseo sexual

El paso del tiempo suele convertir las relaciones sexuales en un trámite rutinario que cumplen como una cláusula obligatoria. Se ocupan tanto de buscar un desarrollo profesional o de conseguir otros objetivos que el sexo pasa a un tercer plano. Hay amor y compromiso por pasar el resto de sus vidas juntos, pero no encuentran esa conexión necesaria en la cama.

6. Se pierde la confianza

La confianza es uno de los pilares de las relaciones de pareja. Puede perderse por infidelidades o mentiras descubiertas. Si se rompe es probable que todo el tiempo caigan en discusiones. El compañero puede decirles la verdad. Incluso, hacer todo lo posible para que sean felices. Pero si no se logra creerle siempre encontrarán el motivo para desconfiar.

Beneficios de visitar un psicólogo de parejas

  • Recuperar las ganas de compartir con otra persona.
  • Fortalecer el diálogo y la alegría del noviazgo.
  • Prevenir o resolver otros posibles conflictos que surjan más adelante.
  • Evitar que la relación se vuelva tóxica y genere un daño psicológico para todos.

Lo fundamental es no dejar pasar demasiado tiempo antes de visitar un psicólogo de parejas para tener resultados positivos más rápido. Además, identificar si verdaderamente vale el esfuerzo y es la persona con la quieren estar por siempre.


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