Descubre cómo prevenir la neuroinflamación por depresión

La neuroinflamación es una condición que puede derivarse de la depresión, así como del estrés. Te damos algunos consejos para cambiar tu estilo de vida y así tratar de evitarla.
Descubre cómo prevenir la neuroinflamación por depresión
Bernardo Peña

Revisado y aprobado por el psicólogo Bernardo Peña.

Última actualización: 06 julio, 2023

La neuroinflamación por depresión es más común de lo que pensamos. Ahora bien, ¿de qué estamos hablando en realidad? La neuroinflamación es una respuesta cerebral innata que nos permite protegernos de estímulos nocivos. No obstante, es una solución de urgencia que dista mucho de ser saludable.

¿Cuáles son estos estímulos de los cuales nos protege la neuroinflamación? Algunos de ellos son el estrés crónico o leve o determinados traumas. No obstante, el estímulo que hoy nos compete es la depresión. ¿De qué manera podemos prevenir la neuroinflamación por depresión? Hoy daremos algunas pinceladas sobre cómo se puede lograr todo esto.

¿Cómo prevenir la neuroinflamación por depresión?

Como indica la literatura científica, la neuroinflamación es un proceso cerebral innato que se activa solo, tras un esfuerzo notable del sistema inmune. Por eso es importante tener en cuenta que no podemos prevenir la neuroinflamación como tal, pero sí es cierto que factores como el estrés podrían tener un papel en su aparición. Por lo tanto…

1. Reducir el estrés es lo más importante

7 consejos para manejar el estrés financiero

El estrés es una de las causas de depresión que pueden causar neuroinflamación. No obstante, en un mundo que cada vez se mueve más rápido y que induce al ser humano a que vaya a su ritmo, el estrés se ha instalado en nuestra vida como algo “natural” cuando no lo es.

Es normal que nos sintamos estresados en determinadas ocasiones. Incluso, puede llegar a estimularnos, a favorecer nuestra productividad, a activarnos. Sin embargo, cuando el estrés se vuelve crónico y nos afecta de manera negativa a nuestra vida, es necesario que le prestemos atención.

¿De qué maneras podemos reducir el estrés diario? Pues bien, para ello, vamos a exponer algunos consejos que pueden ser de ayuda:

  • Sé asertivo: aprende a decir “no” cuando no puedas o quieras hacer algo. Así evitarás acumular tareas y responsabilidades a las que no les puedes dar cabida.
  • Aprende a delegar: no tienes que cargar con el trabajo tú solo. Si te ves sobrepasado, pídele ayuda a un compañero de trabajo o un amigo. Seguro que están dispuestos a echarte una mano.
  • No exageres el estrés: puede que el estrés sea fruto de unos pensamientos demasiado exagerados sobre una situación. Pon los pies sobre la tierra y analízala de la manera correcta.
  • Deja de pensar en el futuro: está bien que tengas la mirada en el futuro, pero no que vivas en constante ansiedad adelantándote a lo que aún no ha ocurrido. Ponte manos a la obra, ahora.

2. Eliminar los pensamientos obsesivos

Mujer respirando para relajarse
Un modo de manejar el colapso mental es aprender técnicas de resolución de problemas. Además, es conveniente practicar técnicas de relajación.

Otra manera de reducir el estrés es eliminar los pensamientos obsesivos. Si tendemos a darle muchas vueltas a las cosas y nos sumergimos en pensamientos que giran y giran sin parar, es mejor ponerle solución a esto.

Los pensamientos obsesivos pueden generar mucho estrés. Es importante saber de dónde viene, si nos están siendo útiles y si están ahí porque nos estamos quedando en la mente, en vez de actuar y tomar decisiones.

En este caso, no se trata de huir o de reducir los pensamientos, sino de enfrentarlos de la manera más inteligente. No rumies una idea, exprésala. Si te obsesiona algo con una persona, habla con ella. No te quedes sin hacer nada.

Imagina que tienes un gran miedo a quedarte solo, a que tu pareja te abandone. Pues no te quedes rumiando sobre ello, amargándote, temeroso. Háblalo con tu pareja y, después, con un profesional que te permita afrontar ese miedo de tu vida.

3. Cambia tus hábitos de vida

Estiramientos después del ejercicio.

Investigaciones como la llevada a cabo en 2015 por un equipo de investigadores de la Universidad de Lisboa ponen de manifiesto la relación entre los síntomas depresivos y la neuroinflamación.

Es por eso que lo mejor en este caso es llevar un estilo de vida saludable que mantenga alejados los síntomas depresivos. La mejor manera de hacerlo, además de tratar todo lo anterior, es modificando nuestros hábitos de vida. Algunos consejos que podrían servirte para ello son los siguientes:

  • Hacer ejercicio: esto podría ayudarte a estar más positivo y alegre, a que reduzcas tu estrés y que te sientas mejor contigo mismo. Sin duda, es una actividad importante contra la neuroinflamación por depresión.
  • Realizar prácticas de relajación: prueba algo nuevo y adéntrate en el mundo del yoga y la meditación. Esta dos prácticas te permitirán conocerte mejor y gestionar de una manera más saludable tus emociones.
  • Alimentarse de manera saludable: comer de manera sana te hace sentir mejor, algo que no sucede si optas por la comida basura y hábitos nocivos como el exceso de alcohol o fumar.

Neuroinflamación por depresión: un nuevo estilo de vida

Como decíamos, prevenir la neuroinflamación por depresión como tal no es posible, pero existen algunas medidas que podemos tomar. ¿Qué tal si empezamos a apostar por un nuevo estilo de vida? ¿Nos atrevemos a cambiar?


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • Courtet, P., Ducasse, D., & Giner, L. (2015). Neuroinflamación en las conductas suicidas. Repercusiones clínicas y sociales de la conducta suicida. Encuentros en Psiquiatria. Enfoque Editorial, Madrid, 29-47.
  • Gárate Pérez, I. (2012). Estudio sobre el papel de la vía del receptor TLR-4 en la neuroinflamación inducida por estrés (Doctoral dissertation, Universidad Complutense de Madrid).
  • Guerrero, J. A. J. Estrés, neuroinflamación y neurotransmisión. Omega3, 4.
  • Brites, D., & Fernandes, A. (2015). Neuroinflammation and depression: microglia activation, extracellular microvesicles and microRNA dysregulation. Frontiers in cellular neuroscience, 9, 476.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.