Prácticas como el Minfulness pueden ayudarnos a reducir la ansiedad por comer. No obstante, es recomendable contar siempre con ayuda experta y profesional.
¿Qué hay detrás de la ansiedad por comer? A la mayoría nos es conocida esta realidad. En ocasiones, pasamos épocas en nuestra vida en que comemos más de la cuenta.Y no solo eso.
Lo hacemos llevados por una inexplicable ansiedad, la misma que abre un vacío en nuestro estómago y que nos obliga a picotear esos snacks salados, a acudir a la nevera por las noches cuando deberíamos estar durmiendo, o a detenernos en esa cafetería que tiene esos pasteles tan apetecibles…
¿Por qué lo hacemos? ¿Qué hay detrás de la ansiedad por comer? ¿La comida nos aporta, quizá, esa felicidad que no encontramos en la vida diaria? Ahondemos en este tema para poder llegar a varias conclusiones.
¿Ansiedad por comer o comer por ansiedad?
«Cuando estoy preocupada o tengo ansiedad, me da por comer más». Seguro que has oído esto más de una vez, e incluso es posible que tú mismo lo hayas sufrido. Son procesos que se convierten, en ocasiones, en círculos viciosos. Al sentirnos más ansiosos, comemos más pero, a su vez, al subir de peso y ver cómo cambia nuestro cuerpo, nos sentimos aún peor.
Es un problema muy común que nos obliga, a veces, a hacernos la clásica pregunta de «¿Pero realmente tengo hambre? ¿Me voy a comer esto porque mi cuerpo lo necesita o lo hago solo por placer? ¿O por cubrir un vacío que no sé muy bien cómo explicar?»
Bien, en primer lugar hemos de decirte que el simple hecho de que te hagas estas preguntas ya es algo positivo; hay una clara intencionalidad de averiguar qué produce este comportamiento. No obstante, hay quien ni siquiera se lo plantea y sigue comiendo de modo desmesurado.
Las emociones y nuestra ansiedad por comer
Podríamos decir que detrás de la ansiedad por comer hay siempre un componente emocional.
La comida se convierte en un modo de obtener una satisfacción rápida, de disfrutar por un momento de algo muy dulce, de un capricho salado, de algo sabroso y rico en grasas que nos llena y deleita durante un breve instante.
El dulce nos hace subir las endorfinas y es un pequeño placer que, a veces, cubre esos problemas emocionales.
La relación comida-emociones cuenta con gran evidencia clínica. Estudios como el llevado a cabo en la Universidad de Jerusalem, nos revelan el riesgo existente entre nuestro malestar y el riesgo de sufrir trastornos alimentarios.
Una autoestima baja, la insatisfacción laboral o relacional nos abocan a este tipo de dinámicas donde la comida se convierte en una vía de escape, en un modo de hallar un bienestar puntual, pero efímero.
¿Cómo controlar la ansiedad por comer?
1. Encuentra el origen
En primer lugar, y como es lógico, lo primero que debemos hacer es averiguar el origen de esa ansiedad por comer. ¿Es por el trabajo? ¿Tienes un problema con tu pareja? ¿Hay algo de ti mismo que no te gusta?
Clarifica los orígenes.
Acepta esa realidad personal que te aboca a comer de forma poco saludable.
Genera cambios, no dudes en pedir ayuda profesional y experta para afrontar el origen de esa ansiedad.
Evalúa los avances.
Tal vez sea el momento de coger fuerzas, ser valiente y asumir riesgos para ser más felices, para encontrarnos bien.
2. Escucha a tu cuerpo
¿Sientes hambre de verdad? Pregúntate siempre esto cada vez que piques entre horas, porque lo que te está pidiendo tu cuerpo no es comida. Lo que te pide es que soluciones lo que te preocupa y que dejes de engañarlo con dulces y picoteos continuos. Tu hambre no siempre es real.
3. Mindfulness
Los beneficios del mindfulness para reducir la ansiedad cuentan con gran respaldo científico. Así, la Universidad de Psicología de Boston, por ejemplo, realizó un estudio donde demostrarban lo siguiente:
Elmindfulnessnos ayuda a estar más conectados con nuestras necesidades físicas, mentales y emocionales.
Mejoramos la conexión con nosotros mismos para establecer cambios.
Reducimos el estrés y el nerviosismo.
La respiración lenta y profunda nos confiere calma mental para gestionar mejor los estados de ansiedad.
4. Cuida tu alimentación
Está demostrado científicamente la relación entre una mala dieta y trastornos de ansiedad. Y así lo evidencia este artículo publicado en el International journal of endocrinology.
Existen alimentos muy adecuados para reducir la sensación de ansiedad. Sus efectos en nuestra química cerebral pueden ser muy beneficiosos. Toma nota.
Son varias las investigaciones que señalan que la actividad física, como salir a caminar con regularidad, ayuda a mantener la mente despejada y reduce el estrés y la ansiedad.
Pocas cosas pueden ser tan terapéuticas como darnos un largo paseo de una hora al aire libre. Te ayudará a relativizar problemas, a aliviar ansiedades, a poner en marcha tu corazón y a liberar tu mente. Después de ese paseo, empezarás a ver las cosas de otro modo. Vale la pena intentarlo.
Para concluir, a la hora de reducir la ansiedad por comer es necesario tomar contacto con nuestras necesidades emocionales.
Contar con ayuda experta y profesional es lo mejor en estos casos. No dudes en dar respuesta a estos estados para evitar situaciones que poco a poco, escapan más de nuestro control.
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Licenciada en Psicología por la Universidad de Valencia en el año 2004. Máster en Seguridad y Salud en el trabajo en 2005 y Máster en Mental System Management: neurocreatividad, innovación y sexto sentido en el 2016 (Universidad de Valencia). Número de colegiada CV14913. Realizó el curso Nutrición y obesidad: control de sobrepeso, ofrecido por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Estudiante de Antropología Social y Cultural por la UNED.
Valeria Sabater ha trabajado en el área de la psicología social seleccionando y formando personal. A partir del 2008 ejerce como formadora de psicologíae inteligencia emocional en centros de secundaria y ofrece apoyo psicopedagógico a niños con problemas del desarrollo y aprendizaje. Además, es escritora y cuenta con diversos premios literarios.
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