Día Mundial del Ictus: unos minutos pueden salvar

En la recuperación del ictus es clave el tiempo en el que el cerebro pasa sin flujo sanguíneo. La pérdida de las neuronas por hipoxia es irreversible, lo que ocasiona discapacidades físicas y cognitivas.
Día Mundial del Ictus: unos minutos pueden salvar
Mariel Mendoza

Escrito y verificado por la médica Mariel Mendoza.

Última actualización: 10 julio, 2023

El Día Mundial del Ictus tiene fecha cada 29 de octubre, con el objetivo de aumentar la visibilidad sobre este problema. De acuerdo con la Organización Mundial del Ictus, 1 de cada 4 adultos experimentará el trastorno en algún punto de su vida.

En pocas palabras, se produce cuando hay bloqueo total o parcial del flujo sanguíneo hacia el cerebro, con el consiguiente daño temporal o permanente a las neuronas. El ictus es la primera causa de discapacidades graves y la segunda causa de muerte por enfermedad en adultos.

La celebración del Día Mundial del Ictus busca reforzar la idea de que este problema es prevenible y hacer eco de que “el tiempo es cerebro”. Esta frase denota que el ictus es una urgencia inmediata.

¿Por qué un Día Mundial del Ictus?

La Organización Mundial del Ictus celebró la primera jornada en 2006. La misión de esta organización es promover la investigación y la educación sobre el ictus para mejorar el cuidado de las víctimas de este a lo largo del mundo.

Mientras mayor sea la visibilidad y el tratamiento disponible, los pacientes serán tratados antes, de forma oportuna, disminuyendo el porcentaje de discapacidades asociadas. La conmemoración del día pretende educar sobre los factores de riesgo asociados que, en su mayoría, son prevenibles.

La frase “el tiempo es cerebro” hace alusión a la pérdida de la función neuronal por cada segundo pasa sin iniciar el tratamiento después de la disminución del flujo sanguíneo. El cerebro tiene aproximadamente 120 millones de neuronas. Al sufrir un ictus, en tan solo 1 minuto se pierden casi 2 millones de estas células.

Además, cada hora que no se atiende a la persona, su cerebro envejece 11 años. La reducción de la función neuronal es irreversible y es lo que ocasiona las discapacidades posteriores.

Neuronas que mueren en el ictus.
Las neuronas tienen una nula o ínfima capacidad de regeneración, por lo que su daño es irreversible.

¿Qué es un ictus?

También conocido como accidente cerebro vascular, derrame cerebral o apoplejía, es una pérdida de las funciones cerebrales como consecuencia de la interrupción total o parcial del flujo sanguíneo al cerebro. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el ictus es un síndrome clínico de desarrollo rápido debido a una perturbación focal de la función cerebral de origen vascular.

El ictus se clasifica en dos grupos:

El compromiso de la llegada de sangre al cerebro produce afectación en la función cerebral. Las manifestaciones clínicas dependerán del lugar y el tamaño de la lesión, así como de la duración de la interrupción sanguínea.

Síntomas

Los síntomas presentes en el ictus son múltiples y variables. La mayoría son de tipo neurológico y aparecen con rapidez.

Los más frecuentes son los siguientes:

  • Pérdida brusca de fuerza, entumecimiento o parestesias en la cara o las extremidades. Puede afectar a un mismo lado del cuerpo o a todo el organismo. Lo más característico es la desviación de la comisura labial.
  • Aparición de confusión o dificultad para comprender o hablar.
  • Problemas de visión, ceguera o visión doble.
  • Dolor de cabeza inesperado e inusual, de gran intensidad y sin causa aparente.
  • Pérdida súbita del equilibrio o déficit de la marcha.
  • Disminución de la sensibilidad de la piel.
Ante cualquiera de estos síntomas debe acudirse de inmediato a emergencias.

Factores de riesgo asociados al ictus

Las personas que fuman, que padecen hipertensión arterial o diabetes, que tienen colesterol alto u obesidad, tienen mayor riesgo de sufrir un ictus. Por ejemplo, quienes sufren obesidad poseen hasta 12 % más de riesgo que el resto de la población.

Otros riesgos asociados son la presencia de arritmias cardíacas, el consumo de alcohol y llevar una vida sedentaria. Por lo tanto, queda claro que el ictus puede prevenirse hasta en un 90 % de los casos.

Las medidas inmediatas serían las siguientes:

  • Ejercitarse de forma regular.
  • Llevar una nutrición adecuada.
  • Suspender el consumo de alcohol y tabaco.
  • Controlar los factores de riesgo cardiovascular.


El tratamiento temprano es clave

Una actuación rápida en la fase aguda mejora el pronóstico.

El tratamiento del ictus dependerá de las características del paciente. Suelen emplearse trombolíticos para diluir la sangre y aumentar el flujo en caso de enfermedades cerebrovasculares isquémicas.

Sin embargo, luego del restablecimiento del flujo sanguíneo, resta la rehabilitación. Esta enfermedad es la principal generadora de discapacidad física y cognitiva. Alrededor de un cuarto de los pacientes que sufren una apoplejía, continúan con deterioro severo a largo plazo.

Es la segunda causa de demencia a nivel mundial.

El manejo de los factores de riesgo, junto al uso de estatinas para disminuir los niveles de colesterol y prevenir la ateroesclerosis, así como antiagregantes, es clave en pacientes con riesgo vascular. En caso de presentar alguna patología que aumente la posibilidad de un tromboembolismo, se recomienda añadir anticoagulantes.

Rehabilitación de un ictus.
La rehabilitación tras un ictus demanda mucho tiempo y la participación de un equipo multidisciplinario.

El precioso tiempo en Día Mundial del Ictus

Este año 2022, el Día Mundial del Ictus mantiene el foco en la importancia de conocer los síntomas y signos para preservar el precioso tiempo disponible. Continuando con la campaña iniciada en 2021 de que los minutos pueden salvar vidas, la jornada es un llamado a la población general y a los servicios de emergencia.

Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en mujeres y la segunda en hombres. También son causa de discapacidad y más de un cuarto de los pacientes con ictus llegarán a tener una discapacidad grave.

Alrededor de la mitad de los pacientes desarrollan demencia luego del ictus.

Conocer los síntomas permite un diagnóstico temprano y oportuno. Se puede evidenciar que se cae un lado de la cara o que se tiene pérdida de fuerza o sensibilidad en un lado del cuerpo. También los problemas para hablar o para entender y la alteración de la visión son alarmas.

Ante la sospecha se puede pedir a la persona que sonría, que levante los brazos o que responda preguntas sencillas. La falla en estas tareas es una advertencia para actuar rápido. Lo más importante es llamar al servicio de urgencias.

Ejercitarse de forma regular, suspender el consumo de alcohol y tabaco, y llevar una nutrición adecuada, ayudarán a no formar parte de las estadísticas. También en la prevención, cada minuto cuenta.


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