Dieta y suplementos para el cambio de estación

Cada estación trae consigo cambios de temperatura, ambiente y presión. Una alimentación adecuada ayudará a nuestro cuerpo a adaptarse.

Cada cambio de estación afecta de manera particular a nuestro cuerpo, por eso debemos prestar una especial atención para ayudarlo a llevar mejor los cambios de clima, presión y ambiente.

Muchas personas notan que durante el cambio de estación, especialmente en otoño y primavera, algunas enfermedades se agravan, aparecen alergias, se cae el cabello, se seca la piel, etc.

Por eso es especialmente importante que cuidemos nuestra alimentación y que valoremos tomar algún suplemento natural.

La medicina china y el cambio de estación

La medicina china contempla toda una especialidad en las alteraciones que el cuerpo experimenta durante los cambios de estación y como el clima y el ambiente afectan a la salud.

Para ayudar al organismo a adaptarse a esta variable ha adoptado una serie de recomendaciones para las diferentes temporadas.

Recuerda que, ante cualquier duda nutricional, debes preguntar a tu médico. Si sigues sus recomendaciones, ninguna estación podrá causarte ningún tipo de malestar.

Otoño

En otoño se recomienda consumir alimentos de temporada, como los frutos secos (avellanas, castañas o nueces) y llevar una dieta equilibrada. Múltiples estudios afirman que la más sana es la dieta mediterránea, ya que incluye todos los elementos esenciales para una buena nutrición.

Otro alimento recomendado (aunque suele consumirse más en invierno) es la pera, que, según algunas investigaciones, también parece ser muy beneficiosa en la disminución del riesgo de accidente cerebrovascular. De la misma forma, este mismo estudio avala que esta fruta protegería contra la diabetes tipo 2.

También es recomendable preparar a nuestro cuerpo para la estación con infusiones. Al ser época de gripe, nada mejor que las bebidas hechas a partir de de miel o jengibre, que ayudarán a suavizar los síntomas del virus.

Invierno

Al igual que en otoño, en invierno el cuerpo es particularmente susceptible a contraer enfermedades como la gripe, irritación de garganta y problemas respiratorios.

También el invierno está ligado al riesgo de anemia debido a la intolerancia al frío. En estos casos la deficiencia de hierro baja la hemoglobina y causa la anemia.

Las carnes, especialmente las guisadas, tienen alto contenido de hierro. No obstante, también para quienes prefieren otro tipo de alimentos, las legumbres, las espinacas, el brócoli y el chocolate negro son una buena fuente de este mineral.

Además de elevar los glóbulos rojos, el hierro oxigena la sangre y ayuda a la función respiratoria. Los azúcares, por su parte, dan energía y estimulan el sistema inmune durante el invierno, aunque las cantidades deben ser limitadas.

Primavera

La primavera es la época de las alergias y los resfriados. El florecimiento de las plantas del cambio de estación trae consigo una carga de partículas alergénicas en el aire.

Diversos estudios afirman que la miel contribuye a mejorar ciertos síntomas del resfriado. Los comprimidos con demulcentes y agentes balsámicos son muy recomendados (como por ejemplo, los caramelos de miel o eucalipto).

Tambien son buenos aliados en estas épocas algunas infusiones, como el té de ortiga, la manzanilla, el eucalipto o el té verde.

Los probióticos ayudan a estimular el sistema inmune, por eso son recomendables en primavera alimentos como el yogurt, el Kefir, el chocrut, los pepinos encurtidos o bebidas como la kombucha.

Los cítricos como el limón y la naranja tienen un alto grado de vitamina C que también ayuda a combatir las alergias respiratorias.

Verano

La Fundación Británica del Corazón alerta de que el verano es la época en la que se dan más problemas cardiovasculares debido a la rápida deshidratación.

En verano se recomienda mantener el cuerpo hidratado, no solo bebiendo agua con frecuencia sino también con alimentos que contengan líquido.

Las frutas como el melón, la sandía, o simples jugos de fruta, ayudan a mantener el cuerpo hidratado. También ayudan las ensaldas frescas con tomate y pepinos, o sopas frías como el gazpacho o el salmorejo. No se recomienda bebidas azucaradas.

Limpiar el organismo

Como conclusión, debemos permitir que el cuerpo cumpla correctamente sus funciones en cada cambio de estación. Para ello podemos ayudarnos:

• A través del sudor eliminamos sustancias tóxicas, por lo que conviene hacer ejercicio habitualmente y beber agua durante todo el día.
• Con infusiones depurativas (diente de león, bardana, tila, cardo mariano…) ayudamos al hígado, riñones y piel.
• Es fundamental evitar el estreñimiento.
• Podemos consumir fruta madura, verduras, alimentos integrales y frutos y frutas secas.
• También podemos poner en remojo durante toda la noche una cucharadita de semillas de lino, y tomar el agua y las semillas por la mañana en ayunas.