Diferencia entre alergia e intolerancia a los alimentos

Todos hemos oído hablar de alergias e intolerancias alimentarias, muy comunes hoy en día y que parece van en aumento. Sin embargo, mucha gente no sabe cuál es la diferencia entre ambos términos y los confunden.
Diferencia entre alergia e intolerancia a los alimentos
Nelton Abdon Ramos Rojas

Revisado y aprobado por el médico Nelton Abdon Ramos Rojas.

Última actualización: 11 julio, 2023

Todos hemos oído hablar de los conceptos de alergia e intolerancia alimentarias, ya que es un tema común hoy en día. Presentar reacciones adversas después de ingerir ciertos alimentos no es extraño y muchas personas lo padecen. Sin embargo, mucha gente no conoce la diferencia entre alergia e intolerancia a ciertos alimentos.

Aunque algunos alimentos pueden provocar reacciones adversas, no todas las reacciones adversas son consideradas alergias. En realidad, aproximadamente solo el 10 % de la población padece alergias alimenticias.

A grandes rasgos podemos decir que, se trata de una alergia cuando el organismo ha identificado una sustancia como una amenaza; y cuando el organismo no es capaz de procesar alguna sustancia o digerir el compuesto de algún alimento (o grupo de alimentos), entonces se trata de una intolerancia

Alergias

Piel con síntomas de reacción alérgica

La alergia tiene lugar cuando el cuerpo identifica como algo extraño a una sustancia que, en principio, es inofensiva. En este caso, interviene el sistema inmunitario, que genera malestar y en casos más graves síntomas más severos. Entre los síntomas provocados por una alergia se encuentran:

  • Producción de histamina y otras sustancias con acción inflamatoria.
  • Molestias cutáneas: picazón en la piel y sarpullidos.
  • Molestias digestivas: dolores, vómitos, diarrea, etc.
  • En los casos más graves se puede producir una grave reacción anafiláctica que provocaría la inflamación de las vías respiratorias. Esto puede provocar la asfixia e incluso la muerte de la persona que lo padece.

Debido a la peligrosidad de la alergia, es muy importante que se diagnostique adecuadamente y que se cumpla la normativa con respecto a los alimentos: el Anexo II del Reglamento 1169/2011 y Real Decreto 123/2015.

Según esta normativa, se deben declarar la presencia de alguno de los 14 alérgenos presentes en los alimentos que consumimos. Entre los alimentos que provocan más reacciones alérgicas se encuentran los cacahuetes, el pescado, las ostras, el trigo, la leche, los huevos y la soja.

Además, las personas que tengan diagnosticada una alergia grave puede que necesiten llevar siempre consigo una jeringuilla precargada de adrenalina. De esta forma, esta jeringuilla se usaría como una primera intervención en caso de una reacción anafiláctica.

Ser alérgico a un alimento es una condición poco común, sin embargo, es muy conocida debido a que se suelen intercambiar los términos de alergia e intolerancia e incluso se usan indistintamente.

Intolerancia

Las intolerancias, por otro lado, se dan cuando el organismo es incapaz de digerir de forma correcta algún componente de un alimento. Un ejemplo muy común de intolerancia es la intolerancia a la lactosa.

Una intolerancia no supone un peligro para la vida de una persona. Sin embargo, puede provocar que la persona se encuentre mal y que los síntomas afecten, a su vez, a su estado psicológico.

Además, debido a que la intolerancia a algunos alimentos puede no resultar clara desde el principio, diagnosticarla puede llevar algo de tiempo.

No se conoce la razón exacta por la que se produce una intolerancia. Sin embargo, se sabe que hay factores vinculados a su desarrollo, entre los que se encuentran:

  • Factores genéticos.
  • Una dieta baja en fibra y rica en grasa.
  • Consumo excesivo de alimentos refinados.

Básicamente, existen dos clases de intolerancias:

La enfermedad celíaca

Es una intolerancia al gluten, una proteína presente en las harinas (trigo). El sistema inmunitario de la persona rechaza esta proteína, por lo que se produce una reacción exagerada contra ella. Es decir, esta intolerancia es de base inmunológica.

La celiaquía produce unos síntomas de tipo digestivo muy molestos. Esto se debe a que provoca que la mucosa del intestino se inflame y se produzca la destrucción de las vellosidades intestinales que se encargan de absorber los nutrientes.

Intolerancia a la lactosa

Se trata de una patología leve y en algunos casos incluso transitoria. Esto se debe a que esta intolerancia se produce cuando los niveles de una enzima bajan, por lo que no se pueden absorber los azúcares de la leche en el intestino.



¿Cómo diferenciar entre alergia e intolerancia?

Analítica de sangre.

Hay distintos métodos para diagnosticar ambas patologías, alergia e intolerancia alimentaria. En el caso de las alergias, los métodos más comunes son dos:

  • Prueba cutánea o prick test: este es el método más común. Consiste en colocar sobre la piel extractos de alimentos que se sospecha que causan la reacción alérgica para ver si se produce hinchazón o escozor en la piel.
  • Análisis de IgE: las inmunoglobulinas E (IgE) son componentes de nuestras defensas que se activan cuando se produce una alergia. Debido a esto, el análisis de estos componentes es útil a la hora de diagnosticar una alergia.

Distintos son los métodos usados para diagnosticar una intolerancia. Serían los siguientes:

  • Test genéticos: se trata de una prueba que permite conocer si la persona tiene la capacidad de producir esas enzimas digestivas o no.
  • Dietas basadas en la eliminación del alimento “sospechoso” de provocar la reacción adversa. Este método consiste en eliminar de la dieta el alimento que se sospecha causa la intolerancia para ver si la condición mejora.

Aunque en ocasiones tiendan a confundirse, alergia e intolerancia alimentaria son dos cosas diferentes, tanto en lo que respecta a sus síntomas como en lo que respecta a su desarrollo, diagnóstico y tratamiento.


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