¿Cuál es la diferencia entre demencia senil y alzhéimer?

La demencia senil y el alzhéimer son dos términos que se utilizan ampliamente. Sin embargo, no todo el mundo conoce el significado de cada una.
¿Cuál es la diferencia entre demencia senil y alzhéimer?
Nelton Abdon Ramos Rojas

Revisado y aprobado por el médico Nelton Abdon Ramos Rojas.

Última actualización: 06 julio, 2023

Demencia senil y alzhéimer son patologías distintas. Sin embargo, sí es cierto que ambas cursan con demencia. Pero ¿qué es la demencia?

La demencia se define como una disminución del nivel intelectual respecto al nivel previo de conocimiento. Durante la misma, se deterioran las funciones superiores. Así, se pierde capacidad de atención, concentración y memoria. También se pierden comprensión y expresión del lenguaje, capacidades matemáticas y coordinación psicomotriz.

Otras funciones superiores afectadas durante la demencia son la planificación y ejecución de tareas y la resistencia a la fatiga. Se afectan, asimismo, la capacidad de juicio, la voluntad, el pensamiento abstracto, la regulación afectiva y el control de impulsos.

Existen múltiples causas de demencia posibles. Entre ellas se encuentran la enfermedad de Alzheimer, las enfermedades vasculares y otras enfermedades del sistema nervioso central.

Demencia senil y alzhéimer

A continuación procederemos a definir estas dos patologías para aclarar la distinción entre las mismas.

Demencia senil

La demencia senil pertenece al conjunto de demencias que pueden manifestarse en adultos mayores. Realmente no es una enfermedad concreta. Según sugiere la Alzheimer’s Association es un conjunto de síntomas entre los que se incluye el deterioro de la memoria y otras capacidades de razonamiento. Estos síntomas son lo suficientemente graves como para interferir en la vida diaria.

Es decir, la demencia senil puede referirse a cualquier tipo de demencia. Como tal, puede estar provocado por diversas enfermedades. Así, una demencia senil puede corresponderse con alzhéimer, con una enfermedad vascular o alguna enfermedad del sistema nervioso central.

Sagrario Manzano, quien coordina el Grupo de Estudio de Conducta y Demencias de la Sociedad Española de Neurología, comenta que emplear el término “demencia senil” no es correcto. La razón de ello es que la demencia puede afectar a personas de cualquier edad, no solo a adultos mayores, como se suele creer.

Enfermedad de alzhéimer

El alzhéimer es otro tipo de demencia. Sin embargo, su etiología está bien filiada. Se caracteriza por pérdida de neuronas, con la consecuente pérdida de densidad sináptica (sinapsis se refiere a la conexión entre dos neuronas). Además, se depositan en el tejido nervioso diversas sustancias, como el material amiloide.

Se producen asimismo alteraciones en los neurotransmisores, y se atrofia la corteza cerebral.

Diferencias entre demencia senil y alzhéimer

Localización de las lesiones

La enfermedad de Alzhéimer es una demencia de tipo cortical. Así, es la sustancia gris encefálica la que se ve afectada, según sugiere este estudio de la Universidad de Los Andes (Chile). Se afectan, por tanto, las funciones que controla la sustancia gris (corteza). Estas son, fundamentalmente, el juicio, la memoria, el lenguaje, la atención y la concentración.

RMN del cerebro para el diagnóstico de la epilepsia

La demencia senil puede ser cortical o subcortical. Así, además de afectarse las funciones anteriores, pueden afectarse las funciones gobernadas por la capa encefálica subcortical. Estas comprenden psicomotricidad, desregulación afectiva, enlentecimiento, apatía y pérdida de memoria. Además son características de la demencia subcortical dos circunstancias:
  • Apraxias: pérdida de capacidad de llevar a cabo movimientos diestros.
  • Agnosias: pérdida de capacidad de reconocer estímulos.

Con todo, es reseñable que prácticamente todas las demencias se convierten en mixtas a medida que evolucionan.

Progresión del cuadro

El cuadro clínico del alzhéimer progresa durante aproximadamente 5 a 10 años. Se desarrolla por etapas. La primera de ellas cursa con disminución de la resistencia a la fatiga y de capacidad de adaptación en actividades extraordinarias. Asimismo, se manifiestan despistes y negación de la enfermedad, pero también preocupación y ansiedad, tal y como afirma la Sociedad Española de Neurología..

Durante la segunda etapa aparece dificultad de adaptación ante tareas extraordinarias. Esta también cursa con pérdida de atención, concentración y memoria y cuadros depresivos.

En la tercera etapa aparece disminución de la capacidad de adaptación ante tareas ya ordinarias. Además, se experimenta desregulación afectiva. Durante la cuarta etapa disminuye ya gravemente la capacidad de adaptación ante tareas ordinarias. La persona no es consciente ya de su enfermedad y cambia su personalidad.

La quinta etapa se experimenta con deterioro cognitivo ya muy grave. Por último, durante la sexta etapa ya no reconoce a sus familiares y es totalmente dependiente.

Por otra parte, las demencias vasculares se desarrollan por accidentes isquémicos transitorios (AIT), según afirma la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos. Esto quiere decir que el daño es acumulativo y la evolución es a saltos. Se producen disminuciones bruscas de las funciones superiores seguidas de estabilizaciones.

Otras demencias obedecen a enfermedades más concretas del sistema nervioso. Así, su cuadro clínico obedecerá a la enfermedad en concreto.

De modo que la enfermedad de Alzheimer progresa paulatinamente. Sin embargo, la demencia senil puede evolucionar:

  • Paulatinamente: si la demencia senil es de tipo alzhéimer.
  • A saltos: si la demencia senil es de tipo vascular.
  • Según enfermedades concretas del sistema nervioso..

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