Efecto nocebo: todo lo que debes saber

Tanto el efecto nocebo como el placebo deben ser tenidos en cuenta a la hora de realizar un ensayo clínico o de instaurar un tratamiento. Ambos alteran la percepción del cuerpo sobre una terapéutica, cambiando los resultados finales.

Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto.

Escrito por Leonardo Biolatto

Última actualización: 25 mayo, 2023

El efecto nocebo es un concepto poco conocido que se utiliza en medicina, psicología y farmacia. Se podría definir como lo contrario al famoso efecto placebo. Consiste en que una persona comienza a presentar los posibles efectos secundarios que produce un tratamiento solo porque cree que pueden ocurrir.

Lo cierto es que, en la actualidad, hay pocos estudios que expliquen este mecanismo. Sin embargo, es una parte importante a considerar en cualquier tratamiento. Demuestra que las expectativas negativas que se tienen ante una terapéutica pueden provocar reacciones adversas.

Por ello, a la hora de instaurar un tratamiento, o incluso cuando se realizan ensayos clínicos, es esencial tener en cuenta ambos fenómenos: el placebo y el efecto nocebo. En este artículo te explicamos todo lo que debes saber sobre este último.

¿En qué consiste el efecto nocebo?

Cuando se realiza un ensayo clínico para probar la eficacia de un medicamento, la mayoría de las veces se utilizan dos grupos de personas. Un grupo recibe el medicamento real, y el otro un placebo. El placebo es una sustancia sin propiedades farmacológicas, es decir, sin efectos reales.

Se hace así para comprobar cuáles son las consecuencias reales del fármaco. Este proceso se realiza sin que el paciente sepa lo que está tomando. De ahí surge el llamado efecto placebo: un paciente comienza a presentar beneficios solo por las expectativas que tiene de ese tratamiento.

No obstante, también puede suceder lo contrario. En algunas ocasiones, los pacientes que están recibiendo el placebo comienzan a expresar los posibles efectos secundarios del tratamiento, a pesar de que no estén tomando ningún fármaco activo. Esto es el efecto nocebo.

Es decir, el efecto nocebo consiste en que alguien sufre los efectos negativos de una terapia solo por las expectativas que tenía. Estos efectos no son provocados por ningún principio activo, sino que son psicogénicos. Quiere decir que han sido inducidos por el cerebro.

¿Qué provoca este efecto?

El efecto nocebo provoca que el paciente sufra síntomas y signos reales. Por ejemplo, pueden aparecer náuseas, problemas de sueño, picores e incluso dolor. Lo que no se conoce es qué factores influyen de manera definitiva para que esto ocurra, ni tampoco se sabe quiénes son los individuos más susceptibles.

Un estudio de la revista Science apunta a que el precio del tratamiento está asociado con el desarrollo del efecto nocebo y del placebo. De la misma manera, parece que la difusión de información sobre las posibles reacciones está muy relacionada con ambos.

¿Qué diferencias y similitudes tienen el efecto nocebo y placebo?

Aunque, como hemos mencionado, las investigaciones sobre el efecto nocebo aún son escasas, hay ciertas características que se conocen. Por ejemplo, se sabe que ambos efectos se producen en las mismas áreas cerebrales. Del mismo modo, parece que tienen cierta influencia genética.

Además, las expectativas que tenga el paciente sobre el fármaco son decisivas. Lo cierto es que para que se produzcan no es estrictamente necesario que haya un fármaco, sino que otro tipo de terapias también pueden provocarlos.

Ni el efecto nocebo ni el placebo están relacionados con la acción de ninguna sustancia, sino que son derivados de un mecanismo psicológico. Lo que los diferencia es que el placebo es muy beneficioso para cualquier terapia, mientras que el nocebo es todo lo contrario.

Se ha visto que un porcentaje de personas abandonan los ensayos clínicos debido a este efecto nocebo. Por ello, sería ideal que se pusieran en marcha más investigaciones al respecto.

El efecto nocebo en la práctica clínica

Resulta claro que el efecto nocebo debe ser tenido en cuenta ante cualquier tratamiento, ya que hay ciertas medidas, como dar la información adecuada al paciente, que pueden cambiar totalmente su perspectiva y el desarrollo de este mecanismo. Esto puede alterar la adherencia y el cumplimiento de una terapia.

Por otro lado, hay una responsabilidad de los pacientes en cuanto atenerse a la información oficial y confiable sobre sus fármacos. Las búsquedas en internet en sitios que no son de confianza contribuyen a la aparición de reacciones adversas psicógenas.