En esta vida merezco ser feliz

Si nosotros mismo no nos preocupamos por nuestro bienestar y felicidad, habrá muy pocas personas que lo hagan. Reflexionemos sobre esto a continuación.
En esta vida merezco ser feliz
Bernardo Peña

Revisado y aprobado por el psicólogo Bernardo Peña.

Escrito por Valeria Sabater

Última actualización: 06 julio, 2023

En esta vida merezco ser feliz y, aunque soy consciente de que tal vez no se cumplan todos mis sueños, me conformo con estar en equilibrio, en paz y tranquilidad aceptando todo lo bueno que aparezca en mi camino.

¿Es un acto de egoísmo expresar en voz alta “merezco ser feliz”? En absoluto. Todos los merecemos, al igual que cada uno de nosotros tenemos derecho a ser amados, respetados y valorados.

Ningún principio vital tiene tanta importancia como enfocar nuestra vida hacia la felicidad. No obstante, hay algo que debemos tener claro: no hay que esperar a que los demás “nos hagan felices”.

Para ser feliz, debes empezar por atenderte a ti mismo.

Para ser feliz debo conocer qué quiero y qué no quiero en mi vida

En realidad, para ser feliz, no se necesitan tantas cosas. Quien piense que la felicidad es tener una larga secuencia de ceros en la cuenta corriente, y todo un ejército de amistades en nuestra agenda de contactos, se equivoca.

Basta con una vida digna que nos permita ser independientes y rodearnos de personas que, de verdad, nos sean significativas.

Dos amigas abrazadas riéndose.
  • La felicidad es, en ocasiones, un acto de humildad y de conceptos mínimos. Es decir, lo principal es saber lo que uno quiere, lo que a uno le identifica y le complace.
    El hecho de llevar, por ejemplo, un día a día donde hacemos lo que nos gusta, donde nos sentimos orgullosos de nosotros mismos es, sin duda, un gran regalo.
    Todo lo demás serán simples “accesorios”, aspectos que pueden traernos, en ocasiones, más complicaciones que beneficios.
  • El saber lo que queremos de verdad en esta vida no siempre es fácil. Requiere primero haber vivido algunas experiencias para tener claras ciertas directrices.Saber que hay personas cuya personalidad no va con nosotros, o que nuestro carácter introvertido, por ejemplo, valora tener pocas amistades antes que muchas, son cosas de las que solemos darnos cuenta con el tiempo.

Merezco ser feliz, valorado y respetado

Hay algo esencial que nunca debemos olvidar: tú ya sabes lo que mereces y, puesto que te quieres a ti mismo y cuidas de tu autoestima, sabes que también mereces respeto de los demás.

Puede parecer una obviedad, pero si no disponemos de amor propio en ocasiones nos podemos dejar manipular y llevar por deseos ajenos, por voluntades que no son las nuestras, hasta el punto de poner nuestra felicidad en un bolsillo ajeno.

No vale la pena. Defiende lo tuyo, defiende tu carácter, tus espacios personales y tu escala de valores. En esta vida todos merecemos y debemos ser respetados, además de valorados.

  • Los padres deben ofrecer reconocimiento y respeto a sus hijos para que estos crezcan con seguridad y con felicidad. De este modo desarrollarán una buena autoestima con la cual desenvolverse en el día a día.
  • Para ser feliz también necesitamos ser valorados y respetados por nuestras parejas. En este caso, además del amor propio, es necesario que exista reciprocidad para establecer una relación estable y feliz.
  • Nadie es egoísta por expresar su necesidad por exigir respeto. Lo merecemos en nuestras familias, con nuestras amistades, en nuestros entornos laborales y en nuestras relaciones afectivas.

Y, aún más, puesto que cada uno de nosotros nos respetamos a nosotros mismos, somos capaces también de mostrar respeto a los demás porque tratamos al resto de la misma forma que deseamos ser tratados.

En esta vida puedes desear tener una casa más grande, una pareja atractiva, considerada y humilde, puedes aspirar también a tener un excelente trabajo. Ahora bien, por encima de estos deseos debe estar siempre el ser feliz con aquello que la vida nos traiga.

Merezco ser feliz: es mi proyecto de vida

Es posible que no se cumplan todos tus sueños, pero la felicidad, en realidad, no son cosas; son momentos, son personas y son vivencias.

Se trata simplemente de vivir con los ojos abiertos y el corazón encendido, sabiendo disfrutar del aquí y ahora de la forma más sencilla posible.

  • No importa que no tengas pareja ni muchos amigos. Basta con estar bien contigo mismo y con contar con esas personas que te hacen feliz y que apenas se cuentan con los dedos de una mano.
  • La vida a veces no es fácil y nos trae más de una adversidad. De ahí que otra dimensión esencial de la que debes cuidar en tu día a día sea tu actitud.
  • Tu actitud es lo más importante que “llevas encima”. Es la que hace que puedas afrontar las cosas con valentía y optimismo.
  • Una actitud positiva capaz de ver la realidad con entereza sabiendo que hay momentos malos pero también buenos, nos ayudará ser felices en el día a día. Porque quien se resiste y se atasca queda a menudo hundido en la tristeza.
    Mujer feliz abriendo los brazos bajo el sol.

Hay que saber mirar hacia adelante, hacia el horizonte, con ilusión, priorizándonos un poco más y sabiendo amar todo lo que nos rodea, con sencillez, con humildad.

Nota: la información que se ha expuesto aquí podría no ser de ayuda en tu caso. Si necesitas ayuda profesional, te recomendamos consultar con un especialista de la salud mental.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.



Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.