Estudios señalan que las fórmulas para bebés contienen una gran cantidad de azúcar

Las fórmulas para bebés contienen, en general, altas concentraciones de azúcar. Así lo han develado investigaciones científicas que alertan sobre sus efectos secundarios a mediano y largo plazo.
Estudios señalan que las fórmulas para bebés contienen una gran cantidad de azúcar
Saúl Sánchez Arias

Revisado y aprobado por el nutricionista Saúl Sánchez Arias.

Última actualización: 06 julio, 2023

Las fórmulas para bebés son un producto muy utilizado para complementar la alimentación de los más pequeños o para sustituir a la leche materna. Sin embargo, investigaciones recientes sugieren que la cantidad de azúcares que contienen son excesivamente altas.

Esto podría traer consecuencias negativas para el desarrollo del organismo. Una de ellas es la alteración de la microflora, que en las primeras etapas de la vida se muestra muy sensible a la alimentación, como afirma un estudio. Un aporte excesivo de azúcar podría condicionar la predisposición a padecer diabetes, obesidad u otras enfermedades complejas.

Las fórmulas para bebés y la leche materna

Lo ideal sería que estos preparados se pareciesen lo máximo posible a la leche materna en cuanto a su valor nutricional. De este modo aseguraríamos el correcto desarrollo del niño y el buen funcionamiento de su organismo.

No obstante, puede ser interesante incluir cantidades ligeramente mayores de ciertos nutrientes como los omega 3. Estos ácidos grasos presentan implicaciones en el desarrollo cerebral, según indican los estudios. Además, poseen una interesante capacidad antiinflamatoria.

Cantidad de azúcar en las fórmulas para bebés

A pesar de que la leche materna contiene lactosa, un azúcar que no es digerible en las primeras etapas de la vida, las fórmulas presentan una cantidad de azúcares simples excesiva. De hecho, en un gran número de marcas de preparados y fórmulas para bebés el contenido en este nutriente es superior a los 7,5 gramos por 100 ml de producto. Esta concentración en azúcares es equiparable, por ejemplo, al de las bebidas para deportistas.

Cabe destacar que el azúcar, además de aportar propiedades organolépticas, presenta un cierto efecto adictivo, como señalan algunas investigaciones. No es nada conveniente, por lo tanto, someter a los bebés a un exceso de este nutriente. De otro modo, no estaremos previniendo que el paladar del niño se acostumbre a él en el futuro y caiga en su consumo excesivo.

El babeo en los bebés

Sigue leyendo: Azúcar morena o azúcar blanca

El azúcar y las enfermedades complejas

Cada vez más estudios relacionan el consumo de azúcar en personas no deportistas con el riesgo de desarrollar enfermedades complejas a medio plazo. La relación entre el consumo de azúcares simples y la diabetes o la obesidad está bastante claro. Incluso se han vinculado el consumo de este nutriente con un aumento del riesgo de padecer algunos tipos de cáncer.

Por si esto fuese poco, también se relaciona el consumo de esta sustancia con el riesgo de enfermedad cardiovascular en niños. Un artículo de la revista Circulation lo puso en evidencia. No obstante, la adición de edulcorantes artificiales a los productos, en lugar de azúcar, no parece ser una solución demasiado eficaz a la hora de luchar contra el riesgo de este tipo de patologías.

La importancia del etiquetado

Por todos estos motivos, es fundamental leer las etiquetas de los productos antes de comprarlos. Mucho más si se tratan de alimentos dirigidos al público infantil, donde una mala elección de los ingredientes de manera continuada puede contribuir a la aparición de problemas de salud futuros.

Conviene elegir fórmulas para bebés que tengan bajas cantidades de azúcar y sean ricas en proteínas, en minerales y en ácidos grasos del tipo omega 3. Además, puede ser interesante que estos productos estén ligeramente suplementados con probióticos para mejorar la composición de la microflora en las primeras etapas de la vida. Esto traerá consecuencias muy positivas para la salud a medio y largo plazo.

leche de fórmula

¡Para tener en cuenta!

Las fórmulas para bebés, en ocasiones contienen más cantidad de azúcar de la que sería recomendable. De hecho, la concentración en este nutriente es semejante muchas veces a la de una bebida para deportistas.

Este nutriente es bastante peligroso cuando se ingiere de manera regular y en altas cantidades. Sobre todo cuando se trata de su consumo en las primeras etapas de la vida.

Por este motivo es crucial prestar especial atención al etiquetado de los productos y elegir aquellos que presenten menor cantidad de azúcares. No debemos de olvidar que la leche materna contiene lactosa, y puede ser interesante que este tipo de fórmulas también la presenten en su composición. El abandono de la lactosa podría generar intolerancias a corto y medio plazo, lo cual no resulta positivo.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • Milani C., Duranti S., Bottacini F., Casey E., Turroni F., Mahony J., et al., The first microbial colonizers of the human gut: composition, activities and health implications of the infant gut microbiota. Microbiol Mol Biol Rev, 2017.
  • Innis SM., Dietary omega 3 fatty acids and the developing brain. Brain Res, 2008. 1237: 35-43.
  • DiNicolantonio JJ., O'Keefe JH., Wilson WL., Sugar addiction: is it real? A narrative review. Br J Sports Med, 2018. 52 (14): 910-913.
  • Makarem N., Bandera EV., Nicholson JM., Parekh N., Consumption of sugars, sugary foods and sugary beverages in realtion to cáncer risk: a systematic review of longitudinal studies. Annu Rev Nutr, 2018. 38: 17-39.
  • Vos MB., Kaar JL., Weish Ja., Van Horn LV., et al., Added sugars and cardiovascular disease risk in children: a scientific statement from the american heart association. Circulation, 2017. 135: 1017-1034.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.