Hay que ser felices, no perfectos

No es necesario tener un cuerpo 10 basado en los cánones de la moda para encontrar la felicidad. La perfección está en aceptar nuestras imperfecciones, ya que solo así conseguiremos ser felices.
Hay que ser felices, no perfectos
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 06 julio, 2023

No es necesario ser perfectos para ser felices. La perfección es un ideal que ni siquiera los artistas logran conseguir, puesto que, a veces, es ese matiz de imperfección lo que dota a las obras de una belleza única e irrepetible.

Ahora bien, en ocasiones, caemos en el error de aspirar a esos objetivos que nos marca la propia sociedad: tener un cuerpo perfecto, una casa perfecta, un trabajo perfecto y unos hijos perfectos…

Si lo has intentado en alguna ocasión, si te has dejado llevar por esos ideales, habrás descubierto sin duda el alto precio que se paga por ello: infelicidad, baja autoestima y la sensación de que perdemos el control de nuestra propia vida.

La felicidad es, básicamente, equilibrio. Es encontrar ese punto perfecto en el que nos encontrarnos bien con nosotros mismos, sin necesidad de ser otra cosa. La felicidad es no sentir la obligación de conseguir aquello que otros nos marcan y que no va con nosotros. A continuación te invitamos a tener en cuenta unos aspectos importantes sobre este tema.

El esfuerzo inútil de ser perfectos

Motivos por los que estás perdiendo peso sin desearlo

En los últimos meses se ha puesto de moda una práctica tan ingenua como peligrosa para la autoestima en las redes sociales. Se trata de hacerse una fotografía con una hoja de papel con medidas A4 colocada en el vientre.

De este modo, las chicas demuestran que tienen unas líneas delgadas y, supuestamente, estéticas. Toda aquella persona cuya cintura se excede de esas proporciones, por tanto, deja de “ser perfecta”.

Otra práctica que veíamos hace poco era fotografiarse las piernas para demostrar que, entre ellas, quedaba un espacio donde los muslos, lejos de juntarse, “demostraban esa delgadez con la que todas soñaban”.

Este tipo de “modas” aparentemente inocentes dejan detrás el peligroso esfuerzo de muchas chicas por aspirar a esos cánones donde solo se consigue lo siguiente:

  • Aspirar un modelo de belleza estipulado por la sociedad y las modas. Todas aquellas que no tengan esta constitución de modo natural, están obligadas a sufrir para conseguirlo.
  • Aspirar a algo que uno no es supone dejar de aceptarse, supone “odiar” el propio cuerpo.

La sociedad y las modas lo único que consiguen es “desconectarnos” de nosotros mismos para llevarnos al terreno de la infelicidad. Esto también nos dirige al consumismo (medicamentos para adelgazar, consumo de comestibles, bebidas y suplementos light…).

Imperfecto, libre, satisfecho y feliz

Los demás son tu propio espejo de personalidad.

Siempre llega un momento en nuestra vida en que acabamos haciendo balance. ¿De verdad merece la pena tanto esfuerzo, sufrimiento e ideales imposibles de asumir? Si todavía conoces a alguien cautivo por la necesidad de ser tan perfectos como nos dicen las modas, te recomendamos que le animes a reflexionar sobre lo siguiente:

Aprende a ser más libre

La libertad es la capacidad de romper cadenas externas para reencontrarnos con nosotros mismos. Lo creas o no, no existe sensación más placentera y satisfactoria. Para conseguirlo, es importante tener en cuenta estas estrategias.

  • Aprende a ser consciente de todo lo que veta tu libertad (personas, modas, costumbres).
  • La libertad nos obliga a tener en cuenta aquello que de verdad es importante para nosotros. Además, nos permite reconciliarnos con nuestra esencia y nuestra voz interior.

La aceptación de las imperfecciones como forma de autenticidad

  • Si tu nariz es algo aguileña o demasiado chata, ¿qué importa? Es un rasgo heredado de familia y que, a su vez, te permite ser único e irrepetible.
  • Si tus caderas son anchas, ¿qué importancia tiene? Si todos fuéramos iguales y tuviéramos unas mismas medidas seríamos robots. Seríamos seres creados en serie y nadie destacaría sobre los demás.
  • Cada rasgo, cada atributo de tu rostro y constitución te perfila como una persona única y excepcional. Si además te cuidas, estás bien y conectas con esa imagen que te devuelve el espejo, no habrá felicidad más auténtica. No hay nada mejor que alguien que se quiere y se acepta tal y como es.

Felices, no perfectos: la felicidad es ausencia de inseguridad y miedo

Es mejor ser felices que perfectos en la vida.

La felicidad no es acumular cosas ni personas. Tampoco es una fórmula mágica. No es algo que se encuentra en los libros de los gurús del crecimiento personal o la espiritualidad.

Para estar bien basta con dejar de tener miedo, basta con dejar de aspirar a ser algo que no somos. Si no eres rico y no dispones de un cuerpo de medidas perfectas, acepta la magia de tu imperfección y aprende a ser feliz de forma humilde.

El bienestar no es un secreto. Para ser perfectos lo único que necesitamos es estar tranquilos, contar con gente que nos quiera, que no nos juzgue y que nos permita ser nosotros mismos y, además, ser capaces de disfrutar cada día de nuestra vida con todo lo que tenemos. Te animamos a ponerlo en práctica y a cultivar esa felicidad sencilla que nace desde el propio corazón.

Nota: la información que hemos incluido aquí es orientativa. Si necesitas ayuda profesional, te recomendamos consultar con psicólogo. Bien sea en persona u online. ¡Tú eliges lo que te resulte más cómodo!


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.



Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.