Gárgaras: ¿cuándo y cómo son efectivos (y cuándo no)?

Las gárgaras son un remedio casero que se usa desde antaño. Sin embargo, no siempre lo que se cree sobre ellas es cierto, ni su efectividad frente a ciertos virus es real. Te contamos lo que debes saber.

Escrito y verificado por la médica Elisa Martin Cano.

Última actualización: 01 junio, 2023

Las gárgaras son un remedio casero que se ha utilizado desde hace muchas generaciones para aliviar el dolor de garganta. Hay situaciones en las que realmente son útiles, y otras en las que no. Aquí comentamos algunos mitos y verdades sobre las gárgaras. ¿Cuándo y cómo serán efectivas?

¿Qué son las gárgaras?

Las gárgaras son un remedio casero popularmente conocido. Consisten en beber agua u otra infusión sin llegar a tragar, y llevar el líquido a la entrada de la faringe. En este punto, se echa la cabeza hacia atrás y se expulsa aire por la garganta.

Esto hace que el líquido que estaba en la garganta comience a burbujear, algo similar al agua cuando comienza a hervir. Las gárgaras sirven para hidratar toda esa zona de la boca y la faringe, y para aliviar el dolor de garganta.

¿Con qué se hacen?

Suelen hacerse con sustancias que hidratan y suavizan la garganta. Algunos ejemplos pueden ser la miel con limón, el agua con sal o vinagre, mazanilla y miel, y muchas otras combinaciones posibles.

Todas ellas suelen utilizar productos que tenemos en nuestra casa. Recordemos que son un remedio que se lleva usando desde hace muchos años.

¿Cuándo son eficaces?

Son muchos los motivos por los que puede dolernos la garganta. Algunos de ellos son: amigdalitis, faringitis, gripe o un resfriado común. También puede ser deshidratación o enfriamiento.

En muchas de estas ocasiones, hacer gárgaras hidratará la zona, lo que suele atacar el principal motivo de dolor. Además, al realizar correctamente lar gárgaras, estaremos lavando la zona de gérmenes, evitando que se propaguen más, o que la infección se prolongue, como es el caso de la amigdalitis.

¿Cómo se hacen?

Como ya hemos dicho, se trata de ingerir el líquido que hayamos elegido sin llegar a tragarlo. Se mantendrá en la entrada de la garganta con la cabeza hacia atrás, y expulsaremos aire por la misma, haciendo que el líquido burbujee.

Para que las gárgaras sean efectivas, deberíamos hacerlas varias veces al día. Esto puede ser al levantarnos, después de comer y antes de dormir, por ejemplo. Es importante que las hagamos con los dientes lavados, y que no haya resto de alimentos en la boca. Así, su efecto limpiador será mayor.

Mitos sobre las gárgaras

En la situación de alarma en la que estamos por el coronavirus, son muchos los mitos, noticias y remedios que aparecen cada día prometiendo la curación. Uno de ellos, en este caso, son las gárgaras.

Llevamos semanas leyendo y oyendo noticias que comentan que realizar gárgaras con agua tibia y vinagre, o sal, previenen la infección por coronavirus. La explicación que dan es que el virus, al entrar en el organismo, se queda unos días alojado en la garganta produciendo dolor, antes de pasar a los pulmones, donde provocará la infección final. Haciendo gárgaras, limpiaríamos la garganta de virus y no lo sufriríamos.

Sin embargo, esto es falso. No hay ninguna evidencia científica que demuestre que esto ocurre así. La Organización Mundial de la Salud ya se ha encargado de desmentirlo.

Beber mucha agua siempre será útil para evitar la deshidratación en caso de fiebre. Además, hacer gárgaras lo será para hidratar y suavizar la garganta, pero el virus no se eliminará de esta forma. No es un remedio protector.

Las gárgaras no son siempre útiles

Las gárgaras son un remedio casero, barato e inocuo que resulta útil en muchos casos para aliviar el dolor de garganta y mantenerla hidratada. Hacerlas correctamente, y con los ingredientes recomendados, nos beneficiará.

Sin embargo, no es cierto el mito que circula sobre que son un remedio protector frente al coronavirus. También aliviará alguno de los síntomas asociados a lo respiratorio, pero en ningún caso nos protegerá de sufrir la infección.