Grasa parda: ¿por qué es importante para la salud?

Las investigaciones sobre la función del tejido pardo han arrojado resultados interesantes en los últimos años. Por eso, en la actualidad se asocia a la pérdida de peso y otros procesos importantes.
Grasa parda: ¿por qué es importante para la salud?
Saúl Sánchez Arias

Revisado y aprobado por el nutricionista Saúl Sánchez Arias.

Última actualización: 09 julio, 2023

La grasa parda es aquella que se activa cuando se percibe la sensación de frío. Al contrario del tejido graso blanco o amarillo, cuya función es fundamentalmente de reserva energética, este tipo de grasa presenta implicaciones importantes en la salud.

Se encuentra sobre todo en la zona pericardial, supraclavicular y alrededor de órganos como el páncreas y los riñones. Es un tejido metabólicamente activo que cuenta con una gran cantidad de mitocondrias en su composición. Su función es termorreguladora y en los bebés cobra una especial importancia.

Activación de la grasa parda

Cuando pasamos frío se quema más cantidad de grasa para generar calor. Esto se debe, en especial, a la estimulación de la grasa parda. El ejercicio físico también parece activar este tipo de grasa, lo cual repercute en la eliminación del tejido adiposo blanco.

Un grupo de investigadores encontró una relación positiva entre el consumo de melatonina y el incremento de la grasa parda. Los resultados de su estudio, publicado en el año 2018, sugieren que la administración de esta hormona podría resultar un mecanismo eficaz para el control del peso mediante la estimulación de este tejido pardo metabólicamente activo.

No obstante, los estudios realizados al respecto han sido ejecutados sobre modelos animales. Esto implica que las conclusiones extraídas no son del todo extrapolables al ser humano. A pesar de todo, los expertos sugieren que el tejido graso marrón o pardo podría estar vinculado de cerca con la pérdida de peso y con la regulación de la glucosa en sangre.

De todos modos, la distribución de esta grasa no es homogénea entre individuos, y existen también diferencia en cuanto a sexos. Las mujeres parecen tener una mayor cantidad de este tejido, según un artículo publicado en la revista Advances in Experimental Medicine and Biology.

Grasa parda
Aunque es un tema que se sigue investigando, los expertos asocian la grasa parda con la pérdida de peso.

Termogénesis

El proceso de termogénesis llevado a cabo en la grasa parda tiene como función producir calor cuando se detecta una baja temperatura. Para ello, se utilizan triglicéridos y glucosa en una reacción metabólica mediada por proteínas.

De este modo, se vincula de manera positiva la cantidad de grasa parda en el organismo con el gasto energético. La activación de este tejido puede conllevar un aumento de hasta el 5 % del gasto energético en reposo, lo cual podría significar un aumento de las necesidades energéticas en 100 kcal.

Los órganos que se encargan de mediar la activación de este tejido son el corazón, mediante la secreción de péptidos; el músculo, por medio de las hormonas llamadas miokinas; y el sistema nervioso gracias a la secreción de catecolaminas.

Nutrición y grasa parda

Algunos compuestos activos de los alimentos podrían estar relacionados con la cantidad de grasa parda del organismo y con su capacidad metabólica. La capsaicina, el resveratrol, la curcumina y el té verde parecen ser capaces de estimular este tipo de tejido marrón, al igual que los ácidos grasos linoleicos conjugados.

Esta podría ser la razón por la cual se vincula la ingesta regular de alimentos con estos nutrientes con la pérdida de peso, según un estudio publicado en el año 2017. No obstante, la evidencia al respecto no es sólida y se necesitan más ensayos en humanos que confirmen estas asociaciones.

Té verde
El té verde, al igual que sustancias como la capsaicina y el resveratrol, se asocian a la estimulación del tejido pardo.

La grasa parda, un tejido metabólicamente activo

La grasa parda, al contrario a la blanca o la amarilla, constituye un tejido metabólicamente activo. Presenta funciones en la termorregulación del organismo y comienza a funcionar cuando el organismo detecta la sensación de frío.

Esta puesta en marcha conlleva a importantes aumentos del gasto metabólico en reposo, lo que puede conducir a una pérdida de peso gracias a la destrucción del tejido graso blanco. En la actualidad se estudian los efectos de la melatonina y ciertos compuestos activos de los alimentos sobre el tejido graso pardo.

La ingesta de ciertas sustancias podría aumentar, en cierta medida, la proporción de la misma en el cuerpo. Incluso, podría mejorar su actividad metabólica. Por otro lado, el ejercicio contribuye a estimular las funciones de este tejido, incrementando el gasto energético y maximizando con ello la pérdida de peso.

Por último, cabe destacar que esta grasa es más abundante en recién nacidos que en adultos. También existen diferencias en cuanto a sexos, ya que se puede encontrar en mayores cantidades en mujeres que en hombres.


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