Hioscina: usos y efectos secundarios

Este medicamento es un antiespasmódico muy difundido gracias a su venta libre en varios países. No obstante, tiene efectos adversos y contraindicaciones.
Hioscina: usos y efectos secundarios
Franciele Rohor de Souza

Revisado y aprobado por la farmacéutica Franciele Rohor de Souza.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 03 enero, 2024

La hioscina es un medicamento que también se conoce como escopolamina o como butilbromuro de hioscina. Se utiliza, sobre todo, para tratar dolores espasmódicos originados en órganos huecos, como los del sistema digestivo. Aunque también tiene otras indicaciones menos frecuentes.

Se considera un antiespasmódico. En su forma química natural, es un alcaloide derivado de las plantas del género Duboisia, como la Duboisia myoporoides. También se aísla de Hyoscyamus niger y de la mandrágora.

En 1833, el químico alemán Heinrich F. G. Mein la pudo separar y cuantificar desde una planta, dando paso a su uso como fármaco. A finales del siglo XIX y principios del XX, su prescripción en la medicina se hizo más sistemática.

Durante décadas fue el medicamento de elección para tratar el cólico renal. También formó parte de protocolos de control de las náuseas y el mareo. En la actualidad, las marcas más reconocidas son Buscapina ®, Buscopan ® y Transderm Scop ®.

¿Cómo actúa la hioscina?

La hioscina es un antagonista de los receptores muscarínicos. Esto quiere decir que se une a ellos para bloquearlos y que no reciban el estímulo natural correspondiente, como explica una publicación en Neurogastroenterology and Motility.

Los receptores muscarínicos interactúan, de modo natural, con la acetilcolina, un neurotransmisor del sistema nervioso. Cuando la hioscina interrumpe esa posibilidad de interacción, la acetilcolina no puede ejercer su efecto en los tejidos.

Entre todos los receptores muscarínicos que existen, el fármaco bloquea los llamados M1, M2 y M3. Estos se localizan, sobre todo, en el músculo liso del tracto gastrointestinal, en las glándulas secretoras y en el mismo sistema nervioso central. Por lo tanto, los efectos más considerables del medicamento son los siguientes:

  • Reducción de la salivación: disminuye la producción de saliva y las secreciones en las vías respiratorias.
  • Relajación del músculo liso gastrointestinal: es la acción antiespasmódica, útil para reducir los dolores cólicos.
  • Aumento de la frecuencia cardíaca: al bloquear a la acetilcolina, se potencia el efecto de la noradrenalina, que tiene acciones contrarias, por lo que se presenta taquicardia como efecto adverso.
  • Sedación: al actuar en el sistema nervioso central puede reducir la comunicación entre neuronas, lo que repercute en una menor activación. De allí se deriva su pequeño efecto antinauseoso y antivertiginoso.

Al ingresar al organismo, la hioscina tiene baja disponibilidad para los tejidos. Se estima que solo el 1 % de la dosis oral alcanza la circulación sanguínea, puesto que primero se metaboliza en el hígado.

Sin embargo, este hecho se compensa por la alta afinidad que tiene con los receptores muscarínicos del tracto intestinal. De esta forma, ejerce localmente sus efectos.

La forma pura de la hioscina atraviesa la barrera hematoencefálica, por lo que puede causar sedación. Al contrario, la forma más comercializada, bajo la denominación de butilbromuro, no lo hace, por lo que no tiene efectos colinérgicos en el sistema nervioso central.


¿Cuáles son las indicaciones de la hioscina?

La hioscina se administra, en especial, para el tratamiento de afecciones gastrointestinales y genitourinarias que cursan con dolor de tipo cólico. Si bien su empleo parece restringido a esos cuadros, lo cierto es que tuvo, en la historia de la medicina, más aplicaciones. De todos modos, ha sido relegada por la aparición de fármacos con menos efectos adversos.

Aun así, hasta el momento, las indicaciones validadas son las siguientes:

  • Dolores cólicos gastrointestinales: se suele administrar por vía oral. En adultos, con una dosis de 20 miligramos hasta 4 veces al día. Tiene mucha difusión como fármaco de venta libre, lo que aumenta la posibilidad de efectos adversos o de enmascaramiento de cuadros más severos, que disimulan su presentación tras la toma y retrasan el diagnóstico.
  • Cólicos renales o nefríticos: la dosis es la misma que en el caso anterior, aunque también se puede administrar vía intramuscular o endovenosa en un ambiente hospitalario. Como bien aclara una publicación en Urologia Internationalis, no hay una dosis avalada como la más efectiva para reducir este dolor.
  • Cinetosis: para la prevención del mareo y las náuseas asociadas con el movimiento, durante viajes en automóvil, barco o avión. La existencia de otras opciones ha desplazado esta indicación.
  • Preanestesia: para reducir la salivación y la producción de mucosidad antes de ciertos procedimientos quirúrgicos, los anestesistas la pueden administrar, como coadyuvante. No se aprovecha ninguna propiedad sedante, sino que contribuye al bienestar del paciente anestesiado y a reducir el riesgo de complicaciones durante el procedimiento.
  • Úlcera péptica: el objetivo de su prescripción en estos casos es para mejorar los síntomas generales. No funciona como un antiácido ni un cicatrizante. Solo reduce las secreciones gástricas, aliviando las molestias. Es un coadyuvante y no puede considerarse un tratamiento único. En niños y adultos de más de 12 años se indican 20 miligramos hasta 4 veces al día.

¿Cómo se comercializa la hioscina?

La hioscina se comercializa en casi todos los países del mundo. En general, se la encuentra bajo las siguientes presentaciones habituales:

  • Tabletas y cápsulas: para la toma por vía oral. Suelen ser de venta libre y hallarse como monodroga o combinada con otros analgésicos o antiinflamatorios.
  • Parches transdérmicos: esta presentación es más novedosa y se aplica en la piel, de modo que el fármaco se libera gradualmente para alcanzar el torrente sanguíneo. Una de las principales indicaciones del parche es la cinetosis.
  • Soluciones inyectables: en ampollas, tanto para su uso intramuscular como endovenoso. Esta última opción se emplea solo en ambientes controlados, ya que no se puede exceder cierta velocidad de infusión, debido a la posibilidad de efectos adversos severos.

Contraindicaciones

Tal y como sucede con todos los fármacos, existen situaciones en las que los riesgos de uso superan a los beneficios. En este sentido, el butilbromuro de hioscina se debe evitar en los siguientes casos:

  • Hipersensibilidad al principio activo o a alguno de sus excipientes: la consecuencia podría ser una reacción anafiláctica. Por supuesto que, en caso de no conocerse alergia previa, no es posible prevenir esta situación.
  • Glaucoma: el aumento de la presión ocular podría agravarse por los efectos de la hioscina. De todas maneras, si fuese necesario el empleo del fármaco, un médico puede autorizarlo, en caso de que el glaucoma ya se encuentre bajo tratamiento y controlado.
  • Estenosis del tracto gastrointestinal: en esta condición, una parte del tubo digestivo se encuentra obstruida, de forma parcial o total. La administración de hioscina podría enlentecer más el paso de comida, bebida y nutrientes en estos pacientes.
  • Íleo paralítico: cuando el intestino no tiene movilidad por una detención patológica del peristaltismo, no deberían usarse medicamentos antiespasmódicos. Los mismos empeorarían el cuadro, ya que contribuirían a la reducción del movimiento del músculo liso.
  • Miastenia gravis: los pacientes con esta enfermedad neuromuscular también agravarían sus síntomas ante la administración de hioscina, pues el bloqueo de los receptores muscarínicos exacerbaría el problema de tono muscular.
  • Taquicardia: uno de los efectos adversos del bromuro de hioscina es la taquicardia, por lo que administrarlo cuando esta ya existe, es contraproducente.
  • Hiperplasia prostática con retención de orina: en los casos agudos de retención de orina por un agrandamiento de la próstata, es preferible no administra hioscina, ya que la misma enlentecería aún más el proceso urinario.

Por otro lado, las mujeres embarazadas o que estén amamantando deben usar el fármaco bajo estricta orden médica. No se han demostrado efectos graves para la madre y el feto. De hecho, tiene indicación en ciertas circunstancias, para detener contracciones, por ejemplo, o para reducir las fases de la labor de parto. No obstante, un exceso en la dosis podría causar taquicardia fetal.

En cuanto a las interacciones, los pacientes medicados con antidepresivos y antipsicóticos deben usarla con resguardo. También las personas con enfermedades cardiovasculares, debido al riesgo de taquicardia.



Reacciones adversas

La hioscina no está exenta de producir una serie de efectos adversos que hay que tener en cuenta. Los más comunes son los siguientes:

La mayoría de las veces son leves y no representan un riesgo elevado para la salud general. Además, suelen tener un curso autolimitado. Por otra parte, aunque menos frecuentes, las reacciones de hipersensibilidad pueden aparecer. Las mismas cursan con urticaria, náuseas, vómitos y dificultad para respirar.

Consideraciones finales sobre la hioscina

Hioscina es un fármaco anticolinérgico y antiespasmódico indicado, sobre todo, para el tratamiento de los cólicos del tracto gastrointestinal y genitourinario. Tiene una alta afinidad por los receptores muscarínicos del músculo liso, lo que explica gran parte de sus efectos secundarios.

Aunque se consigue en venta libre en su forma oral, lo ideal es no automedicarse y consultar siempre con profesionales de la salud. Las personas con problemas cardíacos, glaucoma y trastornos prostáticos deben ser más cuidadosos aun.


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