Ideas ecológicas: bolas de lana secadoras para la lavadora

Las bolas de lana son una interesante alternativa ecológica a los suavizantes. Además, nos ayudan a acelerar el proceso de secado de las prendas, por lo que también evitamos la secadora.

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 23 mayo, 2023

¿Has oído hablar alguna vez de las bolas de lana para la lavadora? Se las conoce también como Wool dryer balls, y sirven para suavizar la ropa sin necesidad de agregar suavizante líquido. En efecto, reducen la estática en la ropa y el tiempo de secado hasta en un 50 %.

Sin duda, una gran idea ecológica que no puedes perderte.

¿Para qué sirven las bolas de lana secadoras?

Si eres una seguidora de las manualidades y las ideas ecológicas, no puedes perderte esta interesante propuesta. Las bolas de lana secadoras empiezan a estar cada vez más de moda, y son muchas las personas que las usan con el fin no solo de ahorrar, sino también de llevar al hogar prácticas más ecológicas y menos contaminantes.

Existen alternativas mucho más saludables para lavar la ropa: jabones naturales a base de bicarbonato de sodio y limón (que según este estudio de la Universidad de Benin, cuenta con propiedades antimicrobianas) además de imaginativos recursos como el que te presentamos ahora.

Pero ¿qué es lo que hacen realmente estas bolas de lana ecológicas?

• Evitan que tengas que usar suavizante.
• Evitan el uso de la secadora, o el que tengas que usar durante mucho tiempo el centrifugado. En efecto, absorben muchísima agua.
• Sirven para cualquier tipo de ropa.

Si buscas estas Wool Dryer Balls en supermercados o tiendas. Se venden individualmente, y lo normal es que para que sean efectivas en nuestras lavadoras, debamos utilizar tres. ¿Solución? Hacerlas nosotras mismas. Es muy fácil y te vendrá realmente bien.

Cómo hacer tus propias bolas de lana secadoras

¿Qué necesito?

• 3 ovillos de lana 100 %, que sean más bien grandes. No importa el color, lo que se busca es que sean de auténtica lana para que absorban el agua. En el mercado suelen vender unas que son específicas para esto. Es lo que se llama lana de “fieltro”.
• 1 media panty que ya no uses.
• 1 aguja de croché.
• Pedacitos de cuerda o hilo grueso, con tres nos basta. Que sean resistentes.
• Cinta de medir.
• Tijeras.

¿Cómo lo hago?

1. Primero, vamos a empezar por el centro de la pelota. Necesitas hacer una base central consistente que no se deshaga al meterlas en la lavadora. Es muy fácil. Empieza enrollando un poquito de lana alrededor de dos de tus dedos, dando vueltas sobre ellos.

Luego, lo sacas y sigues envolviendo la lana, pero esta vez en el centro, como si hicieras un lazo. Esto será el centro de la pelotita y sobre la que deberás seguir enrollando lana. Puedes verlo en la imagen de abajo.

3. Esta primera bola de lana ya puedes introducirla dentro de la media, al fondo. Una vez dentro, coge una cinta y átala. Luego, cuando hagas la siguiente, haz lo mismo, métela dentro y realiza un nuevo nudo. Con la tercera igual.

De este modo, en la misma media tendrás tres pelotitas, separadas cada una por un nudo. Quedará como una especie de cadena.

¿Cómo las utilizo?

Muy fácil. Cuando hagas tu carga en la lavadora, pon estas tres pelotitas junto a las prendas. Lo que van a hacer es reducir la carga estática, suavizar la ropa y absorber agua facilitando así el secado y el centrifugado.

Luego, una vez termines de hacer tu lavado en la lavadora, saca las pelotitas y déjalas secar. Hay gente que las deja dentro del tambor de la máquina hasta el siguiente lavado, pero al final pueden desarrollar mal olor. Por eso, lo ideal es ponerlas al sol un rato y la tendrás más que listas para el siguiente uso.

Además, puedes hacer tantas como quieras. Dependiendo de lo grande que sea tu lavadora y de los kilos de ropa que te permita introducir, puedes elaborar más pelotas. Hay gente que introduce hasta 6 bolas de lana secadoras.

De esta forma, no solo contribuirás a cuidar el medio ambiente, sino que también te servirá para cuidar de tu piel y de la de tu familia.

Merece la pena intentarlo. Así, pondrás tu granito de arena en la conservación de la naturaleza y, de la misma forma, a la de tu propia salud.