¿Cuál es la importancia de expresar nuestras emociones?

¿Sabías que el hecho de expresar tus emociones te ayuda a liberarte de un peso psicológico semejante a si llevaras una carga sobre tus hombros? No hacerlo puede repercutir en tu salud física
¿Cuál es la importancia de expresar nuestras emociones?
Bernardo Peña

Revisado y aprobado por el psicólogo Bernardo Peña.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 25 mayo, 2023

¿Te has preguntado alguna vez cuál es la importancia de expresar nuestras emociones? ¿Si retener las emociones es bueno o malo?

La gran mayoría de las acciones humanas se basan en algún sentimiento o emoción. Así pues, debemos lidiar siempre con aquello que llevamos dentro de alguna u otra manera. Por otro lado, al expresar lo que sentimos (al igual que lo que pensamos), no solo debemos tener en cuenta los beneficios que nos supone “dejarlo salir”, sino que debemos tomar consciencia del contexto y los sentimientos de las demás personas. Aquí es cuando entra en juego la asertividad.

En este artículo reflexionaremos sobre la importancia de expresar nuestras emociones y te daremos las claves para desarrollar la inteligencia emocional y aprovecharla para ganar bienestar.

Expresar nuestras emociones y sentimientos: necesario y saludable

Sin duda alguna, expresar nuestros sentimientos y emociones es una necesidad intrínseca del ser humano, pues estos forman una parte fundamental en nuestra vida. Es un craso error pensar que debemos reprimirlos o intentar que dejen de existir en nuestro interior de buenas a primeras. En cambio, lo ideal es aprender a gestionarlos correctamente para aprender de ellos, experimentar crecimiento personal y seguir adelante.

Parte de lo que implica aprender a gestionar los sentimientos y emociones tiene que ver con la asertividad. Esto quiere decir que, además de aprender a vivir con ellos, debemos aprender a exteriorizarlos según el contexto, para establecer y mantener relaciones saludables.

Al igual que otros expertos en salud mental, la psicóloga Fátima Servián Franco afirma que no es recomendable reprimir emociones y sentimientos (ni positivos ni negativos) porque esto luego puede traducirse en un malestar físico:

“A largo plazo, la tensión que acompaña a las emociones y que fue inhibida, termina expresándose a través de otras formas, como contracciones o rigidez muscular, dolores del cuello y espalda, enfermedades gástricas, dolores de cabeza y, cómo no, en las enfermedades hepáticas”.

Problemas derivados más frecuentes

Además de los ya mencionados, entre los problemas más habituales que conlleva reprimir sentimientos y emociones podemos encontrar:

  • Una reacción indebida o incoherente a cierto momento vivido.
  • Una respuesta sin sentido al momento vivido.
  • Emociones limitadas no acordes a lo que se vive.

Reprimir las emociones puede repercutir en la función de algunos órganos. Por ejemplo, el empeoramiento de padecimientos estomacales y hepáticos, como las úlceras, pueden asociarse con la mala gestión de la tensión emocional sostenida en el tiempo.

En el ámbito popular se dice que:

  • Acumular sentimientos tristes puede afectar los pulmones.
  • Por su parte, el miedo excesivo que se acumula, puede afectar riñones y vejiga.
  • Reprimir las emociones se asemeja acumular mucho peso sobre los hombros. Por otra parte, se contrae el estómago, se retuercen los intestinos o se producen dolores de cabeza muy fuertes.
  • Además, se puede empezar a padecer de insomnio, caer en depresión, etc.

De todo lo que hemos hablado se desprende la verdadera importancia de expresar nuestras emociones y sentimientos. Al hacerlo adecuadamente, no es solo nuestra mente la que se beneficia, sino el cuerpo entero.

Inteligencia emocional, empatía y asertividad: piezas clave en el rompecabezas


Saber canalizar y expresar lo que llevamos en nuestro mundo interior no es algo que se pueda lograr en un momento concreto solo porque nos lo proponemos. Si bien esto ayuda, en realidad se trata de un proceso continuo de aprendizaje que amerita atención por nuestra parte, además de cierto esfuerzo. Por ende, se puede decir que siempre tenemos la posibilidad de mejorar y crecer, dondequiera que estemos o vayamos.

Cada persona, situación y momento pueden brindarnos la oportunidad de trabajar la inteligencia emocional, así como también la empatía y la asertividad, que son piezas clave dentro del rompecabezas que conforma nuestro mundo interior. Al aprovecharlos, no solo experimentaremos satisfacción por lo aprendido, sino que podríamos obtener cierto alivio (físico y mental), además de aumentar nuestro bienestar. Algo así como un equivalente al alivio físico que se siente al quitarse una gran carga pesada de los hombros.

La importancia de la asertividad

Podemos entender la asertividad como la capacidad de expresar nuestras ideas, preocupaciones o convicciones, de una forma clara, franca, respetuosa y serena. Sin que haya necesidad de agredir a otros, sin que nuestras emociones se desborden.

  • Desarrollar esta capacidad es muy importante para nuestra salud física y mental.
  • Ser asertivo permite expresar las emociones en el momento en que surgen así como expresarlas en su justa medida, sin agredir ni gritar, incluso aunque sean de valencia negativa.
  • Permite ahorrar muchos padecimientos futuros y evitar acumular tensión tanto física como mental.

En aprender a decir lo que pensamos y sentimos, sin dañar a quienes están alrededor o a nosotros mismos está el secreto y la importancia de expresar nuestras emociones para poder gozar de bienestar y relaciones saludables.


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