¿Qué indica un recuento de neutrófilos bajos?

Cuando hay diagnóstico de neutropenia, se deben adoptar medidas para prevenir posibles infecciones bacterianas o micóticas.
¿Qué indica un recuento de neutrófilos bajos?
Alejandro Duarte

Revisado y aprobado por el biotecnólogo Alejandro Duarte.

Última actualización: 11 julio, 2023

Un recuento de neutrófilos bajos indica el desarrollo de neutropenia, una forma de leucopenia que reduce la capacidad del cuerpo para combatir infecciones bacterianas y micóticas. Esto implica que la respuesta inflamatoria contra dichos antígenos es ineficaz, y se pueden producir graves complicaciones.

Ahora bien, son diversas las razones por las que puede haber un recuento de neutrófilos bajos. Estas van desde infecciones y reacción a medicamentos, hasta deficiencia de vitaminas y algunas enfermedades. A continuación te contamos más sobre las causas y los tratamientos.

¿Qué son los neutrófilos y cuál es su importancia?

En el organismo, los glóbulos blancos o leucocitos son los encargados de combatir las diversas infecciones, ya sean estas causadas por virus, bacterias, hongos u otros organismos.

Los neutrófilos son, precisamente, el tipo de glóbulo blanco más abundante en la sangre, pues corresponden al 70 % del total de leucocitos. De allí su importancia de mantener un conteo alto de los mismos, ya que las alteraciones cuantitativas de los mismos ocasionan algunos problemas.

Su función principal es ayudar al sistema inmunitario a combatir enfermedades de origen infeccioso, tomando el agente invasor -particularmente bacterias y hongos- para luego dirigirlo y expulsarlo.

Cuando el organismo es atacado, los neutrófilos son las primeras células inmunitarias en detectar el punto de infección. Debido a su consistencia gelatinosa, tienen la facilidad de atravesar las paredes de los vasos sanguíneos para migrar a los tejidos afectados y destruir los agentes patógenos.

Valores que indican recuento de neutrófilos bajos en sangre

Los niveles normales de neutrófilos en un adulto saludable varían entre 2000 y 7500 por microlitro de sangre. Los recuentos inferiores se clasifican de acuerdo a su gravedad:

  • Neutropenia leve: el recuento absoluto de neutrófilos va de 1000 a 1500/µl y el riesgo de enfermedades infecciosas es relativamente menor.
  • Moderada: el recuento de neutrófilos va de 500 a 1000/µl y el riesgo de infección es moderado.
  • Neutropenia grave: recuento neutrófilos muy bajo, inferior a 500 µl; el riesgo de infección es alto.
Valores que indican neutrófilos bajos en la sangre
Los neutrófilos bajos son el indicativo de una neutropenia. La misma pude ser leve, moderada o grave.


¿Por qué se produce un recuento de neutrófilos bajos?

Tal y como lo expone un artículo publicado por la Clínica Mayo, hay variados factores que se asocian con un recuento de neutrófilos bajos. En particular, se cosideran dos causas principales:

  • La disminución en la producción de estos leucocitos.
  • Los leucocitos se destruyen en corto tiempo tras ser producidos.

Ambos casos están relacionados con algunas condiciones médicas y hábitos que afectan la salud inmunitaria, tales como los siguientes:

  • Infecciones virales, bacterianas o parasitarias. Por ejemplo el SIDA, la tuberculosis, la malaria, virus de Epstein Barr (VEB).
  • Medicamentos que afectan la médula ósea y los neutrófilos. Los de mayor riesgo son las dipironas, la ticlopidina, el dobesilato de calcio y los antitiroideos. En menor medida están los antiepilépticos, como la fenitoína o carbamazepina.
  • Tratamientos oncológicos. Como la quimioterapia, la radioterapia y ciertas drogas para el tratamiento del cáncer. Estos, en general, dañan los neutrófilos durante el proceso.
  • Deficiencia de vitamina B12 o folato. Relacionada con la anemia megaloblástica.
  • Cáncer u otras enfermedades de la médula ósea. Como las leucemias, el síndrome mielodisplásico, la anemia aplásica y la mielofibrosis.
  • Trastornos congénitos de la función de la médula ósea. Por ejemplo, el síndrome de Kostmann.
  • Destrucción autoinmune de los neutrófilos (como condición primaria o relacionado con el síndrome de Felty).
  • Otras enfermedades autoinmunitarias: granulomatosis con poliangitis (o granulomatosis de Wegener) y lupus.
  • Hiperesplenismo: destrucción prematura de las células de sangre por el bazo.

Otras causas relacionadas

Hay otros factores que se relacionan con un conteo bajo de glóbulos blancos, los cuales pueden estar estrechamente vinculados con diversas enfermedades; además de las anteriormente mencionadas, tenemos:

  • Hepatitis A y B.
  • Hipertiroidismo.
  • Artritis reumatoide.
  • Enfermedades congénitas.
  • Procesos infiltrativos de la médula ósea.
  • Consumo excesivo de bebidas alcohólicas.
  • Uso prolongado de algunos antibióticos y diuréticos.

Síntomas de neutrófilos bajos

Un recuento de neutrófilos bajos suele diagnosticarse cuando se desarrollan infecciones graves o sepsis. Muchos casos leves pasan desapercibidos porque los síntomas no son del todo evidentes.

Las manifestaciones con que se presenta pueden variar en función de la severidad con que se da la neutropenia y, asimismo, en función del tipo de infección o enfermedad subyacente.

Dicho de otro modo, más que signos de la neutropenia, lo que se manifiestan son los síntomas de infecciones. En tal sentido, los pacientes pueden experimentar:

  • Dolor de garganta.
  • Diarrea frecuente.
  • Fiebre moderada y alta.
  • Dolores de cabeza recurrentes.
  • Susceptibilidad a las infecciones.
  • Lesiones o úlceras en la boca y la región anal.
  • Inflamación de los ganglios linfáticos.
  • Infecciones en la piel y heridas que tardan en sanar.
  • Sensación de ardor al orinar y cambios en la micción.

Diagnóstico y tratamiento

El diagnóstico de la neutropenia se realiza con un recuento de neutrófilos a través de un hemograma completo. Si los resultados son inciertos, el médico puede sugerir una prueba complementaria como la biopsia.

En los adultos el diagnóstico es positivo cuando el recuento absoluto de neutrófilos es inferior a 1500 por microlitro de sangre. El recuento de células para indicar neutropenia en los niños varía con la edad.

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Un hemograma completo permite determinar el nivel de neutrófilos.

El tratamiento en caso de un recuento de neutrófilos bajos está basado en controlar la causa subyacente y mantener vigilancia sobre la salud general del paciente, para prevenir infecciones.

Por supuesto, la administración del tratamiento varía en cada caso, según la severidad con que se presente. Los más comunes suelen incluir lo siguiente:

  • Transfusiones de granulocitos.
  • Medicamentos antibióticos y antimicóticos en caso de infecciones.
  • Terapia con corticosteroides o inmunoglobulinas intravenosas.
  • Administración de factores de crecimiento de células blancas de la sangre, si la neutropenia es muy grave.

Posibles complicaciones

Como se mencionó, la neutropenia se considera grave cuando el conteo de neutrófilos es muy bajo: debajo de 500 por microlitro de sangre. Cuando esto ocurre, puede haber infecciones peligrosas, que comprometen la salud del paciente.

Y las mismas no son solo causadas por microorganismos externos, sino incluso por las bacterias que normalmente viven en el cuerpo, tanto en la piel como en las mucosas de la boca o del intestino.

Cuándo acudir al médico

Cuando se ha diagnosticado neutropenia, hay que estar atentos a diversos signos. En este orden de ideas, se recomienda llamar al médico si se presentan síntomas como los siguientes:

  • Fiebre mayor de 38° C, con escalofríos o sudor frío
  • Dificultad para respirar
  • Tos que aparece súbitamente
  • Dolor de garganta o en el cuello
  • Dificultad para orinar
  • Vómitos y diarrea
  • Secreción vaginal
  • Enrojecimiento e inflamación alrededor de heridas

Medidas preventivas para evitar infecciones

Aquellos pacientes cuyo recuento de neutrófilos bajos tiene su origen en una infección, también deben implementar algunas medidas preventivas. Por ejemplo, lavarse las manos con regularidad y usar guantes y máscaras faciales puede limitar el riesgo de infecciones.

Del mismo modo, se deben tener buenos hábitos de higiene al manipular los alimentos para cocinarlos y para consumirlos. Además, se recomienda no entrar en contacto cercano con personas que muestran síntomas de infección, así como evitar los lugares muy concurridos.


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