¿Has sido infiel? Esto es lo que deberías hacer
Si has sido infiel, es probable que te sientas mal. Hacer daño a una persona a la que se ama y aprecia es duro, sobre todo en estos casos. Sentir que se ha traicionado algo tan valioso como la confianza puede ser, incluso, traumático.
No obstante, debes tener en cuenta que necesitas afrontar lo sucedido. No puedes estancarte, ni darle vueltas a una situación que ya no tiene remedio. Debes hacerte responsable de tus actos.
Da igual si eres de los que temen afrontar una ruptura o de los que, simplemente, ya no están enamorados. Es importante que te tomes el tiempo necesario para reflexionar sobre lo que ha ocurrido y cómo puede repercutir en tu relación de pareja.
A continuación, te brindamos los mejores consejos para hacer frente a esta complicada situación.
Si has sido infiel, hazte responsable
Hay algunas personas que cuando cometen una infidelidad, la esconden para no dañar su relación. Sin embargo, la falta de honestidad en la pareja tiene consecuencias.
Tarde o temprano la verdad siempre sale a la luz y este engaño acabará descubriéndose, bien porque la pareja se dé cuenta directamente o porque se hayan dejado cabos sueltos. Cualquier despiste es útil para desenmascarar una infidelidad.
Si la relación que se mantiene es monógama y no se trata de poliamor o una relación abierta, es importante ser responsable y decírselo a la otra persona. La honestidad y la sinceridad deben primar siempre.
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En ocasiones, se le echa la culpa al otro. Frases tales como “es que ya no mantenemos tantas relaciones como antes” o “es que ahora estamos más distantes” pueden provocar que sea la pareja la que se sienta culpable.
Lo cierto es que no es así. Expresiones y pensamientos de ese tipo indican una falta de responsabilidad sobre lo sucedido y conductas de manipulación para evitar reconocer que se ha metido la pata. Por ello, es importante que reflexiones sobre cómo estás actuando.
Ante la infidelidad, distancia
A veces, las personas que han sido infieles por su desesperación en ser perdonadas y no perder al otro hacen lo que sea. Desde llorar, suplicar hasta gritar y hacer mil y una promesas.
Ante una crisis es necesario tomar distancia. No solo para que la otra persona vea con perspectiva lo sucedido, sino para que también tenga libertad de tomar la decisión que mejor le vaya en ese momento.
De la misma forma, la persona infiel también necesita poner sus ideas en orden. Puede que necesite reflexionar acerca del motivo por el que lo ha hecho o reconocer que, tal vez, la relación actual no le llena. Es importante dejar claros ciertos aspectos para saber si hay que cerrar este capítulo e iniciar otro.
El gran problema surge cuando uno se niega a esto porque el amor romántico, el de “para toda la vida”, es algo que está muy interiorizado y no se concibe el hecho de echar por tierra una relación por un error.
Existe un gran miedo a darse cuenta de que las cosas no funcionan. Por ende, se continúa en una relación llena de grietas que, tarde o temprano, terminará por diluirse.
La importancia de aceptar los errores
Todos el mundo comete errores. Algunos afectan solo a la persona que los ha cometido, pero otros repercuten en las personas de su alrededor.
Es importante que ante una infidelidad, se acepte que se ha cometido un error. Esto aliviará el sentimiento de culpa y los intentos de manipulación para que la otra persona no se vaya.
Eso sí, si la otra persona quiere romper, está en su pleno derecho y por supuesto, no hay que obligarla a continuar. Es su decisión.
¿Qué ocurre si la pareja decide seguir junta?
Hay que ser consciente de que la relación no será la misma. Un hecho de este tipo no pasa inadvertido, aún cuando se perdone y se decida continuar. Afecta tanto a ambos miembros como a la relación en general.
Si se decide seguir, hay que darse espacio para reflexionar y determinar qué es lo que se quiere. Igualmente, hay que asumir las consecuencias que ha tenido este bache en la relación.
Por ello, es fundamental hablar sobre lo sucedido, sobre cómo se siente cada uno y cómo enfocar la relación.
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