Insulina: ¿qué es y para qué sirve?

La insulina tiene un papel protagonista en la diabetes, ya que el cuerpo deja de producirla o no es capaz de utilizarla correctamente. ¿Qué más debes saber al respecto? Aquí lo detallamos.
Insulina: ¿qué es y para qué sirve?
Leonardo Biolatto

Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto.

Escrito por Leonardo Biolatto

Última actualización: 10 julio, 2023

Todo el mundo ha oído hablar sobre la insulina, pero lo cierto es que pocas personas conocen lo que es realmente y cuál es su función en el organismo. Se trata de una hormona sintetizada por el páncreas.

La insulina es la ”llave” para que la glucosa presente en la sangre pase al interior de las células. La glucosa es el nutriente esencial de las células; a partir de ella, obtienen la energía necesaria para realizar todas sus funciones.

La gente conoce la insulina por su papel en la diabetes. Esta es una enfermedad en la que el cuerpo no consigue sintetizar o utilizar de forma óptima esta hormona, por lo que los niveles de glucosa en sangre aumentan. Esto es perjudicial para los tejidos y órganos.

La diabetes ha ido aumentando su incidencia en los últimos años, llegando a afectar casi a un 9 % de la población mundial. Por ello, en este artículo te explicamos todo lo que debes saber sobre la insulina, ya que tiene un papel protagonista en esta patología.

¿Cómo actúa la insulina?

La insulina es una hormona que se produce en el páncreas, concretamente en unas células llamadas células beta. Estas células sintetizan insulina para que el resto de células de los tejidos puedan incorporar y almacenar la glucosa que ingerimos con los alimentos.

Este paso es esencial, pues sin glucosa las células son incapaces de obtener energía. Por ende, no podrían realizar sus funciones sin ella. Es importante saber que, además, el páncreas produce insulina de dos maneras diferentes.

representación anatómica del páncreas en manos de un médico
En el páncreas, concretamente en unas células llamadas células beta, se produce insulina.

En primer lugar, el páncreas libera insulina de manera continua y lenta. Esto permite que los niveles de glucosa en sangre se mantengan siempre estables. Este hecho es muy importante, ya que tanto unos niveles muy bajos como unos muy elevados de glucosa en sangre ponen en riesgo la salud.

Por otra parte, las células beta del páncreas también liberan insulina de manera rápida. Esto permite que, cuando ascienden los niveles de glucosa en sangre por las comidas, la concentración vuelva a su estado normal.

La concentración adecuada de glucosa en sangre es entre 70 y 100 mg/dl en ayunas. Como ya hemos mencionado, cuando los niveles bajan por debajo de 70, se produce una situación llamada hipoglucemia .

La hipoglucemia produce síntomas como nerviosismo, inestabilidad, pérdida de conocimiento, etcétera. Es una situación urgente que pone en riesgo la vida.

Del mismo modo, cuando la glucosa se mantiene por encima de 100 mg/dl en ayunas, seguramente existe un problema con la insulina. Aquí es donde aparece la diabetes: las células no pueden utilizar la glucosa y sus niveles ascienden en la sangre.

Podría gustarte: La diabetes infantil

¿Qué ocurre en la diabetes con la insulina?

Es importante saber que existen dos tipos de diabetes: la diabetes tipo 1 y la tipo 2. La diferencia principal es que en la tipo 1 el páncreas no puede producir insulina. Por ello, estas personas necesitan inyecciones de esta hormona para poder utilizar la glucosa.

En la diabetes tipo 2, lo que ocurre es que las células del cuerpo crean una resistencia a la insulina. Es decir, el páncreas sí la produce, pero las células no pueden utilizarla.

La insulina es, por tanto, uno de los tratamientos principales de la diabetes. Se suele utilizar en forma de inyección intramuscular. Sin embargo, para poder utilizarla como tratamiento, hay que conocer sus características principales.

Inyecciones de insulina en diabético tipo 1.
Las inyecciones constantes de insulina son un problema para la adhesión al tratamiento de los pacientes. Esto es porque es difícil acostumbrarse a la insulina suele administrarse a través de una inyección intramuscular.

En primer lugar, hay que tener en cuenta el tiempo de inicio. Es el tiempo que necesita la insulina para llegar a la sangre y comenzar a hacer efecto. Del mismo modo, es importante conocer el tiempo de duración de su efecto.

También hay que contar con el punto de acción máxima de la inyección de insulina. Es el momento en el que la insulina tiene su mayor potencia de acción bajando los niveles de glucosa en sangre.

Todos estos parámetros son importantes para poder calcular el momento en el que un diabético debe ponerse la inyección. Es algo complejo de entender, pero el médico siempre realiza las explicaciones adecuadas para que no tenga lugar ninguna complicación al respecto.

Quizá te interese: Diabetes, ¿cómo afecta a la vista?

Resumiendo…

La insulina es una hormona producida por el páncreas. Permite que la glucosa que obtenemos de los alimentos pase al interior de las células. Tiene un papel principal en la diabetes y, de hecho, también suele formar parte del tratamiento de esta enfermedad.

Si tienes antecedentes familiares de diabetes o algún otro problema de salud, es importante que se lo comuniques al médico y te hagas chequeos periódicamente para tomar las medidas de prevención adecuadas y mantener tu buena salud.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.



Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.