Las interacciones entre fármacos y alimentos hacen referencia a aquellos efectos inesperados, aunque no siempre adversos, que se producen por la toma conjunta de algunos medicamentos y alimentos. No obstante, también puede haber una interacción negativa cuando se afecta el proceso de absorción de los medicamentos, lo cual reduce su efectividad y conlleva el fracaso del tratamiento.
Además, estas interacciones también son mutuas; es decir, hay fármacos que pueden impedir la absorción de algunos nutrientes de los alimentos. Desde las primeras descripciones de estas interacciones, que datan del siglo XX, hasta la actualidad, se han podido determinar un poco más de 300.
Aunque la interacción es inevitable, muchas no llegan a influir de forma significativa en la eficacia de la medicación. Pese a esto, es fundamental que los profesionales en salud, farmacéutica y nutrición estén familiarizados con el tema para optimizar el tratamiento de sus pacientes y, de paso, velar por su estado nutricional.
Tipos de interacciones entre fármacos y alimentos
Las interacciones entre fármacos y alimentos se clasifican teniendo en cuenta cuál de los dos sufre una modificación en su función por la presencia del otro:
Interacciones alimento-medicamento (IAM). Ocurren cuando el alimento, o alguno de sus componentes, hacen variar la biodisponibilidad o comportamiento farmacocinético o farmacodinámico del medicamento.
Interacciones medicamento-alimento (IMA). Los medicamentos interfieren en el proceso de absorción de los alimentos, modificando su utilización metabólica y eliminando los nutrientes.
También se clasifican en función del mecanismo que explica dichas interacciones:
Farmacocinéticas. Cuando se modifica o altera el proceso de absorción, distribución, metabolización y excreción.
Farmacodinámicas. Cuando afecta a interfiere el mecanismo de acción de los medicamentos.
Fármacos con un margen terapéutico estrecho, es decir, aquellos que deben ingerirse en dosis exactas, ya que la dosis terapéutica es próxima a la dosis tóxica. Algunos ejemplos son:
Fármacos que deben mantener una concentración plasmática sostenida para ser eficaces. Por ejemplo, los antibióticos.
Medicamentos cuyos cambios mínimos en la dosis producen cambios significativos en el efecto.
Alimentos que influyen en el efecto de los fármacos
Alimentos que dificultan la absorción de un fármaco
Proteínas. Interfieren en la absorción de la L-DOPA, tratamiento de la enfermedad de Parkinson. Están presentes en alimentos como: carnes, pescados, lácteos, legumbres y huevos.
Grasas. Reducen la eficacia de medicamentos que se emplean en el tratamiento del sida (zidovudina, indinavir y didanosina) y, además, también reducen la acción de los anticoagulantes orales.
Lácteos. Afectan la absorción y eficacia de medicamentos como los antibióticos (tetraciclinas) y las penicilinas orales. También dificultan la absorción de hierro y de los laxantes que contienen magnesio.
Vitamina K. Tiende a limitar la absorción y eficacia de los anticoagulantes orales. Se encuentra en: coles, remolacha, lechuga, espinacas, guisantes, hígado, té verde.
Alimentos que bloquean la acción de un fármaco
Regaliz. Anula los efectos de los antihipertensivos, diuréticos y betabloqueadores. A menudo, se emplea para mejorar el sabor de: chicles, bombones, cervezas, cigarrillos.
Té. Afecta la absorción de suplementos de hierro debido a su contenido de taninos.
Alimentos que potencian la acción de un fármaco
Ajo. Ingerido de forma habitual en la dieta puede potenciar la acción de los anticoagulantes orales (warfarina y acenocumarol), lo cual eleva el riesgo de hemorragias.
Zumo de naranja. Tiene un efecto beneficioso, pues aumenta la absorción de los suplementos de hierro que se recetan para el tratamiento de la anemia.
Alimentos que provocan efectos adversos
Soja. Anula los efectos del tamoxifeno, un medicamento de acción antiestrogénica para la prevención del cáncer de mama. Causa toxicidad cuando se ingiere con el haloperidol (para alteraciones del sistema nervioso) y la warfarina.
Zumo de pomelo. Produce reacciones de toxicidad cuando su consumo coincide con fármacos para la hipertensión, antihistamínicos, hipocolesterolemiantes y fármacos antirrechazo de trasplantes.
Tiramina. Reacciona de forma negativa con los antidepresivos como los inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO) y produce efectos vasoconstrictores, crisis hipertensivas, cefaleas intensas, náuseas y palpitaciones. Se encuentra en: quesos curados, embutidos, cerveza, carnes ahumadas, productos marinados y alimentos fermentados.
¿Quiénes tienen mayor riesgo de sufrir estas interacciones?
Aunque las interacciones entre fármacos y alimentos pueden darse en cualquier persona, hay grupos de población que, por su condición, tienen más riesgo y requieren más cuidado:
Personas de edad avanzada (debido a que los cambios fisiológicos de la edad afectan la absorción, metabolismo y eliminación del fármaco).
Niños (porque su sistemas de destoxificación es inmaduro aún).
En conclusión, las interacciones entre los alimentos y fármacos son múltiples. De hecho, pueden causar efectos beneficiosos y no deseados. Como pacientes, es fundamental conocer la forma correcta de tomar el fármaco para obtener los efectos deseados y evitar reacciones adversas.
Por lo tanto, lo más recomendable antes de comenzar con cualquier tratamiento sería consultar con el médico las posibles reacciones que pueden tener nuestros fármacos.
Vidal Carou, C., & Bosch Fusté, J. (2015). Interacciones entre alimentos y medicamentos. Kellogs. https://doi.org/M-17534-2012.
Vidal Carou, C., & Bosch Fusté, J. (2012). Interacciones entre alimentos y medicamentos Conceptos clave. In Manual practico de Nutrición y Salud de Kelloggs. https://doi.org/M-17534-2012
San Miguel, M., & Sánchez, J. (2011). Interacciones alimento/medicamento. Información Terapéutica Del Sistema Nacional de Salud. https://doi.org/10.1029/WR013i006p00992
Carou, C. V., & Fusté, J. B. (2011). Interacciones entre alimentos y medicamentos. In Manual práctico de nutrición y salud. https://doi.org/M-17534-2012
Licenciada en Comunicación Social – Periodismo por la Universidad del Quindío (2015).
Trabajó en Casa Editorial “El Tiempo”, la Alcadía Municipal de Sevilla (Valle del Cauca), la Fundación Educativa Metropolitana UTEM, PUBLIDEAS y el Instituto de Deportes de Tenjo. Entre algunas de sus funciones estaban la creación de contenidos digitales e impresos y la administración de las redes sociales.
El flumazenil, también conocido como flumazenilo, es un medicamento utilizado para el tratamiento de las intoxicaciones por benzodiazepinas. En concreto, es el único que existe con esta indicación. Se presenta en viales de 5 y 10 ml que contienen una…
La norepinefrina, también conocida como noradrenalina, es un neurotransmisor de la respuesta adrenérgica. Se trata de una catecolamina que se sintetiza en el organismo a partir del aminoácido tirosina. Este neurotransmisor se sintetiza en las glándulas suprarrenales y en las…
Los tipos de medicamentos se pueden clasificar en función de su acción, vía de administración o indicaciones terapéuticas. La OMS utiliza el código ATC (Anatómico, Terapéutico, Químico). Se trata de un sistema europeo de codificación de sustancias farmacéuticas y de…
La azatioprina es un medicamento inmunosupresor, es decir, debilita el sistema inmune con el fin de tratar enfermedades en las que este sistema está activo de forma equívoca. El sistema inmunitario es un mecanismo natural del organismo que tiene la…
Está comprobado que el estilo de vida que lleva la sociedad actual genera, habitualmente, estados nerviosos que hacen necesario el uso de medicamentos para la ansiedad. No obstante, la ansiedad es un mecanismo natural del organismo, por lo que siempre…
El sulfato de magnesio es un compuesto químico cuya fórmula es Mg SO4·7H2O. Se usa para prevenir y tratar las convulsiones en las mujeres con eclampsia y preeclampsia grave. Sin embargo, no esta indicado para otros tipos de cuadros convulsivos.…