Intubación con laringoscopio de Bullard

La principal ventaja del laringoscopio de Bullard es que permite realizar la intubación con un mínimo movimiento de la cabeza y el cuello.
Intubación con laringoscopio de Bullard
José Gerardo Rosciano Paganelli

Revisado y aprobado por el médico José Gerardo Rosciano Paganelli.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 06 julio, 2023

El laringoscopio de Bullard es un instrumento que se emplea para realizar la intubación orotraqueal y que pertenece a la categoría de los llamados dispositivos ópticos. Se le considera uno de los medios más seguros para realizar este tipo de procedimientos.

El laringoscopio inicialmente fue desarrollado para visualizar las cuerdas vocales. Data del siglo XIX. Con el tiempo, el aparato se perfeccionó y permitió llegar hasta un punto más allá de la epiglotis y luego a toda la extensión de la laringe.

Gracias a los desarrollos tecnológicos ha sido posible crear laringoscopios específicamente destinados a la intubación, con diseños más anatómicos. El laringoscopio de Bullard es un ejemplo de ellos. Es muy funcional, pero requiere destreza por parte del médico.

Proceso de intubación

Médico monitorizando la intubación de un paciente.

La intubación es un procedimiento mediante el cual se coloca una sonda o cánula en la tráquea , a través de la nariz o la boca. Se realiza principalmente con el propósito de abrir la vía respiratoria para suministrar oxígeno, anestesia o medicamentos.

Este procedimiento también permite ofrecer asistencia respiratoria, eliminar obstrucciones o proteger los pulmones cuando hay riesgo de inhalación de líquidos. Así mismo, permite visualizar y explorar las vías respiratorias.

La intubación se realiza mediante una laringoscopia. En la laringoscopia convencional es necesario alinear la boca, la laringe y la faringe. Esto se logra, casi siempre, con la hiperextensión de la cabeza. El laringoscopio de Bullard hace innecesaria dicha alineación, lo cual representa una ventaja significativa.

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Los dispositivos ópticos

En la última década se han desarrollado una serie de aparatos para el manejo de la vía aérea difícil. Esta última se refiere a las dificultades para mantener una oxigenación y ventilación adecuadas durante la intubación. Implica el establecimiento de una vía aérea permeable.

Esto llevó a desarrollar dispositivos ópticos, que son aparatos que permiten visualizar la glotis de forma indirecta, para hacer correctamente la intubación traqueal. Esto se logra a través de una cámara que forma parte de dichos dispositivos.

Los dispositivos ópticos se clasifican en: laringoscopios rígidos, estiletes fibrópticos y fibroscopio flexbel. El laringoscopio de Bullard pertenece a la categoría de los rígidos. Da la posibilidad de realizar una microcirugía en el área de la laringe.

El laringoscopio de Bullard

El laringoscopio de Bullard fue inventado por Roger Bullard, quien era anestesiólogo y obstetra en la Escuela de Medicina de Georgia. Comenzó a emplearse en 1980 y desde el año 2003 figura en el algoritmo de manejo de la vía aérea difícil de la Sociedad Americana de Anestesiología.

Este instrumento está compuesto por una pala curva que contiene fibra óptica y por un mango.  La hoja metálica curva está en la pala y tiene una longitud de 13.2 cm de largo, por 1.3 cm de ancho. Cuenta con un visor óptico para el ojo o para que sea conectado a una cámara y un monitor.

El laringoscopio de Bullard es básicamente apto para la intubación por la boca. Reduce la necesidad de mover el cuello y la cabeza para visualizar la laringe. Exige un tiempo algo mayor para la intubación, pero se considera un instrumento sumamente seguro.

Este instrumento brinda suficientes garantías de seguridad en la ventilación, pero sobre todo durante la intubación traqueal. Sin embargo, su uso exige destreza por parte del profesional que realice el procedimiento.

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La intubación con laringoscopio de Bullard

El laringoscopio de Bullar puede emplearse en situaciones de rutina, pero resulta especialmente útil cuando la movilización de la cabeza del paciente se encuentra limitada, o está contraindicada. También cuando la apertura oral es reducida.

Antes de realizar el procedimiento se debe explorar la vía aérea para detectar problemas obvios que puedan dificultar las acciones. La expresión vía aérea hace referencia al tracto superior, compuesto por: nariz, boca, faringe, laringe, tráquea y bronquios principales.

La cavidad oral debe estar en posición neutral. Se debe elegir un dispositivo normal o pediátrico, según sea el caso. También ajustar la dioptría del lente ocular. Por lo general, se aplica una sedación con pequeñas dosis de benzodiacepinas.

Cuando la laringe es visualizada, el tubo endotraqueal debe deslizarse por la guía metálica que está montada al lado de la hoja metálica del dispositivo. El laringoscopio de Bullard ofrece una excelente visualización de la laringe y es uno de los procedimientos más recomendados.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.