El juego según cada etapa de crecimiento del niño

El juego es imprescindible para el desarrollo de las habilidades físicas y psicológicas de los niños y en cada etapa es un indicador de las destrezas que se van consolidando.
El juego según cada etapa de crecimiento del niño
Bernardo Peña

Revisado y aprobado por el psicólogo Bernardo Peña.

Última actualización: 25 mayo, 2023

El juego según la edad del niño varía y se vuelve un elemento indispensable para el desarrollo de habilidades y destrezas. Aunque pareciera que su único fin es el entretenimiento, en realidad el juego en el niño desempeña un papel principal en su proceso de aprendizaje y adaptación a la vida.

A través de estas actividades se genera un estímulo que fortalece las destrezas motoras, la autorregulación y las competencias sociales. Además, se convierte en el medio favorito de los menores para exteriorizar sus miedos, alegrías y necesidades. Debido a esto, cada edad tiene un tipo de juego característico, que surge de forma espontánea en el niño conforme va explorando y aprendiendo.

¿Por qué es tan importante conocer su evolución? Pues bien, sea cual sea la actividad, los padres siempre serán una guía. Por esto, es fundamental que cada uno se involucre en el juego y sus respectivos cambios.

Importancia de los juegos según la edad del niño

Niños jugando en el campo en verano.


Desde el nacimiento es muy importante estimular a los niños a través del juego. Aunque ellos relacionarán esta actividad con la diversión, más allá de eso es un elemento imprescindible para su desarrollo integral.

Jugar es un ejercicio con muchos beneficios para la salud física y psicológica del menor; es la manera como consigue dominar muchas de sus habilidades.

Beneficios del juego según la edad del niño

  • Forma hábitos de cooperación.
  • Fortalece los instintos naturales.
  • Aumenta la creatividad e imaginación.
  • Estimula el desarrollo sensorial y mental.
  • Mejora la capacidad para solucionar problemas.
  • Fortalece su salud inmunitaria, ósea y muscular.
  • Permite que el niño asimile el concepto de ganar o perder.
  • Favorece el desarrollo del lenguaje y las relaciones afectivas.
  • Ayuda a la convivencia familiar y fortalece el vínculo padres e hijo.
  • Le permite adaptarse a su entorno y aprender a relacionarse con los demás.
  • Desarrolla su capacidad de coordinación psicomotriz y motricidad gruesa y fina.
  • Hace que los bebés y niños pequeños aprendan a conocer su cuerpo y entorno.
  • Cultiva su inteligencia emocional y también es una vía para canalizar sus emociones, pues los niños así aprenden a manifestarlas.

¿Cómo es el juego según la edad del niño?

De acuerdo con el psicológico Jean William Fritz Piaget, los juegos según la edad de los niños pueden ser funcionales, de construcción, de reglas, de roles o didácticos.

Cada uno se desarrolla en una etapa de crecimiento del niño distinta y, por ello, es importante saber elegir los juguetes que reúnen dichas características, en función de la edad.

Los juegos también tienen otras cualidades que, como padres, es bueno tener en cuenta:

  • Son simbólicos, porque representan la realidad.
  • Significativos, ya que se asocian con experiencias.
  • Activos, porque le permite al niño ejecutar acciones.
  • Placenteros, pues para ellos es muy divertido.
  • Voluntarios, porque están motivados por su curiosidad.

Tipos de juego según cada etapa de crecimiento del niño

Los juegos según la edad del niño van cambiando, adaptándose a las aptitudes y actitudes que adquieren conforme crecen. Cuánto más desarrolla sus capacidades físicas y mentales, el juego se va volviendo más sofisticado. De este modo, más que un elemento para el entretenimiento, el juego se vuelve un indicador del nivel de desarrollo del bebé y el niño.

Juegos de tipo motor: desde 0 hasta 2 años

Juegos para bebés
Los juegos para bebés deben destinarse a fomentar el desarrollo sensorial y psicomotor de los pequeños.

En esta etapa del desarrollo sensoriomotor el niño adquiere destreza perceptiva y destreza motora experimentando con el medio. Además, logra algo muy importante, lo que se conoce como permanencia del objeto, esto es, que algo que se pone en su campo visual no desaparece cuando deja de verlo.

Los juegos de tipo motor son aquellos que se dan desde los primeros días de vida hasta, más o menos, los dos años.

Su característica principal es que implica la realización de todo tipo de movimiento con el cuerpo o con juguetes que el niño tiene a la mano. Su práctica resulta esencial para alcanzar habilidades motoras organizadas y complejas.

Juegos simbólicos: desde los 36 meses

Cuando los niños aprenden a observar e interpretar, se producen los juegos simbólicos, estamos según Piaget en el período pre operacional o preoperatorio. Para el psicólogo y su teoría del desarrollo cognitivo, pensar la cosa sin tener el objeto a la vista es la base cognitiva de dichos juegos, lo cual da como resultado su introducción en la ficción y la fantasía, por ejemplo, al ver la televisión.

En este tipo de juegos según la edad, el niño desarrolla la creatividad e imaginación, pues cualquier elemento se transforma en otra cosa: un cojín hace de cama, una caja de mesa, etc.

Juegos de construcciones: niños 5 a 7 años

Gran parte de la creatividad y las habilidades motoras se han consolidado en esta etapa de crecimiento del niño.

Por esto, con las herramientas apropiadas, él o ella puede construir decenas de cosas que se le pasan por la mente. Los juguetes didácticos comienzan a ser muy útiles en este momento. Piaget la denomina sub-etapa del pensamiento intuitivo y se caracteriza porque los niños tienden a ser curiosos y a hacer muchas preguntas.

Actividades cognitivas complejas como la concentración, la conservación, la irreversibilidad, la inferencia, son típicas de esta etapa.

Juegos de reglas: a partir de los 7 años

Niños jugando: ejemplo de cooperación.

A partir de los 7 años de edad (el estadio de las operaciones concretas), los niños inician una etapa en la que ya son conscientes del entorno en que se encuentran y del grupo de ideales que les rodea.

Afirma Piaget que los niños usan de manera adecuada la lógica, han incorporado el razonamiento inductivo, distinguen su pensamiento y el de los demás, dominan la clasificación y resuelven problemas matemáticos.

Sus relaciones con otros niños empiezan a ser claves para fomentar la cooperación y la convivencia, pues se inician en los juegos grupales y de reglas (deportes, juegos de mesa, entre otros).

Los juegos cooperativos y competitivos a partir de los 8 años fomentan la empatía

Los competitivos son aquellos juegos cuyo logro se alcanza a costa del otro o de los otros, mientras que los cooperativos establecen relación directa entre los objetivos y las posibilidades de triunfar entre los distintos niños. Y lo más importante, la meta solo se alcanza si todos la alcanzan.

Otra cosa interesante de todo ello es que las investigaciones confirman que los mayores niveles de empatía emocional se dan en situaciones de cooperación y conflicto antes que en las neutras y no cooperativas. Mejoran la inteligencia emocional, y las emociones positivas propician relaciones más pacíficas e incrementan la resolución de problemas.

Por otro lado, los juegos competitivos generan más emociones que los no competitivos y «los estudios ponen en evidencia la necesidad de emocionar a los alumnos, ya sea con vivencias negativas o positivas, con el fin de que no olviden el aprendizaje ya sea más dulce o más amargo».

Finalmente, no hay que pasar por alto el papel que desempeñan los padres en todas estas etapas. Es importante involucrarse en los juegos según la edad del niño y dejarlos jugar todos los días. Además, es bueno estimular su imaginación, pero siempre tratando de recordar la diferencia que hay entre el juego y la realidad.

Según Piaget, ¿cómo aprenden los niños la realidad?

Hemos visto la importancia de las fases del desarrollo en los juegos y juguetes, de modo que la capacidad de explorar y comprender el mundo, permanezca dentro del ámbito cognitivo y lúdico propio de los niños. En ese sentido, es relevante conocer los principios -asimilación, acomodación y adaptación- sobre los que se basa el psicólogo suizo para responder a las preguntas sobre cómo los pequeños aprenden la realidad.

Lo esencial es que estos participan activamente en su desarrollo a partir de sus propias actividades construyendo estructuras cada vez más diferenciadas que les permiten adaptarse al medio. Decía Piaget, que la vida es una creación continua de formas que buscan equilibrarse en el entorno.

El juego según la edad le permite al niño asimilar los elementos de la realidad y transformarlos de acuerdo a sus necesidades imaginarias. «Es en el juego en donde el niño experimenta el eterno presente y lo hace perpetuo», afirma Elizabeth Martínez.

Para que esto se cumpla de manera progresiva hasta conquistar los estadios del desarrollo autónomo, son necesarias una familia y una escuela que estimulen y protejan, que brinden confianza, seguridad y apoyo.


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