La voz en la vejez: 10 pasos para mantenerla saludable
9 agosto, 2019
Este artículo fue redactado y avalado por la farmacéutica María Vijande
Lo que se conoce como huella vocal está determinada por la forma del tracto laríngeo superior, que es diferente en cada persona. Además, en el cambio de voz en la vejez, están involucradas las hormonas.
Al llegar a la vejez, puede que hayas notado que tu voz no suene como solía hacerlo. A este cambio que sufre la voz en la vejez se le llama presbifonía. Obedece a los cambios naturales que ocurren en la laringe como parte natural del proceso de envejecimiento.
La laringe y las cuerdas vocales pueden vibrar más o menos dependiendo de la constitución de cada persona, pero también de su edad. Con el paso del tiempo van perdiendo elasticidad y fibras de colágeno.
¿Qué es la huella vocal?
Cada persona tiene su propia voz, que le identifica y le hace única y, por este motivo, hay que cuidarla. Lo que se conoce como huella vocal está determinada por la forma del tracto laríngeo superior, que es diferente en cada persona. Por este motivo, la resonancia de la voz también es diferente, incluso en la vejez.
En el proceso del cambio de voz están involucradas las hormonas: la testosterona en los hombres y los estrógenos en las mujeres. En la senectud, la testosterona disminuye en los hombres y la voz se vuelve a agudizar. Mientras que en las mujeres, por el contrario, se vuelve ligeramente más grave por los estrógenos.
5 cambios que puedes notar en la voz en la vejez
A medida que envejeces, tu voz puede tener un carácter muy diferente. Aunque muchos adultos conservan su voz juvenil en la vejez, hay algunos cambios comunes que pueden notarse:
Suena más delgada: el sonido de la voz es menos resonante. Las cuerdas vocales dentro de la laringe se vuelven más delgadas y menos flexibles. Esto se debe a que sufren pérdida muscular con el tiempo y no vibran como antes.
Tu voz suena más áspera: tu voz requiere una vibración efectiva para que su sonido sea claro. Por tanto, cualquier cosa que interfiera en el cierre de las cuerdas y sea dañina para la laringe dará como resultado una voz áspera y ronca.
Suena menos fuerte: el envejecimiento también afecta a la proyección y al volumen de la voz. Además, las personas con sistemas respiratorios alterados pueden notar que sus voz es más baja.
Cambio de tono: los cambios en el tono también pueden deberse a la atrofia de los músculos en las cuerdas vocales y, en las mujeres, puede deberse en parte a los cambios hormonales.
Fatiga vocal: si tu voz comienza fuerte, pero se desvanece a lo largo del día, la fatiga vocal puede ser la culpable. Como cualquier fatiga, la fatiga de la voz está relacionada con el uso.
La prevención es el mejor remedio para evitar problemas en la voz y cuidarla. A continuación, te damos unos consejos para cuidar tu voz y prevenir patologías que pueden afectar a los órganos de la voz:
No fuerces la voz y no grites.
Evita los sitios muy ruidosos y no trates de hablar por encima del ruido cuando estés en ellos.
No fumes ni permanezcas en ambientes con humo, irritan la laringe.
Procura no carraspear con fuerza.
Si tienes catarro, alergia o toses con frecuencia, consulta a un especialista para recibir el tratamiento adecuado.
Si sufres ronquera o afonía, y se prolonga más de 10 días, acude al especialista.
Hidratarse correctamente: debes beber unos dos litros de agua al día. De esta forma, la mucosa que recubre a las cuerdas vocales estará correctamente hidratada.
Siempre que sea posible, procura no hablar más de cuatro horas seguidas, ni cantar más de dos, ya que perjudica a las cuerdas vocales.
Limita el consumo de alcohol y cafeína, pues deshidratan los pliegues vocales. Además, procura mantener una dieta equilibrada evitando comidas picantes y productos lácteos que pueden afectar a la voz.
Sobre el cambio de la voz en la vejez todavía no se conoce lo suficiente para concretar una estrategia de prevención. Aunque la práctica de la buena higiene y seguir los consejos que te hemos dado te ayudará a conservar la voz en la vejez.
Graduada en Farmacia por la Universidad de Salamanca (curso académico 2013-2018). Actualmente, María Vijande se ha especializando en el ámbito de la investigación clínica mediante el Máster en Monitorización de Ensayos Clínicos y Medical Affairs en el CESIF (Centro de Estudios Superiores de la Industria Farmacéutica).
Compagina su trabajo con el grado en Psicología impartido por la UNED (Universidad Nacional de Educación a Distancia). María Vijande ha realizado prácticas extracurriculares en oficina de farmacia y ha llevado a cabo las prácticas de la carrera en el Hospital Hagia Sofía en Atenas (Grecia), gracias al programa Erasmus. En la actualidad trabaja como Junior Clinical Research Associate en el Grupo GEICAM de Investigación del Cáncer de Mama.
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