¿Qué son las sales de Epsom y qué beneficios podrían brindar?

Las sales de Epsom suelen usarse vía oral o en baños de inmersión para tratar diversas enfermedades. Si quieres saber sus beneficios, efectos secundarios, cómo comprarlas y usarlas, no te pierdas este artículo.
¿Qué son las sales de Epsom y qué beneficios podrían brindar?
Maria del Carmen Hernandez

Revisado y aprobado por la dermatóloga Maria del Carmen Hernandez.

Última actualización: 06 noviembre, 2023

Las sales de Epsom se han convertido es uno de los productos más populares en la actualidad. Dado su contenido de sulfato de magnesio, se cree que podrían aprovecharse como complemento para el tratamiento de varias dolencias y enfermedades asociadas al déficit de dicho mineral.

Su forma de uso más extendida es a través de baños de inmersión. Según se piensa, esto no solo permitiría incrementar la absorción de magnesio, sino también promover la relajación del cuerpo y el bienestar en general. Ahora bien, ¿cuáles son sus beneficios y cómo utilizarlas? Veámoslo a continuación.

¿Qué son las sales de Epsom?

La sal de Epsom o sal inglesa es sulfato de magnesio. Este componente puede controlar y tratar distintas afecciones, como indica un artículo de StatPearls. En este sentido, puede servir para las alteraciones del magnesio, el estreñimiento o, mediante inyecciones, para la preeclampsia en mujeres embarazadas.

¿Y por qué es tan importante el magnesio? De hecho, este mineral es esencial porque regula la función de los músculos y el sistema nervioso. También influye en la presión arterial y los niveles de azúcar en la sangre. Y, por si fuera poco, ayuda a formar proteína, masa ósea y ADN.

La dosis diaria recomendada de magnesio es de 310 a 320 miligramos para las mujeres y de 400 a 420 miligramos para los hombres. Si no se consume lo suficiente, puede derivar en afecciones a largo plazo, como presión alta, diabetes u osteoporosis. Por eso, las sales de Epsom pueden ser una alternativa natural para aportar este mineral al cuerpo. A continuación, te contamos más.



Los beneficios de las sales de Epsom

Como hemos indicado, el sulfato de magnesio puede usarse de forma inyectable para ciertas patologías, pero una forma más sencilla de acceder a él es mediante su formato como sal. Por esta razón, el uso de la sal de Epsom se asocia al tratamiento de varias afecciones.

Dado que es fuente de magnesio, al sumergir el cuerpo en agua que contenga estas sales es posible que motive efectos positivos en la salud. Esto ocurre debido a que esta sustancia puede ingresar en nuestro organismo a través de la piel, como indica un artículo de Nutrients.

En los apartados sucesivos, te contaremos cuáles son los beneficios de las sales de Epsom que han sido estudiados. Aun así, ten presente que existen efectos secundarios sobre su empleo, de los que hablaremos en adelante. Por lo tanto, es importante que consultes con un médico antes de emplearlas.

1. Reducción del estrés

Se ha considerado que estas sales pueden ayudar a reducir los niveles de cortisol, y con ello, el estrés, la ansiedad y afines. Sin embargo, esta es una afirmación que no está del todo respaldada, aunque hay estudios como el de la  Universidad Southeastern, el cual indica que la terapia de flotación con estas sales puede reducir el estrés y relajar los músculos. Así, participantes con cáncer tomaron sesiones de una hora, dentro de un tanque de agua saturado con sales de Epsom. Con ello, notaron reducción del estrés, la depresión y el dolor, además de un mejor estado de ánimo.

2. Tratamiento de la psoriasis

La psoriasis es una afección de la piel seca, que puede producir escamas e irritación. Para reparar la barrera cutánea, suele recomendarse la adición de sales de Epsom al baño. También, para eliminar las escamas, suavizar la piel y tratar la psoriasis en las uñas.

En este sentido, agregar dos tazas de estas sales al agua tibia y sumergirse hasta por 15 minutos, todos los días puede funcionar como tratamiento. Sin embargo, y aunque es recomendado por la Academia Americana de Dermatología, son necesarios más estudios. Además, debe estar indicado por un médico.

3. Reducción de síntomas de la osteoartritis

La osteoartritis es un tipo de artritis frecuente en las personas mayores. Provoca un desgaste de los cartílagos de las articulaciones y, cuando empeora, crecimiento óseo anormal. No obstante, las sales de Epsom utilizadas en el baño pueden servir para reducir sus síntomas, como el dolor y la inflamación.

De este modo, sumergir el cuerpo en agua tibia con estas sales puede aportar magnesio y sulfatos al cuerpo, lo cual puede mejorar la circulación de la sangre y la hinchazón. Solo 15 minutos de inmersión, tres veces a la semana, pueden ser útiles para reducir el dolor y promover el movimiento en las articulaciones.

4. Acción como laxante

Desde hace cientos de años, los derivados del magnesio son empleados con fines laxantes para actuar contra el estreñimiento. Tanto el hidróxido de magnesio, como el sulfato de magnesio, es decir, las sales de Epsom, pueden tener el mismo efecto. Por lo general, las personas suelen ingerirlas diluidas en agua o, en casos graves, en edemas.

Sin embargo, utilizarlas de este modo puede provocar hipermagnesemia. Para no sufrir este y otros efectos negativos, l a única recomendación es el consumo de agua mineral rica en sulfato de magnesio, como sugiere una revisión de Nutrients. Aunque también puede ser inapropiada para personas con riesgo de hipertensión o enfermedad cardiovascular.

5. Tratamiento de la hipertensión

El baño de inmersión con sales de Epsom también puede ayudar a tratar la presión arterial elevada. Tal como indica un estudio del Indian Journal of Integrative Medicine, 100 personas con hipertensión participaron de baños de inmersión de 230 litros de agua, con 200 gramos de las sales. Gracias a la absorción del magnesio, después de 20 minutos, notaron una disminución de la presión arterial sistólica. Además, esta sustancia motivó la producción de la serotonina y, en consecuencia, el estado de relajación.



Los peligros de su consumo vía oral

Como indicamos, el consumo por vía oral de las sales de Epsom, con la finalidad de combatir el estreñimiento, desintoxicar o depurar el organismo, es riesgoso para la salud. Esto se debe a que puede aumentar el nivel de magnesio en el cuerpo por encima de los valores adecuados. También están contraindicadas para personas con enfermedad renal. Su ingesta puede provocar los siguientes síntomas:

  • Náuseas
  • Vómitos
  • Debilidad
  • Hipotensión
  • Hipermagnesemia
  • Insuficiencia renal
  • Ausencia de reflejos
  • Problemas para respirar
  • Ritmo cardíaco irregular

Por lo tanto, es recomendable que su uso se limite a los baños de inmersión. No se aconseja consumir sales de Epsom como remedio para ninguna enfermedad, ni como método de prevención para malestares sin consulta previa. Lo más conveniente, en caso de sufrir alguna molestia, es acudir al médico.

¿Dónde comprar y cómo utilizar las sales de Epsom?

Si estás interesado en usar las sales de Epsom para baños de inmersión, debes saber que conseguirlas es muy sencillo. Suelen venderlas en supermercados o tiendas especializadas en productos naturales. También es posible encontrarlas, como a la sal de Epsom de Santa Isabel, en tiendas online.

En su empaque suelen indicar su modo de empleo. Por lo general, basta con llenar una tina con agua caliente y añadir una o dos tazas de las sales. Una vez que se disuelven, puedes sumergirte en el agua por entre 15 y 30 minutos.

A su vez, puedes emplearlas en menor cantidad para tratar alguna zona específica. Para ello, incorpora un par de cucharadas en un recipiente más pequeño con agua caliente y sumerge solo esa parte del cuerpo. El tiempo de inmersión será el mismo.

Los baños de inmersión con estas sales pueden ser beneficiosos para la salud

El uso de las sales de Epsom en el baño puede funcionar como tratamiento para distintas patologías, desde el estrés, hasta la presión arterial elevada. A su vez, es importante destacar que su consumo no es recomendable, porque existe el riesgo de generar un exceso de magnesio en el cuerpo.

En cualquier caso, resulta fundamental consultar con un médico si padeces alguna de las patologías mencionadas. Las sales pueden servir como un tratamiento coadyuvante, pero en ningún caso reemplazarán sus recomendaciones.


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