Todo lo que debes saber sobre el psoas mayor

Aunque muchos de nosotros ni siquiera sabemos dónde está, cuidar adecuadamente del psoas mayor mediante estiramientos y ejercicios puede ayudarnos a evitar y aliviar muchos dolores de espalda
Todo lo que debes saber sobre el psoas mayor
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 09 julio, 2023

El psoas mayor es un músculo que se localiza a lo largo de la región lumbar de la columna vertebral y en la pelvis. Asimismo, es interesante saber que es el músculo más grande y fuerte de los que conocemos como flexores de cadera.

Los flexores de la cadera son los que nos permiten, acciones tan simples como caminar, ir en bicicleta, acostarnos, levantarnos, bailar, hacer estiramientos, sentadillas así como la mayoría de los ejercicios más clásicos del yoga.

El psoas mayor es uno de los músculos más profundos del cuerpo. Favorece el movimiento, pero ante todo, nos ayuda a tener estabilidad. A su vez, tiene mucho que ver con nuestro mundo emocional, con la función de liberar tensiones, de canalizar el estrés o la ansiedad.

Para muchas filosofías orientales, el psoas mayor es el órgano que canaliza la energía y que nos une a la tierra, la estructura que nos confiere equilibrio y vitalidad. Intervine en el equilibrio y la posibilidad de llevar a cabo movimientos amplios.

Normalmente no lo percibimos, pero todos notamos su presencia cada vez que pasamos mucho tiempo sentados y la espalda se resiente. También lo notamos cuando sufrimos dolor lumbar, dolor de pelvis y cuando sentimos súbitos pinchazos entre los discos intervertebrales.

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Localización del psoas mayor


Este musculo se sitúa entre el diafragma y el suelo pélvico, en lo más íntimo del cuerpo, y a su vez se divide en dos partes. Una parte más profunda desde las vértebras lumbares primera a la quinta, y una más superficial en las vértebras torácicas.

Cabe destacar que no solo nos ayuda a estabilizar la columna vertebral, sino que, además, es imprescindible para proporcionar una buena “sujeción” en los órganos abdominales.
El psoas mayor actúa como mensajero para el sistema nervioso central. Al estar unido con el diafragma a través de la fascia media en muchas emociones que sentimos de forma intensa en el estómago.

De ahí, que aspectos tan básicos como la propia respiración o el reflejo del miedo, el estrés o la ansiedad sean acciones en la que el psoas mayor se ve comúnmente involucrado. De esta forma, un estilo de vida acelerado, marcado por altas dosis de cortisol en sangre, harán que el psoas mayor sufra.

Si mantenemos un alto estado de ansiedad y estrés durante muchas semanas o meses, este músculo acabará endureciéndose. Esto dará lugar a dolor de espalda, ciática, problemas digestivos e incluso menstruaciones dolorosas.

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Ejercicios adecuados para cuidar el psoas mayor

Las emociones negativas mantenidas largamente en el tiempo, no son las únicas que afectan a la resistencia y elasticidad de este músculo. El sedentarismo y las malas posturas también afectan al psoas mayor. Además influyen en la aparición del dolor lumbar entre otras patologías.

Podemos cuidar y mantener en buen estado este músculo practicando ejercicios adecuados. Gran parte de los ejercicios de yoga buscan reequilibrar, cuidar y fortalecer el psoas mayor.

Posturas de yoga y sus beneficios: la cobra.

Cualquier estiramiento que involucre la zona de la ingle y la cintura, va a permitir que la tensión fluya por este músculo. Un psoas sin tensión nos ayudará a conseguir beneficios para el cuerpo como:

  • Fortalecer otras partes del cuerpo.
  • Sentir unas piernas más ligeras.
  • Conseguir una pelvis más flexible.

Así, lo ideal es que cada día practiquemos al menos una hora de adecuados estiramientos. Un estiramiento que puedes hacer es: lleva la rodilla hasta el pecho, o túmbate boca arriba mientras rotas la cadera y llevas tu rodilla a un lado y luego a otro.

Como decimos, cualquier ejercicio de yoga será positivo y beneficioso. Además, mejorarás las funciones de algunos órganos y te ayudará a cuidar de tu respiración, digestión y del propio corazón.


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