Los 13 mejores consejos para no engordar en verano

Para no engordar en verano es importante que no dejemos de lado la actividad física. El consumo de alimentos saludables, como frutas y verduras, además, nos ayudará a evitar el calor.
Los 13 mejores consejos para no engordar en verano

Última actualización: 25 mayo, 2023

Si queremos mantener nuestro peso corporal estable podemos recurrir a algunos de estos consejos para no engordar en verano.

De esta forma es posible disfrutar de todo lo positivo que tiene esta época del año sin estar pendientes de la báscula y sin sufrir cambios bruscos en el peso.

Se trata de unas sencillas rutinas saludables y que, en realidad, podrían ser de aplicación para todo el mundo. En seguida las detallamos.

En verano es habitual cambiar los horarios, las rutinas, salir más al aire libre o quedar con la familia y los amigos. Como consecuencia de ello, y por otras razones, los hábitos alimentarios pueden verse afectados.

Este estilo de vida más relajado y el abandono de algunas pautas saludables pueden incidir en un aumento del peso corporal o bien dificultar su pérdida en las personas que siguen dietas de adelgazamiento.

Para evitarlo no hace falta ponerse a dieta para no engordar en verano. Con la aplicación de unos sencillos hábitos esto se puede evitar. Os animamos a ponerlos en práctica ya que se trata de rutinas saludables que pueden incidir de forma positiva en la salud en general.

Qué podemos hacer para no engordar en verano

Si bien lo mejor es adaptar los consejos alimentarios a cada persona, existen una serie de hábitos saludables que ayudarán en gran medida a mantener el peso corporal durante el verano.

1. Aprovechar el tiempo libre

En primer lugar, si queremos no engordar en verano debemos ser capaces de aprovechar el tiempo libre del que dispongamos.

En este sentido, descansar y hacer deporte no son términos contradictorios, aunque pueda parecerlo. Por tanto, podemos dedicar unas cuantas sesiones a la semana a hacer ejercicio.

De hecho, ya que tendremos más tiempo libre que de costumbre, podemos hacer unas sesiones más extensas y completas. Así compensaremos el posible consumo extra de calorías mientras nos mantenemos en forma.

Lee este artículo: El deporte en las vacaciones

2. Mantener una correcta hidratación

Beber agua es bueno para controlar el peso.

En segundo lugar, hidratarse de forma adecuada en verano será un aspecto esencial para no engordar en esta época. En este sentido, elegir agua mineral, sin azúcar ni burbujas será lo más recomendable.

Además, beber agua con frecuencia nos permitirá sentirnos más saciados. Así caeremos menos veces en la tentación de tomar helados o batidos, que supongan un consumo excesivo e innecesario de calorías.

Por otro lado, el consumo de agua asegura una óptima hidratación y, por ende, contribuye a mantener un óptimo nivel de energía. Esto, por supuesto, resulta clave para estar activos y adelgazar.

Para poder conseguir esta adecuada hidratación, de gran importancia durante los calurosos meses de verano, podemos recurrir a llevar siempre con nosotros una botella de agua llena. Así lograremos beber más, incluso de forma inconsciente.

3. Evitar el alcohol

Como hemos visto el agua es la mejor bebida para hidratarnos en verano. Por esto no es aconsejable beber cerveza para refrescarse o hacer pasar la sed. 

No solo por una cuestión de prevenir el aumento de peso sino también porque la cerveza y las bebidas alcohólicas podrían generar el efecto contrario ya que son deshidratantes.

Lo mejor es tener la nevera llena de jarras o botellas con aguas aromatizadas y bien frescas. Se puede añadir hojas de menta, rodajas de frutas (fresas, melocotón, naranja o limón) e incluso alguna especia como el jengibre y la canela.

Es preferible dejar la toma de cervezas y otras bebidas menos recomendadas (como las energéticas o los refrescos) para un consumo ocasional y tener en casa otras posibilidades más adecuadas.

4. No saltarse comidas

Muchas personas recurren a saltarse alguna comida, como el desayuno, para evitar comer de más y así no ganar peso.

Sin embargo, esta práctica podría ser contraproducente en algunas ocasiones y conllevar alguna de estas prácticas menos sanas:

  • Si se salta una comida puede ser más fácil llegar con más hambre a la siguiente y comer de más.
  • También existe el riesgo que esta mayor sensación de hambre conlleve peores elecciones alimentarias: comida rápida, refrescos, patatas fritas o productos de bollería.
  • Si saltarse comidas conlleva un déficit calórico puede tener consecuencias a nivel metabólico y facilitar el aumento de peso posterior.

Lo más adecuado si queremos no engordar en verano será, por tanto, respetar todas las comidas. Incluso podemos repartir los alimentos que tomamos en nuestro día a día en comidas más frecuentes pero menos cuantiosas.

5. Ayudarse con ensaladas

Comer ensalada para una dieta sana.

En verano, las ensaladas serán un plato muy apetecible, ya que son ligeras y frescas. Además, en ellas podemos combinar una gran cantidad de nutrientes saludables mediante las frutas, las verduras, las legumbres e incluso algo de carne y pescado.

Con ellas también podemos disfrutar de los beneficios de los aliños, como algunos vinagres o el aceite de oliva. Por último, hay que tener presente que suelen ser platos muy saciantes y bajos en calorías, por lo que resultarán ideales para no engordar en verano.

6. Preparar cenas rápidas pero saludables

Con el calor y el aumento de actividades fuera de casa es probable que las ganas de cocinar disminuyan. Sobre todo en el último tramo del día cuando podemos estar más cansados y con falta de ideas.

Optar por una cena fácil de preparar y en poco tiempo no está reñido con hacer buenas elecciones dietéticas. Las ensaladas serán de gran ayuda ya que con pocos ingredientes se puede obtener un plato completo y sin tener que cocinar.

Con un poco de planificación se pueden tener a punto cremas de verduras frescas, algún cereal cocido, verduras asadas, conservas de pescado o legumbres a punto para consumir.

7. Elegir fruta en el postre y como tentempié

Desde luego, la fruta es un tipo de alimento muy saludable y recomendable para cualquier tipo de dieta sana y equilibrada. Además, en verano resulta una forma ideal de aportar más agua al organismo.

Para obtener comidas y snacks más ligeros y saciables elige frutas frescas e intenta consumir las 3 raciones diarias recomendadas.

En las salidas al campo o en la playa pueden ser una merienda o tentempié refrescante y suave que sustituya otras opciones menos aconsejables.

8. No olvidar las proteínas

Para ayudar a mantener el peso corporal y la masa muscular estas deberían estar presentes en cada comida. En verano puede ser más fácil elegir fuentes de carbohidratos refinados y azúcar añadido que podrían desplazar las proteínas.

Entre las fuentes más aconsejables podemos elegir las siguientes:

  • Legumbres de todo tipo.
  • Tofu y otros derivados de la soja.
  • Carne y pescado.
  • Huevos.
  • Yogur y frutos secos.
  • Copos de avena y quinoa.

9. Seguir las mismas pautas fuera de casa

Con el buen tiempo y las salidas más frecuentes también es más habitual comer fuera de casa o en restaurantes. Y en estas ocasiones las comidas pueden ser más copiosas que de costumbre.

Si en tu verano estas son frecuentes, lo mejor es seguir las mismas pautas que haríamos en casa: elegir platos ligeros como ensaladas, gazpacho, carnes y pescado con un acompañamiento vegetal.

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10. Escoger aperitivos saludables

En verano es muy habitual consumir grandes cantidades de snacks salados, dulces industriales, helados y batidos. Por ello, un buen consejo para no engordar en verano será elegir productos más sanos como aperitivos.

En este sentido, podemos tomar encurtidos, berberechos y todo tipo de verduras crudas. Estos son deliciosos pero más saludables que las patatas fritas o los helados.

11. Preparar helados caseros

Un congelador con un buen surtido de helados es bastante habitual en verano. Su ingesta está muy ligada a esta época del año pero a veces pueden desplazar el consumo de otros alimentos más saludables y algo menos calóricos.

Por esto se pueden elaborar alternativas en casa a base de frutas o frutas y yogur que resultarán sin duda más sanos y pueden ser igual de apetecibles.

12. Comer sin prisas en un ambiente relajado

Este es uno de los consejos habituales en las dietas para adelgazar. Masticar y comer despacio ayudan a aumentar la sensación de saciedad y a tomar conciencia de aquello que se está comiendo.

Para lograrlo también es importante elegir espacios tranquilos para comer y no hacerlo mientras se llevan a cabo otras actividades.

Es muy probable que en verano (y sobre todo durante las vacaciones) esto sea más fácil. Pero tenlo presente y aplícalo a diario. 

13. El mejor consejo para no engordar en verano: no obsesionarse

El último consejo quizás debería ser el primero ya que en su base está el disfrute de las vacaciones (y todo lo que conllevan) de una forma saludable. Tanto a nivel físico como mental.

Las excursiones con amigos, las salidas más frecuentes, el descanso al aire libre o los encuentros en las terrazas son también fuentes de placer que debemos valorar.

Así que tampoco hay que forzar la máquina y poner muchas restricciones con el fin de vigilar el peso corporal. La aplicación de hábitos de vida saludables con mucho sentido común es la mejor forma de lograrlo.

Aplica unos hábitos de vida saludables para no engordar en verano

Con estos consejos podremos conseguir no engordar en verano, aunque no por ello debemos disfrutar de unas merecidas vacaciones en menor medida. De hecho, también podremos descansar y, además, nos encontraremos con menores consecuencias negativas al volver a la rutina.

¿Te animas a ponerlo en práctica? Es muy probable que, si lo tienes en cuenta desde ahora, puedas disfrutar el verano sin preocuparte por aumentar de peso.


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