
Después de disfrutar unas deliciosas recetas con róbalo, atún, sardinas y similares, llega la parte más difícil: eliminar el olor a pescado de la cocina. Su fuerte aroma suele dispersarse por este espacio del hogar y, muchas veces, puede percibirse…
Según un estudio, los perros tienen la capacidad natural de distinguir y establecer diferencias entre las facciones de las personas, y dedican más tiempo a observar los que les son conocidos
Mediante algunos estudios realizados se ha podido establecer que los perros pueden identificar los rostros de sus dueños y de otros canes que le son familiares. Esta habilidad de poder reconocer los rasgos faciales se creía exclusiva de las personas y de algunos primates, pero jamas se pensó que los perros pudieran tener tal facultad.
En este artículo te detallamos esta información en profundidad. ¡Sigue leyendo!
En realidad hace muchos años que se sabe: El rostro y el contacto visual pueden ser quizás el acto más importante que se puede establecer entre una persona y su perro.
Durante mucho tiempo se ha estudiado esta posibilidad. No obstante, en un estudio publicado en 2014 se utiliza el rastreo de los movimientos de los ojos. De este modo se evalúa la capacidad que pueden tener los perros de reconocer rasgos faciales.
Para realizar este estudio mediante los movimientos oculares que realizan los perros, se evaluaban mientras se les mostraban en una pantalla de computadora algunas fotografías. En estas imágenes estaban incluidas las de sus dueños y las de otros perros que pueden ser de la misma familia. Estas se intercalaban con las de otras personas y canes desconocidas para el animal.
Durante el estudio se observó que los perros se detenían a contemplar con más detalle el rostro de las personas y de los otros canes que le eran más familiares. En cambio, dejaban pasar las imágenes de los desconocidos sin prestarles mayor atención. Por tanto, esto indicó sin lugar a dudas que ellos podían reconocer los rostros familiares.
Para lograr el éxito de este estudio se entrenaron a los perros para que permanecieran tranquilos mientras que se les mostraban las imágenes. También para que realizaran esta significativa prueba de una manera independiente y relajada. Tal parece que el objetivo se pudo lograr a cabalidad, ya que los perros parecían disfrutar de la actividad.
Para lo que no se entrenó a los perros fue para que pudieran reconocer los rostros que tenían que observar. De este modo los resultados fueron muy categóricos.
No obstante, hubo un descubrimiento en cuanto a las capacidades que tienen estos inteligentes animales de diferenciar los rostros. Fue que ellos prefieren observar imágenes de otros perros, sin importar si son conocidos o no.
Los canes dejaban de mirar con atención a las personas cuando aparecían imágenes de otros animales. A estos les dedicaban mucho más tiempo para mirarlos con fijación.
Estas son las conclusiones de esta investigación que nos acerca un poco más a comprender la inteligencia de nuestras mascotas. Sin duda, un motivo más para estar orgullosos de ellas.