La mala circulación y los pies fríos

Los pies fríos suelen ser una molestia sin mayores implicaciones. Sin embargo, si esto se presenta a menudo y va acompañado de dolor, es posible que se deba a una mala circulación.
La mala circulación y los pies fríos
Leonardo Biolatto

Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto.

Escrito por Leonardo Biolatto

Última actualización: 06 julio, 2023

Los pies fríos son una molestia a la cual no se le suele prestar atención, ya que lo habitual es que solo se presente esporádicamente. Sin embargo, cuando se trata de un estado frecuente, vale la pena consultar con el médico, pues puede ser fruto de la mala circulación o de otros problemas de salud.

Esta condición es más frecuente entre las mujeres, y la mayoría de las veces no tiene mayor importancia, sobre todo si se produce en temporadas de frío. Si tiene lugar en cualquier época del año, y la acompañan otros síntomas, hay probabilidad de una mala circulación.

La mala circulación en las piernas y los pies fríos son señales que se acompañan, a veces, de hormigueo, sensación de entumecimiento y calambres. Si ese es tu caso, lo mejor es consultar con un profesional.

La mala circulación afecta a los pies

Hay que tener en cuenta que los pies son una zona muy alejada del corazón, y por lo mismo, la sangre tiene mayor dificultad en llegar a ellos. Esto incide para que casi siempre tengan una temperatura más baja que la del resto del cuerpo.

Si la temperatura en los pies es baja de forma persistente y muy habitual, es posible que esto sea efecto de la mala circulación. En esos casos no solo influye el factor de la distancia al corazón, sino que tiende a existir un problema que obstaculica el flujo sanguíneo hacia esa zona.

los pies fríos
Tener pies fríos en una temporada no invernal debe ser motivo de consulta médica

Causas frecuentes de mala circulación y pies fríos

Arteriopatía periférica

En esta patología hay acumulación de placa, estrechamiento y endurecimiento de las arterias. Se disminuye el flujo sanguíneo hacia los pies y las piernas, poniéndose la piel pálida. A veces hay dolor, hormigueo y problemas musculares similares a los calambres.

Algunas personas tienen mayor riesgo de desarrollar esta enfermedad, particularmente quienes padecen hipertensión, niveles altos de colesterol en la sangre o son fumadores. Si todos estos factores de riesgo se combinan, la peligrosidad es elevada.

Enfermedad de Raynaud

La enfermedad de Raynaud es un trastorno de los vasos sanguíneos que afecta los dedos de los pies y de las manos. En condiciones de frío o de estrés, los vasos se contraen y dificultan el flujo sanguíneo. El episodio dura de 10 minutos a más de una hora.

Es habitual que la piel de los dedos se torne blanca o azulada, y que se experimente una sensación de entumecimiento. Cuando la circulación se restablece, la piel se vuelve roja, se sienten hormigueos, dolor y se experimentan palpitaciones.

Otras causas de pies fríos

La mala circulación no es el único factor que da lugar a los pies fríos. A veces, de fondo hay una neuropatía periférica, que es un trastorno neurológico frecuente en las personas diabéticas. En este caso, los pies se sienten fríos desde la perspectiva del paciente, pero al tocarlos están calientes.

La neuropatía periférica también se presenta en las personas que tienen deficiencia de vitamina B, lesiones en las que hay un nervio comprimido, intoxicación por metales pesados, consumo problemático de alcohol o trastornos autoinmunes. También se asocia ardor en los pies, sin explicación aparente.

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Señales de mala circulación

Los síntomas aparecen mucho tiempo después de que ya esté presente la mala circulación, y eso es un problema. Las primeras señales tienen que ver con excesivo cansancio en los pies, pinchazos y dolor. Otros signos que se asocian son los siguientes:

  • Arañas vasculares, que aparecen por mal retorno de la sangre y tienen forma de telaraña.
  • Várices: un ensanchamiento de las venas.
  • Hormigueo y calambres cuando hay depósitos de grasa bloqueando el flujo. Es una condición riesgosa a largo plazo.
  • Cambios en las uñas de los pies con engrosamiento notorio y cambio de coloración virando hacia el azulado o violeta.
  • Cambios en la piel de los pies y piernas. Si aparecen manchas marrones se debe acudir al especialista cuanto antes.

¡Atentos a la mala circulación!

Tener la piel muy seca, cicatrizar lentamente las heridas en los miembros inferiores o padecer calambres frecuentes después de moverse unos cuantos metros, son signos de alarma que ameritan una consulta especializada. Los pies fríos pueden ser algo banal, pero siempre debemos estar atentos, para que no se nos pase una patología más grave sin darnos cuenta.


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