La maniobra de Epley

Conocer este tipo de maniobras de primeros auxilios te servirá para facilitarle la vida a los familiares, amigos o conocidos que padezcan este trastorno.
La maniobra de Epley
Alejandro Duarte

Revisado y aprobado por el biotecnólogo Alejandro Duarte.

Última actualización: 10 julio, 2023

¿Sufres de vértigo posicional paroxístico benigno? Este trastorno está asociado a diferentes síntomas molestos e, incluso, peligrosos. No obstante, la maniobra de Epley puede ser vital para hacerle frente.

Descubre en este artículo en qué consiste esta práctica y cómo se realiza paso a paso. ¡Sigue leyendo!

La maniobra de Epley

El vértigo posicional paroxístico benigno (UPPB) es un trastorno que afecta al oído interno y que provoca sensación de vértigo en determinadas posiciones. Esto, acompañado de náuseas y mareos, es algo que se puede resolver gracias a la maniobra de Epley.

Aprender a realizarla te permitirá ayudar a cualquier persona que sufra de este trastorno cuando aparezca en el momento más inesperado. A continuación, te presentamos diferentes maneras de llevarla a cabo.

Cómo practicar la maniobra de Epley

La manera de practicar la maniobra Epley no es complicada. Además, conocerla no solo es útil para aquellas personas que tienen un familiar con vértigo posicional.

Según explican varios investigadores del Hospital Español de México: si la persona que sufre el trastorno también sabe cómo actuar, podrá reducir antes los síntomas y sentirse mejor más rápido. Por lo tanto, estos son los pasos a seguir.

1. Acostarse lo antes posible

Cuando alguien empiece a sentir síntomas de vértigo, debe acostarse o sentarse. Pero, en cualquier caso, lo ideal es que la persona no siga estando en pie; ya que existe el riesgo de que se caiga o se haga daño.

Aunque este trastorno provoque náuseas o mareos, es importante que el paciente se encuentre acostado bocarriba lo más recto posible. Para ello, haz uso de una almohada, un cojín o cualquier otro objeto que sirva para sujetar la parte superior de su espalda.

Persona practicando maniobra de Epley

Eso sí, en ningún momento la almohada o el cojín deben soportar el peso de la cabeza. Ni siquiera el cuello tiene que descansar sobre ella.

Es importante tener esto en cuenta ya que, de esta manera, la persona estaría bocarriba con la cabeza suelta y sin ningún apoyo; consiguiendo la posición ideal para realizar la maniobra Epley.

2. Reconocer cuál es el oído afectado

Tener en cuenta cuál es el oído perjudicado te permitirá hacer la maniobra de Epley de manera correcta. Si la persona que sufre el problema no lo sabe y tú tampoco, se empezará realizando una maniobra de provocación.

Esto quiere decir que hay que provocar que la persona sienta aún más vértigo. De esta manera, sabrás cuál es el oído afectado. Una vez descubierto, podrás empezar a realizar los pasos que ayudarán a calmar los síntomas.

En el siguiente punto, te mostraremos cómo identificarlo para resolver esto mediante una maniobra rápida, segura y efectiva.

3. Rotar la cabeza

Según explican los especialistas en medicina de la Universidad Johns Hopkins, la maniobra de Epley empieza con la persona sentada. En esta posición, girarás su cabeza hacia un lado unos 45 grados y, después, la acostarás con la cabeza suelta.

  • Si no dispones de un cojín o una almohada, también es posible hacer esta maniobra sobre un banco, una mesa o una camilla.
maniobra de Epley

Prueba también realizando lo mismo, pero girando la cabeza hacia el otro lado hasta identificar cuál es el oído que está afectado. Una vez lo hayas hecho, se rotará la cabeza de la persona hacia el lado contrario y se mantendrá así durante, al menos, 60 segundos.

Pasado este tiempo, el cuerpo de la persona se girará hacia ese mismo sitio mientras su cabeza mira hacia abajo. De nuevo, se mantendrá entre 30 y 60 segundos en esta posición.

Luego, se sentará lo más recto posible mientras respira con tranquilidad. Ten en cuenta que no es recomendable ponerse en pie demasiado rápido, sino poco a poco.

La importancia de acudir al médico

Es importante que sea un médico el que realice la maniobra Epley primero, sobre todo, si una persona tiene vértigo posicional. En este sentido, intentar hacerlo por uno mismo puede resultar fatal; ya que la misma sensación de vértigo es capaz de provocar que no se finalice bien el ejercicio.

Además, un médico brindará una serie de consejos que el paciente podrá poner en práctica en cuanto note los primeros síntomas. Y es que saber esto también le ayudará a decirle a quienes le rodean lo que tienen que hacer en caso de que el trastorno se presente.

Eso sí, lo más importante es realizar esta maniobra con suavidad. La brusquedad puede hacer que los síntomas del vértigo empeoren. Por lo tanto, conservar la calma será necesario a la par que beneficioso. ¿Y tú? ¿Conocías esta maniobra?


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