Me enfermo muy seguido: ¿a qué se debe?

Sentirse enfermo muy seguido puede ser señal de un trastorno del sistema inmunitario. Sin embargo, más allá de esto, también existen otras posibles causas.
Me enfermo muy seguido: ¿a qué se debe?
Nelton Abdon Ramos Rojas

Revisado y aprobado por el médico Nelton Abdon Ramos Rojas.

Escrito por Yamila Papa Pintor

Última actualización: 09 julio, 2023

Una de las preguntas más frecuentes en las consultas médicas gira alrededor de enfermarse muy seguido. Muchas personas quieren una respuesta para esta interrogante, ya que, constantemente, suelen presentar gripes, resfriados, dolores, problemas digestivos, cansancio prolongado y muchos otros síntomas que dan sensación de enfermedad.

Lo cierto de todo es que hay muchos factores que pueden explicar el porqué unas personas tienden a sentirse más enfermas que otras. Las alteraciones del sistema nervioso, la función del sistema inmunitario y los cambios hormonales tienen mucho que ver en esto. Para saber más al respecto, a continuación detallamos algunas posibles causas y hacemos un par de reflexiones.

¿Es normal enfermarse muy seguido?

Depende de la frecuencia objetiva con la cual lo hagas y las características de la enfermedad. Hay muchas variables que inciden al momento de responder a esta pregunta, tantas que no se puede dar una completamente satisfactoria. Por ejemplo, es probable que los episodios estén relacionados con una misma enfermedad; una que ha sido tratada inadecuadamente o que no se ha acompañado de reposo.

Por otro lado, también es importante señalar que en muchos contextos se opta por el autodiagnóstico antes de recurrir a un profesional. Se omiten otras posibles explicaciones, como por ejemplo el cansancio de una jornada extenuante o la falta se sueño. Los expertos advierten sobre la frecuencia con la cual se atribuyen relaciones causales al momento de calificar algo como enfermedad.

En general, no hay un número específico de episodios de este tipo que permiten catalogar una frecuencia como anormal o normal. La edad, el tipo de trabajo, los pasatiempos, el nivel de condición física, el bienestar emocional y otras variables inciden en la regularidad y la intensidad con la cual te puedes enfermar.

Considerando todo esto, enfermarse muy seguido a menudo es un síntoma de que algo no está bien. No siempre se relaciona con episodios crónicos o malignos, de manera que debes evitar atribuirlos sin que medie el ojo de un especialista. Si te percatas de que te enfermas muy seguido debes revisar tus hábitos de vida y consultar con tu médico de confianza.

7 causas por las cuales te enfermas muy seguido

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) sostienen que un gran número de enfermedades crónicas están asociadas a la práctica de malos hábitos de vida, como el tabaquismo, la exposición a humo de segunda mano, el consumo de alcohol, el sedentarismo y la mala alimentación.

Por eso, para responder la duda de «por qué me enfermo muy seguido»  es importante revisar, en primera instancia, los hábitos. Llevar un estilo de vida poco saludable puede ser el detonante de muchas enfermedades. Sin embargo, no hay que descartar otras causas. Veamos.

1. Ansiedad

Cuando los niveles de ansiedad incrementan, sus manifestaciones clínicas van más allá de lo emocional. Muchos pacientes experimentan molestias digestivas, como náuseas, dolor estomacal o vómitos.

De hecho, un estudio publicado en Scandinavian Journal of Gastroenterology determinó que existe una relación entre los síntomas gastrointestinales y los trastornos de ansiedad y depresión.

Otros síntomas que se vinculan a la ansiedad incluyen:

  • transpiración excesiva
  • dificultades para respirar o sensación de ahogo
  • mareos
  • temblores
  • aumento de la frecuencia cardíaca
Ansiedad
La ansiedad es una de las respuestas para el interrogante de por qué me enfermo muy a menudo. En general, puede causar varios síntomas físicos.

¿Cuándo consultar al médico?

Sentirse enfermo muy seguido con estos síntomas debe ser razón suficiente para consultar al médico. Una vez se determine que se debe a la ansiedad, el profesional puede sugerir una consulta con un profesional de la salud mental, como un psicólogo o un psiquiatra.

Por fortuna, tanto los casos puntuales de ansiedad como los trastornos de ansiedad pueden abordarse de muchas formas. La psicoterapia, acompañada con cambios en el estilo de vida, puede ser suficiente. En algunos casos pueden ser necesarios los medicamentos.



2. Estrés crónico

El estrés es una reacción natural del cuerpo ante determinadas amenazas. Sin embargo, cuando se produce de forma crónica, su impacto sobre la salud y el bienestar no es bueno. Enfermarse muy seguido puede ser señal de estar sometidos a demasiado estrés sin el control necesario.

Como lo detalla una investigación publicada en Future Science OA , el estrés afecta las funciones del sistema inmunitario, altera el sistema nervioso y compromete la salud cardíaca. Incluso, cuando se sale de control, se asocia a otras dolencias como las cefaleas y el dolor lumbar.

Entre otras cosas, otras señales de enfermedad vinculadas al estrés son:

  • falta de energía o fatiga
  • problemas digestivos, como diarrea, náuseas y calambres
  • insomnio y dificultades para dormir
  • infecciones frecuentes, como gripe, resfriados y problemas urinarios

¿Cuándo consultar al médico?

Tanto los médicos como los psicólogos pueden ayudar a elaborar estrategias para mitigar los efectos del estrés. Es importante solicitar una consulta si hay síntomas que afectan la calidad de vida. El tratamiento puede centrarse en la causa subyacente del estrés y en la propia enfermedad derivada. Por eso, puede incluir:

  • terapia psicológica
  • medicamentos
  • cambios en el estilo de vida

3. Problemas inmunitarios

Los problemas que afectan al sistema inmunitario pueden explicar el enfermarse muy seguido de gripe, resfriados e infecciones. Cuando los mecanismos de defensa no pueden responder bien contra los agentes patógenos, se producen estas enfermedades.

De hecho, como lo explica una investigación publicada en Journal of Immunology Research, los trastornos del sistema inmunitario también están implicados en un mayor riesgo de enfermedades cardíacas y metabólicas.

Las personas con un sistema inmunitario débil pueden experimentar:

  • cuadros de gripe y resfriado frecuentes (con fiebre, congestión, dificultades para respirar, malestar general, etcétera)
  • bronquitis y asma
  • problemas digestivos, como estreñimiento o diarrea
  • dolores articulares
  • intolerancias alimentarias
  • irritación, comezón y erupciones en la piel
Problemas inmunitarios
Tener episodios constantes de gripe, resfriado o alergias puede ser señal de un sistema inmunitario débil.

¿Cuándo consultar al médico?

Siempre que se presenten señales de un sistema inmunitario débil hay que consultar. El médico debe saber si los síntomas de enfermedad se dan a menudo para empezar a realizar un diagnóstico. En función de las manifestaciones clínicas, se harán unas pruebas de diagnóstico u otras. Asimismo, esto determinará el tratamiento.

4. Anemia

La anemia es una enfermedad que se origina por la baja producción de hemoglobina, una parte de los glóbulos rojos cuya función es facilitar el transporte del oxígeno a la sangre. El consumo de algunos medicamentos, la deficiencia de hierro y vitamina B12, el embarazo y algunas enfermedades crónicas pueden estar detrás de la anemia.

Cuando se desarrolla, es normal sentirse enfermos con más frecuencia, pues aumenta la sensación de cansancio, las dificultades para respirar, los problemas de concentración y mareos. Incluso, la piel empieza a verse más pálida y las ojeras son más notorias.

¿Cuándo consultar al médico?

En un principio, muchos pasan por alto los síntomas de la anemia porque piensan que es algo puntual y pasajero. No obstante, ante sus primeras manifestaciones es importante consultar para no retrasar el tratamiento. Dependiendo de su causa, el médico puede sugerir ajustes en la dieta, suplementos o medicamentos.

5. Higiene deficiente

Los expertos concuerdan que cuanto más frecuentemente se lavan las manos, menor es el riesgo de enfermedades. El lavado de manos es un hábito fundamental para evitar enfermarse muy seguido, ya que en ellas encontramos bacterias y virus que pueden comprometer nuestra salud. Después de todo, son nuestra principal herramienta para interactuar con el mundo.

Debes lavar tus manos antes de manipular alimentos, después de jugar con tus mascotas, de ir al baño, de comer, de estornudar, toser o sonarte la nariz (cuando las usas para cubrirte), cuando manipulas basura, cuando curas una herida y demás. Se sabe además que una buena salud bucal puede evitar enfermedades recurrentes, y los especialistas atribuyen los mismos efectos a las duchas.

5. Mala alimentación

La alimentación deficiente es otra de las causas por las cuales te enfermas todo el tiempo. La evidencia le atribuye a la dieta equilibrada la capacidad de modular la función inmunológica, de manera que una descompensación puede debilitar la capacidad de tu cuerpo para defenderte.

También se sabe que la dieta de mala calidad puede desencadenar o empeorar episodios de estrés, los cuales como hemos visto pueden mediar para enfermarse muy seguido. Los alimentos pueden ser un vector de patógenos que causan problemas de salud, de manera que no cocinar o lavar bien los alimentos puede ser un catalizador para enfermedades recurrentes.

¿Cuándo consultar con un médico?

Incluye un régimen alimentario equilibrado que integre proporcionalmente tanto a los macronutrientes, como los micronutrientes. También puedes consultar con un nutricionista, el cual puede diseñar un plan específico de acuerdo con tu edad, tu peso, tu sexo y tus requerimientos diarios en función de tu actividad física.

6. Falta de sueño

Un trabajo publicado en Nature and Science of Sleep encontró que la interrupción del sueño puede ocasionar problemas en la salud a corto y largo plazo. Las consecuencias a corto plazo son dolor somático, angustia emocional y trastornos del estado de ánimo y déficits del rendimiento. A largo plazo puedes desarrollar hipertensión, dislipidemia, enfermedad cardiovascular, síndrome metabólico y diabetes tipo 2.

¿Cuándo consultar con un médico?

Lo idea es que implementes hábitos para mejorar tu higiene del sueño. Por ejemplo, acondicionar tu habitación, evitar el uso de dispositivos electrónicos, no cenar tarde y mantener un horario estricto para ir a la cama y despertarte.

Si los problemas persisten luego de un par de semanas de hacer estos cambios consulta con un profesional. No te automediques, ya que los fármacos para dormir mejor no se deben tomar de forma regular.

7. Predisposición genética a enfermarse muy seguido

Por último, diversos estudios e investigaciones han señalado que algunas personas están predispuestas genéticamente a enfermarse con regularidad. Entre otras cosas, la cantidad de glóbulos rojos que produce tu organismo se determina de forma genética. Esto es solo un ejemplo de cómo enfermarse muy seguido puede ser independiente a los malos hábitos de vida.

¿Hay otros motivos para sentirse enfermo muy seguido?

Llegados a este punto, ya tenemos varias posibles causas de «por qué me enfermo muy seguido». No obstante, no está de más comentar que también hay otros factores que lo pueden explicar. La deshidratación, fumar, la ingesta de drogas recreativas, beber agua que no se ha procesado correctamente y no mantener el hogar limpio son algunos a destacar.

Asimismo, es común enfermarse por trabajar en entornos de atención sanitaria (clínicas, hospitales, etcétera) o por compartir el mismo entorno que personas con enfermedades infecciosas. Ante esto, es importante asegurar una buena higiene y tomar las medidas estrictas de seguridad.

No podemos dejar de señalar la ausencia de vacunas que luchan contra los patógenos endémicos o estacionales, la automedicación prolongada y el exceso de higiene. En efecto, bañarte el exceso puede alterar la barrera natural de bacterias que median en una buena salud. Si te enfermas muy seguido no dudes en consultar con un profesional.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.



Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.