Medicamentos más comunes en los niños

La farmacología pediátrica es la ciencia que estudia los efectos y las dosis de los medicamentos en los niños, debe tener en cuenta una gran cantidad de factores específicos de este grupo de población tan heterogéneo.
Medicamentos más comunes en los niños
Nelton Abdon Ramos Rojas

Revisado y aprobado por el médico Nelton Abdon Ramos Rojas.

Última actualización: 06 julio, 2023

La administración de medicamentos en la infancia es un reto difícil, pues se deben tener en cuenta un conjunto de características particulares de este grupo de la población.

La farmacología pediátrica

La farmacología pediátrica es la ciencia que estudia la administración de medicamentos a niños.
Esta disciplina abarca aspectos como:

  • La dosis de administración.
  • Los posibles efectos secundarios.
  • El mecanismo de acción del fármaco.
  • Su forma de administración..

En la farmacología pediátrica se deben tener muy en cuenta las particularidades metabólicas y fisiológicas de los niños, así como la gran variabilidad existente entre un paciente y otro. La razón es que la población pediátrica es muy heterogénea, en cuanto a la edad, el peso, el área de superficie y la capacidad para absorber, metabolizar y excretar fármacos.

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Existen diferencias en el funcionamiento del organismo en los niños que condicionan el comportamiento de los fármacos administrados.

En general, se podría decir que el rasgo más relevante que debe tener en cuenta la farmacología pediátrica es el grado de inmadurez de los pacientes. Esto quiere decir que los órganos de los niños tienen un mayor grado de inmadurez y, en última instancia, un funcionamiento diferente que los de los adultos.

Estas diferencias en el funcionamiento del organismo en los niños van a condicionar el comportamiento de los fármacos administrados, haciendo de la elección de la dosis una tarea complicada.

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Particularidades fisiológicas en los niños

Algunas de las características propias de los pacientes pediátricos son por ejemplo, su funcionamiento biliar inmaduro, que puede provocar déficits en la circulación y en el metabolismo hepático de algunos fármacos.

El recién nacido tiene una mayor cantidad de agua en el organismo, en comparación con una persona adulta. También la permeabilidad de sus membranas celulares es mayor. Estos aspectos hacen que la biotransformación de los fármacos sea menor en los recién nacidos. Por ello, la duración de la acción de ciertos medicamentos se prolonga.

Por otra parte, la función renal en los niños también se encuentra disminuida. Esto hace que la vida plasmática —tiempo en el que podemos encontrar el fármaco en sangre— se incremente, pues la excreción renal del medicamento se ralentiza.

Además, estas particularidades no solo las encontramos en el proceso de metabolización del fármaco, sino también en la acción que ejerce el propio fármaco en el organismo. En relación con este último aspecto, podemos observar distintas sensibilidades a diferentes fármacos, encontrándose aumentadas o disminuidas con respecto al paciente adulto dependiendo del medicamento en cuestión.

En resumidas cuentas, la población pediátrica es un grupo bastante peculiar. Por ello, requiere un estudio específico a la hora de decidir la medicación a utilizar. Además, se requiere un ajuste especifico de las dosis, las cuales suelen ser menores de las que corresponderían en función de su peso. Esto es debido a la disminución de la función renal y hepática en el recién nacido.

Es de especial importancia evitar la automedicación en este tipo de pacientes, de forma que, ante cualquier tipo de duda, se debe acudir y pedir consejo al personal sanitario, que decidirá el mejor tratamiento para el niño.

Medicamentos más comunes en niños

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Siempre debemos consultar con el médico antes de administrarles medicamentos a nuestros hijos.

Los medicamentos más utilizados en la población pediátrica están destinados a paliar afecciones menores o sintomatologías comunes, como malestar general, dolor o fiebre.

Analgésicos, antipiréticos y antiinflamatorios no esteroideos (AINES)

Se trata de los medicamentos para el dolor más utilizados.

Paracetamol

  • No produce daño intestinal.
  • A dosis elevadas puede producir daño hepático (es hepatotóxico).
  • Se trata de un medicamento con poca acción antiinflamatoria, pero si antipirética (reduce la fiebre).
  • Se puede administrar por diversas vías como oral, rectal o intravenosa.

Nolotil (metamizol)

  • No produce daño intestinal.
  • Puede producir hipotensión.
  • Analgésico más potente que el paracetamol.
  • Se puede administrar por vía oral, rectal y parenteral.
  • No se aconseja su administración en bebés menores de 4 meses.
  • Relaja la musculatura del intestino, por lo que es muy utilizado en dolores de tipo cólico.
  • Se trata de un medicamento con escasa función antiinflamatoria, pero si antipirética (reduce la fiebre).

Ibuprofeno

  • Se administra por vía oral.
  • Muy bien tolerado a nivel gastrointestinal.
  • Se trata del AINE más utilizado en niños.
  • Es antiinflamatorio y antipirético (reduce la fiebre).
  • No está aconsejada su administración a bebés menores de 3 meses.

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Naproxeno

  • Se administra por vía oral o rectal
  • En España, aprobado su uso solo en mayores de 16 años
  • Usado en enfermedades reumáticas y para el dolor menstrual

Diclofenac

  • Antipirético.
  • Utilizado en cuadros de dolor intenso.
  • En España, aprobado solo en mayores de 14 años.
  • Relaja la musculatura del intestino, por lo que es muy utilizado en dolores de tipo cólico.

Ácido acetilsalicílico (aspirina)

  • Analgésico, antipirético y antinflamatorio.
  • Su uso no está autorizado en menores de 16 años.
  • Relacionado con el síndrome de Reye, enfermedad grave que puede ocurrir en niños al tomar aspirina para tratar los síntomas de una enfermedad vírica como la gripe o la varicela.

Como hemos podido comprobar, las diferencias en el desarrollo y funcionamiento de los órganos de los niños son notables. Por esta razón, siempre debemos consultar con el médico antes de administrarles medicamentos a nuestros hijos. El profesional siempre podrá indicarnos cuál es el fármaco más adecuado, qué dosis y otros aspectos afines, en función de lo que presente, sus características y particularidades.

Asimismo, hay que acudir a consulta en caso de que se presente algún inconveniente. Hay que evitar a toda costa tomar medidas sin la autorización del médico.


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