Mi novio es una persona inmadura
¿Tu novio es una persona inmadura? Comenzar un vínculo amoroso es, quizás, uno de los acontecimientos más importantes en la vida. Pero por desgracia, como en el resto de las relaciones, los factores que pueden amenazar a la pareja no son pocos. En este caso, te hablaremos sobre el hecho de tener una relación con una persona inmadura porque, si la tienes, este artículo es para ti.
En general, uno tiene expectativas demasiado elevadas cuando comienza a vincularse de forma sentimental con alguien. Esto hace que, cuando te des cuenta de que estás en presencia de una persona inmadura, te invada la desilusión.
Tarde o temprano llegarán los reproches, los pensamientos negativos y la desesperanza. Además, el hecho de no tener lo que se esperaba también puede llevar a la mujer a sentirse culpable, deprimirse y frustrarse. Sentirá que el tipo de relación que tiene va contra su proyecto de vida propio; lo que aumentará su desesperación al no saber qué medidas tomar.
¿Por qué mi novio es una persona inmadura?
Si estás pensando que tu novio es una persona inmadura, debes saber que la mayoría de los hombres que se resisten a crecer tienen la base de su problema en el tipo de crianza que recibieron en el hogar.
En esta línea, algunas personas que mantienen una personalidad inmadura en su etapa adulta fueron criadas en ambientes sobreprotectores. Sus progenitores les dieron a entender que su voluntad debe ser cumplida “solo porque sí” y que necesitan poco esfuerzo para lograr sus objetivos.
El control, inductivo y justificado, esté presente en la infancia, de forma que proporciona estructura y guía al comportamiento y es interiorizado por niños y niñas. Según transcurra la
adolescencia, será cada vez menos necesario, y deberá ir relajándose para dar paso a una relación más igualitaria que otorgue al adolescente más libertad y autonomía.
Es probable que durante años sigan contando con el refuerzo de esa personalidad por causa de alguno de sus padres. De ahí que, además de un novio con un problema de inmadurez, también puede que tengas que lidiar con el apoyo de su madre. Esta, lejos de ayudar a fortalecer la relación, se puede poner de su parte; lo que empeorará la situación.
Cuando uno es un niño, no es posible hacer nada para cambiar lo que los padres te hacen creer. Sin embargo, ya de adultos, se deben asumir las consecuencias de la propia personalidad.
Asimismo, tampoco creas que tu novio está sometido a su niño interior: es un adulto que, de forma deliberada, actúa sin tener en cuenta lo que puedan sentir los demás, ni siquiera tú.
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Señales
En algunos casos, la madurez no tiene que ver con la edad de la persona; sino más bien con la capacidad de entender, analizar, ver los problemas y sobrellevar las situaciones.
Hay señales que, tal y como sugiere la siguiente investigación realizada en 2014 por la Universidad Técnica de Ambato, empiezan en la adolescencia y pueden ayudarte a saber si tu novio es una persona inmadura. Por ende, una pareja inmadura puede tener también algunos de los siguientes rasgos:
- Tiene una personalidad egocéntrica y orgullosa.
- Le cuesta admitir sus errores y pedir disculpas.
- Muestra una dependencia económica y emocional de su familia, sobre todo, de sus padres. Incluso puede acudir a ellos con berrinches ante cualquier problema contigo.
- Te hace sentir culpable de los problemas y, en buena parte de las ocasiones, acude a la manipulación.
- Es posesivo y celoso.
- Usa chantajes cuando le planteas la posibilidad de una separación.
¿Qué hacer al respecto?
- No te dejes atrapar por el sentimiento de culpa ni te responsabilices por sus actos.
- Conversa el tema con una persona de confianza, desahógate.
- Busca ayuda profesional. Un psicólogo puede ofrecerte la orientación que necesitas.
Si has decidido que la relación vale la pena, ten paciencia. Procura crear un ambiente que propicie su crecimiento emocional, pero sin presiones. Así como una buena comunicación es crucial, el amor viene a ser una herramienta clave a la hora de apoyar a la pareja y ayudarla a que logre superar su inmadurez.
No obstante, si lo que captas es que el cambio es imposible sin que él se involucre y sin ayuda profesional, evítate el sufrimiento. Busca tiempo para ti y reorganízate. Es verdad que, a veces, uno llega a parar a la vida de una persona para tener la oportunidad perfecta de ayudarla. Pero si en el camino descubres que, lejos de ayudarla, te estás haciendo daño; quizás lo mejor sea cortar por lo sano.
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