
¡Embarazada! La noticia es, seguramente, la mejor de tu vida. No obstante, durante la gestación, tu vida y tu cuerpo van a cambiar y, en consecuencia, tu estilo de vida. Una de las preguntas de muchas embarazadas es, ¿puedo realizar…
En las primeras semanas de embarazo surgen dolores propios del proceso. Unos pueden ser más leves que otros, pero si se presentan con otras complicaciones, la mujer debe ser examinada lo antes posible.
Los dolores durante las primeras semanas de embarazo son normales, excepto cuando se presenten en conjunto con otros síntomas que pudieran agravar la sensación de malestar.
Estos cólicos pueden variar en intensidad, por lo que debemos prestar especial atención y consultar al médico para determinar a tiempo cualquier otra patología que incida en el correcto crecimiento del bebé.
Los dolores durante las primeras semanas de embarazo se generan por el estiramiento que se produce en el abdomen para adaptar el espacio que requiere el feto con el fin de desarrollarse. Este tipo de molestia es superable, pues es de intensidad baja y no suele durar mucho.
Asimismo, los ligamentos del útero se van estirando produciendo un malestar similar al padecido durante el dolor menstrual. Generalmente, ocurre durante el primer trimestre del embarazo, cuando el organismo va cambiando en función del proceso de gestación.
Existen ciertos tipos de cólicos que se manifiestan con sensación de hinchazón en el abdomen que son provocados por las contracciones del útero propias de este período.
Por último, las molestias intestinales producidas por la disminución del ritmo del proceso digestivo durante el embarazo y los gases retenidos pueden ser la causa de otro tipo de dolores.
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Si las molestias superan los primeros tres meses debes estar atenta, en especial si percibes calambres agudos en una zona específica del abdomen, durante un tiempo prolongado y de manera frecuente.
También, presta atención a posibles hemorragias vaginales, fiebre y vómito, ya que son señales de que algo no anda bien. Acude a tu médico y plantéale todos los síntomas, sin obviar detalles.
Los problemas que pudieran presentarse si no atiendes a tiempo cualquiera de estos síntomas pueden generar problemas mayores, tales como parto prematuro, desprendimiento de la placenta y, en el peor de los casos, un aborto espontáneo.
Si bien no todos los síntomas son de alta intensidad, pueden ser muy molestos y difíciles de sobrellevar. En tal circunstancia, es bueno valerse de remedios naturales como el que presentamos a continuación.
Este tipo de infusiones son ideales durante la gestación, puesto que sus componentes naturales no representan ningún riesgo para el bebé.
El té de jengibre también es muy popular para tratar este tipo de molestias. Alivia el dolor de cabeza y los mareos porque bloquea la prostaglandina, sustancia lipídica que aumenta en la gestación.
Sin embargo, es recomendable consultar con el médico tratante antes de ingerirlo.
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