¿Qué necesita nuestra piel cuando ha terminado el verano?

Exfoliarse y hacer uso de productos hidratantes, ricos en colágeno y antioxidantes es vital para revitalizar la piel después del verano.
¿Qué necesita nuestra piel cuando ha terminado el verano?
Karla Henríquez

Revisado y aprobado por la médica Karla Henríquez.

Última actualización: 09 julio, 2023

Si la tónica durante la época veraniega era divertirnos en la playa, en el posverano el llamado es a reparar los daños causados. La rehidratación es lo que necesita nuestra piel para recuperarse de la sobreexposición a los rayos ultravioleta después del verano. Por otra parte, los protectores solares orales ayudarán a mantener un bronceado espectacular.

Lo mismo que necesitábamos en las vacaciones será lo que nos ayudará reponernos tras el descanso. Manchas de piel, ardor y resequedad figuran entre las consecuencias negativas que nos deja la playa, el sol y la arena.

El fotoenvejecimiento es otro problema latente. Las principales consecuencias a las que nos exponemos son las arrugas y la flacidez cutánea. No obstante, un buen plan de contingencia nos permitirá emprender el camino correcto.

Hidratarnos bien es la clave

Mujer bebiendo agua.

La resequedad es la condición que genera mayores daños en la piel. Lo que necesita nuestra piel después del verano es hidratación mediante el uso de productos tópicos. También son importantes los tratamientos para la restitución del colágeno y, sobre todo, mucha agua.

Seguir tomando dos litros de agua por día y controlar la alimentación será un paso importante para hidratarse desde adentro. Los batidos de fruta, los vegetales verdes y los alimentos marinos deberán mantenerse en la cima de nuestro menú diario.

Pero mantener una alimentación equilibrada y una buena hidratación no será suficiente para combatir el daño causado por los rayos solares. Es probable que debamos dedicar un poco de cuidado, esfuerzo y dinero para enmendar el daño causado.

Consejos para mantener la piel hidratada

Además del uso de cremas hidratantes y de la ingesta de al menos 2 litros de agua diarios, existen otras medidas para mantener l piel hidratada, dentro de las cuales destacan las siguientes:

  • Usar productos poco abrasivos: lo ideal es usar jabones neutros para el lavado de la cara que contengan pequeñas cantidades de lípidos. De esta manera, se logran remover las impuresas, sin resecar en extremo la piel.
  • Usar agua templada: si bien las duchas con agua caliente pueden resultar relajantes, esto causa daños en la piel. Por lo que lo más recomendable ene stos casos es usar siempre agua templada.
  • Secar dando pequeños golpes: si bien el lavado facial es importante, también se debe secar la cara de forma adecuada. De esta manera, se debe secar dano pequeños golpes y nunca frotando, usando una toalla específica para el rostro.
  • Controlar la humedad del hogar: los ambientes con mucha humedad provocan la pérdida de agua de las células, lo que genera una piel reseca.

¿Necesita nuestra piel exfoliación?

Quizás el tratamiento clave es la exfoliación, dirigido sobre todo al cuidado de los tejidos del rostro. Exfoliar la piel es limpiarla profundamente y eliminar las impurezas que han quedado como muestra del impacto negativo de la luz ultravioleta.

Eliminar las células muertas es fundamental para oxigenar la piel. Solo mediante la exfoliación podremos dejar el terreno preparado para la restitución del colágeno y el posterior nacimiento de las células nuevas.

Por ello, debemos entender la exfoliación como la acción previa a los tratamientos de nutrición y rehidratación profunda. Solo así lograremos que la piel absorba con eficacia el agua y los nutrientes de los productos tópicos que vamos a utilizar.

¿Qué ocurre con las manchas del sol?

Las manchas solares son una de las afecciones dermatológicas más comunen en la época estival. En este sentido, una de las cosas que necesita nuestra piel después del verano es recuperar su tono habitual.

Las pigmentaciones anormales son más frecuentes en el rostro, sobre todo en las zonas con mayor exposición al sol como el mentón, la frente y los pómulos. Lo ideal es utilizar productos despigmentantes, los cuales ayudarán a a lucir un rostro más homogéneo y luminoso.

La importancia de tratar las manchas solares de forma temprana se debe a que facilita su desaparición. En este sentido, lo ideal es consultar con un dermatólogo lo antes posible para que indique el mejor tratamiento dependiendo de la gravedad de la afección.

¿Qué productos se deben utilizar?

Chica aplicándose una crema.

Lo siguiente es implementar soluciones cosméticas con alto contenido de hidratantes, colágeno y antioxidantes. Recordemos que los antioxidantes impiden el envejecimiento de las células mediante el adecuado control de los radicales libres.

Los antioxidantes que deben tener estas cremas son los siguientes: las vitaminas E y C, resveratrol, retinol, genisteína y niacinamida. Todos estos compuestos disminuyen el daño oxidativo y algunas, inclusive, tienen propiedades antiinflamatorias.

Para esta fase del tratamiento, las mascarillas y cremas serán nuestro principal aliado. Los dermatólogos recomiendan utilizar este tipo de productos durante la noche. Se trata de cubrir toda la cara y dejar actuar la solución durante unos 20 minutos, aproximadamente.

Por su parte, las cremas exclusivamente hidratantes pueden utilizarse hasta dos veces al día. Además, nuestra piel necesita mayor cuidado y atención después del verano, por lo que las mascarillas se deben emplear al menos 2 veces a la semana.

Tratamientos profesionales

Tampoco estará de más dirigirnos a un centro cosmetológico y someternos a un tratamiento profesional de alto impacto. Actualmente, se estilan los tratamientos con rayos laser, los cuales permiten eliminar los rastros dejados por la luz UV y los rayos infrarrojos.

Lo mejor de esto es que un dermatólogo realizará un diagnóstico previo sobre lo que necesita nuestra piel para recuperarse después del verano. De esta manera, podremos saber el estado real en el cual se encuentra nuestro cutis.

No dejes de utilizar el protector solar

Chica en la playa aplicándose protección.

¿Continuamos utilizando protector solar tras el verano o lo dejamos bien guardado? Para aquellos que no lo saben, lo correcto es seguir protegiéndonos de los rayos ultravioleta.

Esto se debe a dos hechos: el primero, es que después de las vacaciones los rayos del sol continúan en una posición bastante directa. El segundo, es que tras la sobreexposición vacacional la piel se encuentra más sensible y desprotegida que nunca.

Así que debemos continuar aplicando el protector solar en las zonas que queden expuestas. También podemos mantener el consumo moderado de los protectores vía oral. Entre otras cosas, debido a su alto contenido de antioxidantes y nutrientes que contribuyen a la rehidratación.

¿Qué ventajas tienen este tipo de productos? Poseen vitaminas, betacarotenos y antiinflamatorios que actúan directamente sobre las células de la piel. Una capsula diaria es más que suficiente.



Mantén el bronceado

Son muchas las personas que desean conservar su bronceado playero durante la mayor cantidad de tiempo posible.

Las exfoliaciones corporales permitirán que mantengamos un bronceado similar en todas las partes del cuerpo. Para ello, debemos prestar especial atención a los rincones que por lo general olvidamos: codos, rodillas, axilas, pies, etc. La esponja exfoliante será un implemento de gran utilidad.

Consume alimentos hidratantes

Hay alimentos que pueden proveernos de antioxidantes y líquido de forma natural. Por ejemplo, las verduras, las frutas, las hortalizas y los vegetales verdes nos aportarán mucho en los días posteriores al cierre de la época veraniega.

Las ensaladas se pueden acompañar con aceite de oliva. Por su parte, el pescado y demás platos marinos tienen un alto contenido de omega-3.

Nunca se debe olvidar lo que necesita nuestra piel después del verano

En resumen, antioxidantes, agua, colágeno y antiinflamatorios seguirán siendo necesarios una vez que concluya la época veraniega. No olvides que es muy importante acudir a un dermatólogo en el caso de detectar manchas o lunares que hayan aparecido o cambiado después del verano.


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