Niveles normales de glucosa en niños

El azúcar es el combustible principal del cuerpo. Si los niños no tienen valores normales de esta molécula en la sangre, corren riesgo de sufrir hipoglucemia o diabetes.
Niveles normales de glucosa en niños
Elisa Martin Cano

Revisado y aprobado por la médica Elisa Martin Cano.

Escrito por Elisa Martin Cano

Última actualización: 27 febrero, 2024

Conocer los niveles normales de la glucosa en la sangre de los niños es esencial para determinar cuándo tienen hipo o hiperglucemia. En la infancia, no es habitual que se soliciten exámenes de sangre de rutina. Sin embargo, ante la presencia de algunos síntomas, se podrán medir parámetros bioquímicos que incluyan al azúcar.

El tema es relevante porque podría existir un aumento de los casos de diabetes en la infancia y la adolescencia. Según los registros de Estados Unidos, entre 2001 y 2017 se incrementó la prevalencia de diabetes tipo 1 y tipo 2 entre los menores de 19 años.

¿Qué es la glucemia?

La glucemia o glicemia es la medida de los niveles de azúcar en la sangre. Ingerimos la glucosa o la azúcar con los alimentos. A veces en su forma simple, pero también en formas más complejas, como la sacarosa (el azúcar de mesa).

Con la digestión, convertimos los azúcares complejos en sustancias más simples, incluida la glucosa. Esta molécula pasa a la sangre desde el intestino, por donde circula de manera continua hasta que las células la absorben para emplearla como fuente de energía.

La función de la glucosa es, por tanto, servir como combustible del organismo. Sobre todo, de los músculos y del cerebro. Las células transforman la glucosa mediante varios procesos metabólicos (glucólisis y ciclo de Krebs) en energía, formando moléculas de ATP.

El ingreso de la glucosa a las células sucede por la acción de la hormona insulina. Una carencia de la misma o una ineficiencia en su acción será responsable de la diabetes. El resultado será un exceso de azúcar, que podrá registrarse en el examen de sangre.



Niveles normales de glucosa en los niños

Lo habitual es que se mida la glucemia en ayunas, es decir, al menos tras 8 horas sin ingerir ningún alimento. Se conoce al valor como glucemia basal y es el dato que más información nos puede dar sobre el metabolismo del azúcar.

Otro método es medir la glucemia tras 2 horas de una ingesta de azúcar. Existe un estudio denominado PTOG o prueba de tolerancia oral a la glucosa, mediante el cual se administra una carga de glucosa al paciente y se efectúa una extracción de sangre a los 120 minutos. Este otro método es útil para cuando existen dudas sobre un posible diagnóstico de diabetes o prediabetes.

Si nos guiamos por los criterios de 2024 de la American Diabetes Association (ADA), los valores normales para niños y adolescentes son los mismos que para los adultos. Es decir, se considerará que es normal lo siguiente:

  • Glucemia basal (en ayunas): 70-99 miligramos por decilitro (mg/dL).
  • Glucemia 2 horas después de la ingesta: igual o menor que 139 miligramos por decilitro (mg/dL).

Si bien es cierto que a menor edad puede haber una tolerancia mayor a la circulación de azúcar en la sangre, esto no es determinante. De manera tradicional y clásica, siempre se asumió que hasta 180 mg/dL era todavía normal en menores de 12 años, mientras que hasta 130 mg/dL podría considerarse normal hasta los 19 años.

Pues bien, para la ADA eso no es un criterio válido. Según los especialistas, a la hora de diagnosticar diabetes, hay que guiarse por los mismos criterios que se usan en la adultez. Ello implica los valores normales que hemos mencionado.

Si un niño presenta más de 100 mg/dL en ayunas o más de 140 mg/dL dos horas después de comer, entonces debe instaurarse la sospecha de prediabetes o diabetes. Para confirmar, el médico solicitará repetir el examen.

¿Por qué es importante que los niños tengan valores normales de glucosa?

Al ser una sustancia básica para las funciones del cuerpo, es vital que la glucemia se mantenga en un rango de valores óptimos. De acuerdo con un artículo publicado en Trend in Neurosciences , el metabolismo de la glucosa proporciona energía para la función cerebral normal. Así que podemos imaginar lo importante que esto resulta para el desarrollo infantil y el rendimiento escolar.

Además, las alteraciones de la glucemia en exceso conducirían a la diabetes. En la infancia, la presencia de esta enfermedad es una situación muy complicada si no se detecta a tiempo.

De acuerdo con información de una publicación científica de 2017, las personas diagnosticadas a temprana edad sufren más retinopatía, insuficiencia renal y neuropatías que el resto en su adultez. Sin mencionar el trastorno que implica el uso de la medicación, ya sean antidiabéticos orales o insulina inyectable.

¿Qué pasa con los valores bajos de glucosa en los niños?

Los valores bajos de glucemia en un niño pueden ser momentáneos o presentarse a repetición. La causa más común es un desequilibrio entre la ingesta de alimentos y la demanda de energía del cuerpo. A veces, pasan largos períodos entre las comidas o los pequeños no comen lo suficiente para satisfacer sus demandas.

También hay enfermedades (hepáticas, renales y endocrinas) que pueden afectar la capacidad del cuerpo para mantener niveles adecuados de glucosa en sangre. Para los niños con diabetes ya diagnosticada, la hipoglucemia es una condición peligrosa que puede responder a un error de medicación o una respuesta inadecuada a la insulina.

Los síntomas de una hipoglucemia en niños son los siguientes:

  • Mareos
  • Debilidad
  • Sudoración profusa
  • Temblores y convulsiones
  • Confusión y pérdida de la conciencia


¿Qué pasa con los valores altos de glucosa en los niños?

La hiperglucemia puede ser un signo de diversos problemas de salud en la infancia y la adolescencia. Por supuesto, la diabetes es la causa común y más peligrosa.

También hay hiperglucemias momentáneas cuando se cursan infecciones, en el marco de situaciones de estrés y como reacción adversa a ciertos medicamentos. En las niñas, el síndrome del ovario poliquístico o SOP contribuye a la elevación del azúcar en sangre.

Una dieta poco equilibrada, rica en ultraprocesados y en alimentos con azúcares simples, sumada al sedentarismo, podrán predisponer a la diabetes infantil (Rewers y Ludvigsson, 2016). Es una de las razones por las que se sospecha que aumenta su prevalencia en el mundo. Y es también el motivo por el que se insta a las familias a establecer un límite diario de consumo de dulces.

¿Cuáles son los valores de objetivo para un niño o adolescente con diabetes?

Diferente es la situación cuando un niño ya tiene diagnóstico de diabetes. En esa circunstancia, lo que se plantean son valores objetivos o metas de glucemia. Es decir, límites entre los cuales se considera que la persona tiene la enfermedad bajo control.

Según recoge la Biblioteca Nacional de Estados Unidos, con base en los lineamientos de la ADA, se debe buscar lo siguiente en los niños y adolescentes que viven con diabetes:

  • 90 a 130 mg/dL entre los 13 y los 19 años de edad, en ayunas.
  • Hasta 180 mg/dL en ayunas entre los 6 y los 12 años de edad.
  • De 100 a 180 mg/dL en ayunas para los menores de 6.

¿Qué hacer si mi hijo tiene niveles anormales de azúcar en sangre?

Si se confirma que tu hijo tiene niveles anormales de azúcar en sangre, sigue las recomendaciones y el plan de tratamiento proporcionados por el profesional de la salud. Esto puede incluir cambios en la dieta, aumento de la actividad física, medicamentos orales o, en casos más graves, la administración de insulina.

El profesional también puede ordenar más pruebas, como la hemoglobina glicosilada o la glucosa promedio estimada. Y quizás te indique monitoreo en casa de los niveles, a través de un glucómetro, por ejemplo.

No dudes en hacer preguntas y expresar tus inquietudes durante las consultas médicas para asegurarte de comprender completamente cuál es la condición de tu hijo. Infórmate bien y, si se tratase de diabetes, aprende todo lo que puedas sobre la administración de insulina y la gestión del estilo de vida.


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