¿Para qué sirve el TAC?

El TAC es una prueba de diagnóstico por imagen. Es rápida, sencilla e indolora. ¿En qué casos conviene utilizarla? ¿Cuáles son sus ventajas? En este espacio detallamos todo al respecto.
¿Para qué sirve el TAC?
Elisa Martin Cano

Revisado y aprobado por la médica Elisa Martin Cano.

Escrito por Elisa Martin Cano

Última actualización: 10 julio, 2023

El TAC es una prueba radiológica por imagen. Esta se utiliza en el diagnóstico de muchas patologías. En este artículo te contamos algunos datos interesantes sobre esta prueba.

¿Qué es el TAC?

El TAC o tomografía axial computarizada es una prueba de diagnóstico por imagen. Se trata de un aparato de rayos X que, en lugar de emitir solo un haz de rayos como ocurre en una radiografía convencional, emite muchos de ellos desde diferentes direcciones.

Estos haces de rayos forman muchas imágenes diferentes. Las imágenes que se obtienen son procesadas en el ordenador y se genera, finalmente, una reconstrucción por planos de la parte del cuerpo que se ha estudiado o del interior del cuerpo entero si es el caso.

El ordenador, incluso, puede configurar las imágenes de forma que se reproduzca una imagen en 3 dimensiones del interior del cuerpo. Así, las imágenes que podemos tener con un TAC son mucho más detalladas que las que obtendríamos con una radiografía convencional.

¿Qué es el TAC?
El TAC es una prueba de diagnóstico que puede facilitar la detección de muchas enfermedades.

¿En qué se basa el TAC?

Las imágenes de los diferentes tejidos internos que se obtienen con esta prueba de imagen se basan en la diferente absorción de la radiación por parte de los mismos. Así, se observan de diferentes color los distintos tejidos, como pueden ser los huesos, tendones, partes blandas, tejido nervioso del cerebro, etcétera.

Por ejemplo, los huesos se verían de un color más blanco. Las zonas en las que hay aire, como el pulmón, se ven de color más negro, y las zonas con una densidad intermedia, como el corazón o el hígado, se pueden observar de color gris.

¿Para qué se utiliza?

Ya que es una prueba rápida, el TAC se utiliza para evaluar el estado de muchas partes internas en situaciones de urgencia. Algunas de ellas pueden ser tras accidentes de tráficos, ante la sospecha de un accidente cerebrovascular o ictus, etcétera.

Por otro lado, también es una de las pruebas principales en el diagnóstico y la evaluación de diferentes tipos de tumores. Algunos de los más importantes podrían ser los tumores de pulmón, ovario o hígado.

Además, en la realización de la prueba se pueden utilizar diferentes contrastes que ayudarán a generar imágenes más detalladas de ciertas partes.

¿Cómo se realiza?

El TAC es una prueba rápida, sencilla y que no causa dolor. Para su preparación, el médico preguntará a la persona que vaya a realizarse la prueba sobre posibles alergias, prótesis, entre otros. Probablemente el paciente tendrá que retirarse objetos metálicos, prótesis auditivas u otros objetos que puedan interferir en el desarrollo de la prueba.

Se pedirá al paciente que se coloque en una posición concreta que facilitará la obtención de la imagen que se desea. El paciente estará tumbado en una camilla en dicha posición, y es la camilla la que se deslizará dentro y fuera de la máquina de rayos.

Por lo general, la prueba no dura más de 30 minutos. Incluso, puede ser más rápida con ciertos equipos modernos y en niños.

Tomografía TAC
El TAC es una prueba sencilla e indolora que no debe tomar más de 30 minutos.

¿El TAC es una prueba peligrosa?

La parte más arriesgada del TAC es la exposición a la radiación. La cantidad de radiación a la que nos exponemos es una cantidad segura. Sin embargo, siempre existe una mínima posibilidad de desarrollar algún tipo de tumor debido a la misma.

El beneficio que nos aporta la prueba es siempre mucho mayor que el riesgo de desarrollar algún cáncer. Esto no es así en el caso de las mujeres embarazadas. Estas siempre deberán informar al médico en caso de que se proponga realizar un TAC.

Por lo general, esta prueba está desaconsejada en mujeres en estado de gestación y solo se realizará si el beneficio que puede aportar es mucho mayor que el posible riesgo que conlleva para el feto debido a la radiación.

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En resumen

El TAC es una prueba rápida, sencilla e indolora que puede aportar mucha información importante en el diagnóstico de múltiples enfermedades o en el caso de situaciones de urgencia.

Con los avances tecnológicos, cada vez está más extendido su uso y más perfeccionada la técnica en la interpretación de los resultados.


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