Picaduras de pulgas: tratamiento y prevención

Las picaduras por pulgas en humanos no son frecuentes ni suelen representar gran peligro. Sin embargo, no detectarlas a tiempo aumenta el riesgo de infecciones y alergias.
Picaduras de pulgas: tratamiento y prevención
Leonardo Biolatto

Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 11 febrero, 2024

Las picaduras de las pulgas pueden afectar a las personas. Aunque son insectos que prefieren alimentarse de animales domésticos, como perros y gatos, también pueden llegar a la piel del ser humano.

De todos modos, no es lo más frecuente. Las distintas especies de pulgas se distribuyen en otros animales, como los zorros, pero acceden a los hombres de modo ocasional, cuando tienen una oportunidad accidental y, quizás, cuando no disponen de alimento.

A lo largo de la historia, estos insectos cobraron protagonismo para la salud pública en momentos cruciales. Por ejemplo, cuando ocurrió la epidemia de peste negra. No obstante, como veremos a continuación, en la actualidad es baja la probabilidad de una dispersión de contagios como la que ocurrió aquella vez.

¿Qué son las pulgas?

Las pulgas son pequeños insectos parásitos, pertenecientes al orden Siphonaptera. Hay miles de especies, pero las más comunes son las que parasitan a mamíferos y aves. Tienen la capacidad de alimentarse de la sangre de sus huéspedes. Por ello, se les reconoce como ectoparásitos hematívoros.

Sus cuerpos son comprimidos a lo largo, con el fin de desplazarse entre los pelos o las plumas. Las patas son fuertes y adaptadas para el salto, lo que les permite moverse entre hospedadores, a pesar de no contar con alas.

El ciclo de vida consta de cuatro etapas: huevo, larva, pupa y adulto. Los huevos que ponen se suelen caer del huésped y, allí, emergen las larvas.

¿Qué enfermedades transmiten?

Las pulgas son vectores de enfermedades a través de sus picaduras. Algunas de las patologías que transmiten son las siguientes:

  • Peste bubónica: fue responsable de una pandemia en el siglo XIV, que resultó en la muerte de millones de personas en Europa, Asia y África. El microorganismo responsable es la bacteria Yersinia pestis, que las pulgas llevan desde los roedores a los humanos.
  • Tifus: es causada por bacterias del género Rickettsia y también tiene su origen en los roedores. Cursa con fiebre elevada, dolores de cabeza, mialgias y erupciones cutáneas.
  • Bartonelosis o fiebre de las trincheras: por una bacteria Bartonella, que transmiten a los humanos las pulgas del género Xenopsylla. Se asocia a situaciones de hacinamiento y pésima higiene, como ocurrió en las trincheras durante la Primera Guerra Mundial.
  • Parasitosis: los animales infestados con tenias o gusanos intestinales eliminan segmentos y huevos de las mismas en sus heces. Las pulgas se alimentan de las heces contaminadas y los huevos se desarrollan dentro del cuerpo del insecto. Luego, la picadura de la pulga podrá llevar larvas de tenia a otro animal, incluidos los humanos.

Especies de pulgas importantes para la salud humana

Aunque hay muchas especies de pulgas en todo el mundo, algunas son más relevantes para la salud humana que otras. Entre ellas, vale mencionar a las siguientes:

Pulga del gato
Ctenocephalides felis.

¿Cómo son las picaduras de pulgas?

Estas picaduras suelen tener características distintivas. En general, se presentan como pequeñas protuberancias rojas en la piel. A veces, se confunden con picaduras de mosquitos.

Tienden a presentarse en grupos, ya que siguen los movimientos que realizaron las pulgas al alimentarse. Por ende, habrá líneas de 3 o 4 lesiones.

Una de las características más molestas es la picazón intensa que causan. Esto se debe a la saliva del insecto, que contiene anticoagulantes. La piel alrededor puede enrojecerse e inflamarse.

En términos técnicos, lo que ocurre es una urticaria papular. Es una combinación de reacciones de hipersensibilidad tipo I y tipo IV. Quiere decir que hay mediación de la inmunoglobulina E y de células T de defensa.

Picaduras de pulgas.
El agrupamiento de las picaduras es algo clásico cuando las responsables son las pulgas.

Posibles complicaciones

Más allá de las enfermedades que pudiese transmitir la picadura, hay complicaciones y consecuencias locales que se asocian a una mala evolución de la lesión. No suelen representar gravedad, pero merecen atención.

La infección de la picadura puede provenir de bacterias que llegaron a través de la saliva del insecto o por las que se introducen mediante el rascado. Los síntomas que delatan la complicación son el enrojecimiento, la hinchazón y la secreción de pus.

La reacción alérgica se circunscribe a personas hipersensibles a la picadura. Los síntomas son una picazón más intensa, más enrojecimiento e inflamación. El cuadro clínico de dermatitis alérgica por pulgas (DAP) es una forma común de presentación en perros y gatos, aunque menos frecuente en humanos. Sucede por una reacción a la saliva y al hecho mismo de la picadura, como describe un artículo publicado en Caspian Journal of Internal Medicine al abordar un caso específico.



¿Cómo se tratan las picaduras de pulgas?

No se suele requerir un tratamiento médico para las picaduras de estos insectos. La mayoría de las veces evolucionan bien y solo se controla que no haya complicaciones.

El plan inicial es aliviar los síntomas y mantener limpia la zona. Para ello, se recomienda lavar con agua tibia y jabón neutro, sin frotar. Las compresas frías o bolsas de hielo envueltas en un paño también pueden contribuir.

Un médico puede recetar cremas o lociones con ingredientes antipruriginosos, como la calamina. También resultan útiles las cremas con corticoides. Solo las reacciones muy grandes se tratarán vía oral con antihistamínicos en pastillas o jarabes, más el agregado de algún corticosteroide.

La principal recomendación para acompañar el abordaje médico es evitar rascarse. Hay que mantener las uñas cortas y recurrir a algunos remedios caseros para que no incrementemos el riesgo de infección.

Remedios caseros

Las alternativas hogareñas o basadas en remedios naturales no cuentan con el suficiente aval científico para ser indicadas como abordajes médicos. Sin embargo, la evidencia anecdótica presupone que pueden calmar la picazón.

Además de las compresas frías, las siguientes son alternativas de relativa seguridad:

  • Aloe vera: se coloca el gel de la planta directamente sobre la picadura.
  • Vinagre de manzana: se mezcla una cucharada del mismo con dos cucharadas de agua. La solución formada se aplica sobre las picaduras con un algodón.
  • Bicarbonato de sodio: prepara una pasta de bicarbonato de sodio mezclándolo con agua. Aplícala sobre la picadura y deja que se seque. Luego enjuágala con agua fría.
  • Harina de avena: añade la harina a un baño de agua tibia y sumerge allí la zona picada durante 15 a 20 minutos.
  • Miel: coloca una pequeña cantidad de la sustancia sobre la lesión y deja que repose durante un tiempo antes de enjuagar.

Recuerda que las reacciones a estos remedios varían de una persona a otra. Si experimentas una reacción adversa o si los síntomas no disminuyen, consultar a un profesional de la salud.



¿Cómo prevenir las picaduras de pulgas?

Prevenir el problema, en este caso, es evitar que las pulgas estén cerca, en el hogar y en las mascotas. Cumplido ese paso, reduciremos mucho el riesgo y solo quedará la posibilidad de entrar en contacto con el insecto en una actividad al aire libre.

Para el entorno doméstico, lo ideal es hacer lo siguiente:

  • Mantén tus mascotas limpias: baña y cepilla con regularidad a tu perro y a tu gato. Aprovecha esos momentos para revisar su pelaje con detenimiento. Emplea productos antipulgas recomendados por el veterinario. No olvides lavar también las camas de las mascotas.
  • Limpia y desinfecta tu hogar: aspira la casa, prestando especial atención a las áreas donde las mascotas pasan más tiempo. Lava tu ropa de cama con agua caliente. En el patio, mantén el césped corto. Si descubriste una infestación significativa, quizás convenga que contrates los servicios profesionales de control de plagas.

Si acampas o haces actividades al aire libre, utiliza repelentes de insectos. Considera, en caso de que el clima lo permita, el uso de ropa protectora de pantalones largos y mangas largas.

La solución definitiva

En general, la prevención mitiga el impacto de las picaduras de pulgas en la salud humana. Mantener un entorno limpio y adoptar prácticas regulares de cuidado de las mascotas son medidas clave.

Aunque las pulgas prefieren alimentarse de animales como perros y gatos, también pueden picar a los humanos. Por eso debemos estar atentos. Si bien las enfermedades que vectorizan han disminuido en el mundo, no dejan de ser una realidad.


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